Moonlight Lovers |Vladimir x Beliath| VIDA DE CASADOS

Biblioteca

Tras dar su tercer suspiro de aburrimiento, el pelimorado hacia presencia en la biblioteca donde sabía que se encontraría a su amado al que aunque le costó aceptarlo por un tiempo termino por confirmar lo inevitable, el carácter insoportable de Beliath lo volvía loco.
- ¿Hay alguien vivo en este lugar o ya todos murieron de aburrimiento? - comentó sarcástico el pelimorado mientras soltaba un pequeña carcajada.

Algo en el rubio se movió al escuchar la sonora risa del contrario pero no lo demostraría ya que acababa de interrumpir su tranquila hora de lectura y eso le fastidiaba, ya se había encargado de hacérselo saber cientos de veces, aunque al pelimorado le importara poco.

El rubio levantó ligeramente la mirada de su libro para verlo con fastidio.
- ¿A que se debe tu inoportuna visita, Beliath?
- Cuanto amor - soltó con ironía - eso no lo decías anoche

Las mejillas del rubio se tornaron color carmesí al recordar a lo que hacía referencia, y logró que el pelimorado soltara una estrenduosa carcajada.
- Entonces si recuerdas que soy tu pareja - comentó divertido - es bueno saberlo de vez en cuando

Se sentó a su lado y colo su mano en su muslo, el contrario que había vuelto a su lectura, tomo discretamente casi naturalmente su mano y sin quitar la mirada de su libro soltó de nuevo la anterior pregunta.
- Aún no me dices a que venías - el incubo dio una ligera sonrisa y se acercó a su cuello para depositar un beso que logró encender todos sus sentidos
- Porque te amo - el rubio sonrió ante el tacto de su aliento
- Esa no es una razón - dio una risa por lo bajo
- Si quieres me voy
- Si eso quieres - no quería que se fuera, quería tenerlo aquí toda su eternidad pero sabía que no podía perder su orgullo y su pareja lo estaba tentando así que el haría lo mismo, y funcionó, ya que la cara incrédula del pelimorado se posó en su rostro.
- Eres insoportable ¿sabías?
- Te encargas de decírmelo todas las noches

Finalmente rompieron la distancia que los separaba en un corto pero dulce beso dejando sus frentes pegadas mientras veían el brillo en los ojos del otro. Brillo que no aparecía si no estaban juntos.