Noche de gala en el Museo de Artes de Ciudad Nacional.La fundación Luthor convocaba a las personas más adineradas e influyentes de la ciudad para recaudar fondos mediante una cena cuyo costo por persona seria donado en beneficio de los veteranos de guerra discapacitados, hijos de militares caídos, etc. Con esas donaciones se planeaba construir hospitales especializados, centros de terapia física y escuelas que ofrecieran becas.
Lena Luthor se encontraba por supuesto en este recinto. Aunque había llegado luciendo totalmente elegante e impresionante, por dentro se encontraba realmente hastiada y aburrida. Pareciera que los años no la habían acostumbrado a este tipo de eventos y ambiente.
De pie, bebía un sorbo de su copa de champagne para tratar de adormecer las palabras tan simplonas y clichés de este "Junior" que creía que con su bonita cara y vestimenta la haría retorcerse de placer solo por su compañía. — patético — se pensó.Su acompañante era Jack Sheeper. Un hombre guapo, bien vestido y de familia adinerada, que incluía una sonrisa de comercial dentrifico. Para otras mujeres quizás era el representante masculino perfecto. Para ella, él simplemente era un acompañante como cualquier otro. Alguien para lucir.
La fundación era creación totalmente de su madre, pero Lena era la cabeza de los laboratorios de LCorp y siendo la CEO, tenía que hacer acto de presencia, aunque su día hubiese sido agotador.
Lena continúo meneando levemente la cabeza hacia Jack, fingiendo prestar atención a su adulación. Su mente, por otro lado, divagaba entre los contratos que logro cerrar hoy, las juntas ejecutivas que dieron frutos y los proyectos a futuro.
El hombre no invadía su espacio personal, afortunadamente, pero tampoco quería que tapara su línea de visión que tenía del centro del salón. Por lo menos intentaría escudriñar con disimulo a los demás invitados para evitar adormecerse con el champagne. Aunque estaba segura de que nadie sería tan importante como para merecer su total atención.
—¿Me escuchaste, Lena? —Jack la miro interrogante. Al parecer se había dado cuenta que la heredera Luthor ni siquiera le prestaba la mínima atención.
Desde que llegaron ambos a la gala, Lena prácticamente reclamo un lugar estratégico, alejado del centro del salón, junto a una columna cerca de un ventanal, para evitar la cercanía de otras personas que quisieran ser condescendientes con ella. Error absoluto. Jack estaba haciendo exactamente eso. Parecía un niño tratando de convencerla para dejarlo comer un caramelo, que obviamente, nunca sería suyo.
—Lo siento, Jack. Realmente hoy no fue un día tranquilo. Fue agotador. —Lena resopló disimuladamente. Se maldecia por haber aceptado la invitación al evento. No era un mal tipo, pero ella no estaba realmente interesada por el momento en relaciones personales románticas o amistosas. Ella no estaba interesada en nada que incluyera sentimientos personales.
—Hoy estás exquisita y deslumbrante, como siempre, Lena. Ese vestido fue echo para ti. O tal vez tú fuiste hecha para ese vestido. —Jack bebió de su copa lentamente y le envío una de esas miradas de mierda seductora que ella se conocía muy bien. —Cuando gustes, yo podría llevarte a donde quieras para, ya sabes –le guiño un ojo – refrescarte un poco. Ciertamente el ambiente se ha tornado algo... caluroso.
Lena dejo su copa de champagne en la bandeja del primer mesero que paso junto a ellos para evitar hacer un comentario mordaz al intento de seducción de su acompañante. Necesitaba urgentemente un advil y que alguien le diera un golpe bajo al diminuto cerebro que tenía Jack entre las piernas. Su insistencia cada vez que estaban juntos en una reunión o una gala era peor. Lena nunca había mostrado interés amoroso en él. Jack parecía no entender que su compañía era solo un adorno para cumplir con la matriarca de los Luthor. Una fachada.
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"Escribe un deseo para siempre"
FanfictionLena Luthor por casualidad en una gala, conoce a una hermosa joven. El destino, la teoría del caos, o una fuerza mayor la ponen a prueba sobre los sentimientos que está desconocida despertó en ella. La vida es tan efímera que Lena lo experimentar...