AÑO NUEVO CHINO

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*Esta historia me pertenece.

*Cualquier plagio será denunciado y la historia otra vez detenida.

* Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto/Naruto Shippuden

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Es hora de una renovación

Es hora de que hagamos un cambio

Es hora de que haga mi camino

Y no puedo

No puedo esperar para irme lejos de aquí.

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—¡Hyuga Hinata!— se exasperó el profesor. La muchacha elevó el rostro de forma brusca, asustada. Toda la clase rio y murmuró. Temari e Ino cruzaron miradas de preocupación y Sasuke, con su oscuro semblante, sentenció a Kiba quien rápidamente disimuló la carcajada abierta con una falsa tos.

Nuevamente Hinata se había quedado dormida en su banco, y esta vez, ni siquiera había escuchado el llamado del docente.

—¡Mi... mis disculpas!—se apresuró abochornada mientras abría torpemente su mochila y tomaba varias hojas arrugadas para entregárselas a Hatake Kakashi, quien rápidamente las ojeó. El sonido del timbre del descanso había hecho su salvadora aparición y todos se dispusieron a abandonar paulatinamente el salón.

Con prudencia, esperó que la menor cantidad de estudiantes se encontrarán presentes para detener a su alumna estrella, quería conversar. Hatake no era exactamente una persona demostrativa, pero si alguien indudablemente analítico y jamás podía pasar desapercibido ante sus ojos que Hyuga Hinata, en pocos días, había cambiado drásticamente. Si bien la calidad de sus trabajos seguían siendo de un nivel insuperable, ese cambio de actitud era una novedad: la veía dormitar en sus clases, llegar tarde e incluso mal entrazada, como si la mañana no le alcanzara para planchar su ropa o peinar su cabello, se encontraba notablemente más delgada y dos ojeras surcaban su rostro dándole un aspecto cadavérico.

—No estas descansando bien, Hinata— su voz sonó aburrida pero firme, ella apenas lo miraba estacada en su pupitre—. Y es notorio.

—¿Cómo están mis exámenes y trabajos?— evadió.

También había notado que la joven había dejado de ser extremadamente tímida, no tartamudeaba tanto y se había vuelto un poco más firme en sus formas de expresarse. —Perfectos, como siempre. Pero como adulto responsable de todo el alumnado, no me preocupan solo sus notas. Me interesa también su salud física y mental. Y cuando veo que una de las mejores de la clase no puede mantenerse despierta ni diez minutos de iniciada la cursada, tiendo a pensar lo peor.

—Estoy trabajando—explicó dudosa—.Es en horario nocturno, al no disponer de tantas horas del día para estudiar ... ya sabe ... todo es un poco más difícil.

Su profesor se tomó unos segundos para analizarle y eso la incomodó, le recordó el tipo de mirada que a veces utilizaba Sasuke en el trabajo, totalmente diferente al transcurso del día donde estaba completamente ocupado e ignorándola —Entiendo y no quiero que creas que me estoy entrometiendo demasiado en tus asuntos, pero en tu posición económica ¿De verdad necesitas hacerlo?

—Si lo está haciendo, de hecho— Hinata estaba a punto de decir su primera mentira del día cuando la voz de Kiba Inuzuka la interrumpió. El no había abandonado el salón y se había mantenido callado para oír la conversación —.Me refiero a entrometerse. Si a ella le interesa obtener un trabajo porque esta buscando algún tipo de independencia personal ¿No cree que debería darle ánimos?—opinó con seriedad mientras se acercaba al dúo. Hinata lo observó asombrada, el muchacho, para ella, era el típico burlista de la clase, de esos que no les interesaba nada en absoluto y jamás hablaba en serio. Además, uno de los principales enemigos del club ¿Por qué salvarla de ese incomodo cuestionario y no hundirla?.

KabukichōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora