capitulo 16

495 20 8
                                    

Luego de esa charla con naomi y John higurashi, el rey duró todo el día en su despacho tratando de concentrarse para trabajar, le había pedido a su madre que le mantuviera informado del estado de su esposa, claro está después del sermón que le dio esta por alterar de nuevo a la reina, la cual después de que kaede le diera el té mandado por totosai y la obligara a comer algo, se quedó dormida sintiendo como el cansancio de los hechos del día la invadían, por lo menos su bebé estaba bien y eso era lo que le importaba en ese momento, debía cuidarse para que su bebe estuviera bien y naciera sano, la noche llegó rápido haciendo que la reina llorara hasta dormirse en la Soledad de sus aposentos, sabía que su rey no vendría a verla y ella aún no estaba lista para verlo pero aún así no podía evitar sentirse melancólica por su ausencia.

Por otro lado el rey seguía en su despacho aún a altas horas de la noche, no iba apoder dormir, el insomnio había vuelto a atraparlo al saber que su reina lo volvía a odiar, se odio a si mismo por eso, si el no hubiera sido un idiota y la maldita zorra de kikyo no se le hubiera metido por los ojos esto no estaría pasando, suspirando volvió a su trabajo, nada podía hacer ya, arrepintiendose no cambiaría las cosas, ya las cartas estaban hechadas y el destino escrito ya no habría más que hacer.

El día siguiente paso igual, el rey en su despacho, la reina deprimida en su habitación junto con isayoi y kaede, kikyo y bankotsu encerrados en los calabozos mientras este era golpeado por los guardias delante de su hermana que suplicaba porque pararan de lastimarlo, los higurashi seguían en palacio preparando sus pocas cosas para su destierro, el día paso igual de rápido que el anterior y por fin había llegado el día de la ejecución de la consorte del rey, ese día el palacio se encontraba en completo silencio a la espera de la sentencia de los traidores, el rey salió de su despacho mandando a arreglar su Tina a la habitación continua a los aposentos de la reina para prepararse para la ejecución, media hora después el rey salía con porte elegante y poderoso de sus aposentos caminando hasta el trono que tenía cerca de un balcón que le permitía la vista de donde sería la ejecución, vio como su pueblo se reunía para ver como la bruja era decapitada por sus actos, suspiro frustrado sentándose en su trono, nunca le había gustado tener que mandar a ejecutar a nadie, desde niño siempre se molestaba cuando su padre ejecutaba a alguien diciéndole que siempre había una mejor solución, sonrio con nostalgia al recordar las palabras de su padre en ese momento "cuando seas rey entenderás que hay cosas que no se pueden perdonar inuyasha.... las reglas te obligarán a actuar", esas fueron las sabias palabras de su padre en aquel entonces y ahora las entendía a la perfeccion.

Escucho un escándalo provenir de afuera llamando su atención y haciendolo ver como sus guardias arrastraban a kikyo donde seria ejecutada, desviando su mirada pudo ver a los higurashi observando la escena a una distancia prudente viendo a kikyo con profunda tristeza y dolor mientras los aldeanos le lanzaban piedras y tomates para humillarla más, el rey alzó la mano para que el pueblo se calmara y empezaran con la ejecución, un guardia se acerco con un mandato escrito y firmado por el rey para leerlo en voz alta al pueblo.

Guardia:leidy kikyo higurashi consorte de su majestad el rey inuyasha taisho....hoy se le acusa de bruja y asesina del heredero su condena será la ejecución!!!!.-grito alto para que todos escucharan haciendo que los aldeanos se volvieran a alterar insultando a kikyo.

Inuyasha:silencio!!!.-ordeno el rey para continuar con la ejecución.

Los guardias que agarraban a kikyo la dejaron de rodillas en el suelo con las manos atadas a la espalda con un cuerda que sostenía un guardia por si esta quería escapar, al estar ya arrodillada el caballero de la muerte se acercó a ella acomodándo la filosa espada en su cuello para coordinar un corte perfecto, el hombre antes de cortarle el cuello ordenó a la mujer dijera sus última palabras viendo como kikyo alzaba la mirada sonriendole con malicia al rey que la miro con el seño fruncido esperando que hablara.

las hermanas higurashi y el rey taishoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora