la hija de Bruce Banner #Marvelawards

capítulo 22

Narrador omnisciente.

Se sentía fuera de lugar.

No se sentía cómoda estando sentada de rodillas apoyadas en un suelo completamente blanco con sus manos llenas de suciedad y sangre ensuciándolo y no teniendo a nadie para ser acompañada más que una inmensa oscuridad que se extendía a cualquier lado que corría, no había absolutamente nada.

Sus ojos se encontraban cerrados, dejando escapar unas diminutas lágrimas que resbalaron por sus mejillas hasta chocar contra el suelo, su labio inferior temblaba de vez en cuando y su respiración estaba calmada, pero intentando aguantar el dolor que todo su cuerpo producía y el cuál aumentaba con el paso de los segundos.

No sabía dónde estaba, o el porqué estaba ahí en un momento de batalla, pero ni siquiera intentó averiguarlo, ni siquiera al percibir movimiento frente a ella; simplemente quedó con sus ojos azules como el cielo observando sus manos temblar.

Unos finos dedos se posaron en su barbilla, y con delicadeza alzó su cabeza para así tener su completa atención.

—Ya era hora de vernos personalmente, Srta. Emma—la aterciopelada voz de aquella misteriosa mujer penetró sus oídos de una manera agradable y sencilla, su fina voz podría fácilmente confundirse como una melodía de un violín y su largo cabello negro azabache era lacio y perfectamente cuidado hasta su pequeña cintura.

La pelinaranja vió sus ojos, una extraña combinación de morado y rojo adornaban sus iris y sus pupilas se dilataban como las de un felino, pero su sonrisa era sincera, cansada, mostrando sus dientes blancos y tendiendole su mano, y antes eso su mirada viajó por sus peculiares vestimentas para posteriormente aceptar su agarre con su seño fruncido.

—¿La conozco?—preguntó una vez logró ponerse en pie con ayuda de la pelinegra, viéndola darse la vuelta comenzar a caminar por el lugar.

—Un poco, pero yo si te conozco...

—¿Nyx?—Emma le siguió el paso como podía, cojeando hasta estar a su lado.

—He recibido muchos nombres, Nightcore, Nightshadow, Destructora de mundos...Nyx—la observó por unos segundos, cruzando sus brazos por detrás de su espalda—Pero ninguno de mis portadores me había dado...un hogar o siquiera...una amiga.

La Banner escuchaba en silencio, detallando su perfil y tratando de no prestar atención a las punzadas de dolor que experimentaba en su abdomen.

—Creía que había cometido un error al ingresar al cuerpo de una adolescente de catorce años, solamente para manifestarme unos años después de la nada—suspiró observando la nada con una increíble atención, no pudiendo ver a la menor—Al parecer me equivoqué, si eres especial.

—Nyx, no logro comprenderte del todo ¿Qué tratas de decirme?

—Intento decirte que todo lo que estás sintiendo desde lo de Ultron en la torre, todo ese dolor y sufrimiento que ambas estamos experimentando por igual, desaparecerá cuando despiertes.

—¿Cuándo despierte?

—Estabas al borde de la muerte, suerte que ambos logramos salvarte.

—¡No te entiendo, Nyx!

—Ya es hora de que despiertes, Emma. Continuaremos nuestra conversación en otro momento.

—¡Nyx!

(…)

Narra Emma.