las hermanas higurashi y el rey taisho

capitulo 1

Esta historia contiene contenido sexual actos y palabras fuertes e hirientes si no esta acto para leer este contenido mejor abstenerse leer bajo su propia responsabilidad......quiero aclarar que me inspiré un poco en una película pero que la historia también tiene mucho de mi imaginación solo puse algunas partes de la pelicula pero mi historia es diferente en muchas cosas.
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En una de las habitaciones del palacio de Inglaterra, en los aposentos del rey para ser más exactos, se podía escuchar claramente la discusión de los reyes dentro de la habitación, mientras la servidumbre pasaba y miraban las puertas con tristeza, la reina kagome era muy buena con todos y consideraban que el rey era muy injusto con ella.

Inuyasha:calla de una maldita vez kagome!!!.-grito molesto golpeando la mesa de noche que estaba a su lado.

Kagome:no me voy a callar!!! Con quien demonios estuviste anoche!!! Cual de mis doncellas logro satisfacerte ahora!!!.-grito sollozando mientras encaraba a su esposo haciendolo gruñi.

Inuyasha:eso no es de tu maldita incumbencia mujer!!!.-gruño alto claramente molesto, acercándose a ella con la clara amenaza de que parara con su reclamo, pero la azabache no se intimidó.

Kagome: me incumbe y mucho soy tu esposa!!!.....y no me has tocado en meses!!!!.-mirandolo molesta sollozo con fuerza haciendolo gruñir furioso.

Inuyasha:fuera más fácil si sirvieras para algo, pero ni para darme hijos sirves!!!!.-grito molesto tomándola por el brazo con fuerza para luego tirarla sin cuidado alguno a la enorme cama.

Kagome:eres un infeliz inuyasha!!!! Sabes que el señor no nos a querido bendecir con un hijo!!!!.-sollozo con rencor mirándolo dolida mientras el la miraba con frustración.

Inuyasha:tenemos 5 malditos años casados kagome!!!.-grito acercándose peligrosamente a ella.-sabes que?!...el señor tendrá que darme un hijo varón hoy y así aprovecho de complacer a mi reina.-sonrio con amargura y molestia dejándola sorprendida y asustada.

Kagome:q-que....haces inuyasha!!.-lo miro asustada viendo como el se quitaba el cinturón y rompía los botones de su camisa quedando su torso al descubierto.-no!!...sueltame inuyasha sueltame!!!.-grito asustada forcejeando con el peliplata al sentir como la agarraba de los brazos y la pegaba a su duro cuerpo.

Inuyasha:no era lo que querías?!!...que te tocara que te hiciera mía!!! Pues ahora te callas!!!.-gruño con fuerza dejándola petrificada, pretendía violarla?..trato de zafarse pero el era muy fuerte y sosteniendo su cuerpo con fuerza le dio un feroz haciendola sollozar mucho más.-ahora serás buena reina y complaceras a tu rey kagome.-sonrio molesto y frustrado mirando a su esposa palidecer, para luego llevarla hasta una pared pegándola de frente para que quedara de espaldas hacia el.

Kagome:no inuyasha por favor no lo hagas!!!!.-suplico forcejeando y sollozando tratando de soltarse pero el la tenía agarrada del cuello mientras bajaba sus pantalones liberando su enorme y palpitante miembro.

Inuyasha:quédate quieta de una maldita vez!!!.-gruño furioso apretando más su cuello al mismo tiempo que subía el camisón de la azabache para poder profanarla.

Kagome:no inuyasha!!! Ahh!!.-grito sollozando para luego gemir adolorida por su brusca penetración.

Inuyasha:no era esto lo que querias?!!! Que te follara como me follo a las zorras de tus doncellas!!.-gruño moviéndose con salvajismo dentro de ella escuchando sus sollozos adoloridos.-ahsss maldición.-gimio  luego de unas cuantas embestidas apretando con fuerza su cintura al mismo tiempo que liberaba su esencia en su interior soltando de a poco su cuello acercandose a su oído mientras ella sollozaba sin poder creer lo que había hecho su esposo.-espero que esta vez si sirvas de algo y el señor nos mande ese hijo que tanto deseo.-gruño con ira saliendo bruscamente de ella escuchandola sollozar mientras el la soltaba y ella caía de rodillas al suelo temblando.-me largo!!.-gruño furioso terminando de acomodar su pantalón, la miraba de reojo caminando hasta la puerta encontrándose a su consejero al abrirla mirandolo con sorpresa por su clara molestia.