El sol brillaba con todo su esplendor en el cielo, declarando firmemente que el mediodía había llegado y haciendo que la cantidad de sudor que se deslizaba por las sienes de los dos dioses, que batallaban contra una imponente bestia en terreno árido, se intensificara.
El General Nan Yang del sureste y el General Xuan Zhen del suroeste habían, desafortunadamente, recibido la misma misión en el límite de sus territorios.
Ambos dioses se habían visto en la obligación de formar equipo por algunas horas para derrotar a este formidable demonio rinoceronte.
La pelea había comenzado al amanecer, cuando éste demonio llamó su atención al aterrorizar a un pequeño pueblo aislado, pero éste demonio solo cayó pasado el mediodía.
Los generales del sureste y del suroeste estaban cubiertos de polvo, sangre, sudor y algún otro fluido dudoso al finalizar la batalla.
Mu Qing fue el primero en deshacerse de su armadura.
— ¿Podrías no meterte en mi camino la próxima vez? — reclamó a penas pudo.
Feng Xin sintió como la adrenalina gastada en la pelea repentinamente regresaba a su sistema.
— ¡¿Que mierda?! ¡Tú eras quien seguía metiéndose en mi camino! — contraatacó.
— ¡Repite eso! — desafió Mu Qing tirando su hermoso sable a un lado para lanzarse sobre Feng Xin con sus puños preparados.
Feng Xin lo imitó al dejar de lado su arco para responder a la pelea.
El par de dioses se sumió en una de sus conocidas peleas, dónde usualmente los perdedores eran los desdichados palacios de la corte superior que estaban a su alrededor, sin embargo, en este árido terreno podían dejarse llevar sin miedo a las represalias.
Eso hasta que escucharon un aullido lastimero resonar en la llanura.
Los puños se detuvieron a la vez que ambos dioses se levantaban y adoptaban una posición de ataque casi automática. A simple vista no había nada a su alrededor además del cadáver del demonio rinoceronte, sin embargo, en una evaluación más cuidadosa, Mu Qing pudo encontrar la fuente del aullido.
Un cachorro de lobo, con abundante pelaje negro azabache, intentaba rasguñar inútilmente el cadáver del demonio recién aniquilado, el cuál tenía una coraza terriblemente gruesa siendo esta la principal causa de la demora en batalla.
Mu Qing levantó su sable y se acercó cuidadosamente, haciendo una seña a Feng Xin para que permaneciera en su lugar, seña que por supuesto fue pasada por alto dado que Feng Xin lo siguió.
Ambos generales estaban alerta mientras se aproximaban a la criatura, Mu Qing podía sentir su aura demoníaca pero no podía identificar su clase o nivel.
Sin embargo, toda la precaución se esfumó cuando estuvieron junto a la criatura y vieron sus resplandecientes ojos verdes, brillantes como fuego fantasmal, llenos de miedo.
¡Éste demonio de verdad era un inofensivo cachorro de lobo perdido!
Los dos dioses compartieron una mirada en la que pudieron reconocer la duda en los ojos contrarios, pero antes de que pudiesen llegar a un acuerdo, el aterrorizado cachorro chilló y huyó.
Sin pensarlo dos veces, Mu Qing y Feng Xin se dieron la tarea de corretear al cachorro (que era sorprendentemente rápido) por toda la llanura. Cualquier otro dios que se enterase del asunto se reiría de ellos durante una década al ver cómo ambos se culpaban mutuamente por dejar escapar al animal mientras corrían torpemente.
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°*✧Fengqing week✧*°
RandomColección de one shots para la fengqing week 2021 .。*♡ Día 1: Mi mejor deseo eres tú. .。*♡ Día 2: Shh, vas a despertarlo. .。*♡ Día 3: Claro de luna. .。*♡ Día 4: Todo lo que nunca tendré. .。*♡ Día 5: Cada viernes (+18). .。*♡ Día 6: El príncipe e...