Amantes (Taehyung & Tu) 》omegaverse《

03

Estaba enojado.

Casi siempre tenía las mismas discusiones con su madre y Eunji, eso no tenía tanta relevancia para él, es mas, ya se había acostumbrado. Pero notar como su hermana por primera vez fue capaz de expresar lo que sentía y que aquello no era similar a sus sentimientos lo hacía cabrear y entristecer en desmedida. Siguió su camino hasta su habitación encerrándose en esta con pestillo para evitar que lo jodieran más de lo que ya estaba, pasó todo el día metido en ese gran espacio e incluso se saltó las comidas con el propósito de no ver los rostros de las personas que la mayoría de veces le impedían disfrutar de un momento a solas con su Noona. Recostado en su mullida cama no pudo evadir el pensamiento de Hyolin con otro Alfa, con una marca y rodeada por sus cachorros viviendo la vida que tanto anhelaba pero que no se veía tan cercana a causa suya, por ser egoísta, por solo quererla para él sin importar el que digan los demás.

Taehyung sabía de antemano que aquel amor que sentía por ella no era ni sería bien visto por nadie, que era algo insano sentir esas emociones hacia alguien con quién compartes lazos sanguíneos. Aún así eso no lo detuvo de amar a Hyo como lo hace, desde que tiene memoria no hubo un solo día en que estuvieran separados, hacían todo juntos e incluso dormían en la misma cama, y sin darse cuenta la marcaba con su olor al restregarse en ella innumerables veces, no sabía que lo hacía puesto que su olor no era tan fuerte en ese entonces, pero a medida que crecían no podía detener el apego que iba desarrollando, adoraba los gestos que ella le otorgaba cuando eran fechas festivas, a pesar no ser nada valioso o costoso para muchos, más para él, el simple hecho de que vinieran de sus delicadas y finas manos era lo mejor que podrían haberle obsequiado y lo atesoraba con su vida, también se percataba de las travesuras que realizaba solo por estar cerca de él y eso muchas veces lo llevaba a sonrojarse porque era un acto que la mayoría de los niños como ellos no haría para evitar los castigos impuestos por sus progenitores pero ella siempre marcaba la diferencia, solo por él.

Y cuando ocurrió su presentación, todo se intensificó.

Cuando tuvo su primer celo fue extraño. Su lobo rechazaba cualquier aroma que no fuera el de su hermana, él solo reclamaba a la Omega de Hyolin. No quería a nadie más. Por esa razón fue que les impartieron habitaciones a cada uno, sus padres usaron esa excusa para finalmente separarlos un poco, como Taehyung no podía controlar a su parte animal después de dos días tuvieron que inyectarle supresores, sin embargo no surtió efecto alguno, llevaron a tres Omegas a su casa para que tuviera la opción de escoger con quién apaciguar la calentura que se cargaba en ese momento, desafortunadamente ninguno fue aceptado; la pelinegra estaba desesperada, pues ya no sabía cómo ayudar a su pequeño hermano para aliviar su dolor, corriendo el riesgo de que sus padres la sancionaran por hacer algo tan peligroso como eso se adentró en su habitación, recibiendo de golpe las fuertes feromonas que emanaba el peliazul. Se acercó lentamente a su cama para observar de cerca al menor, viendo que se encontraba dormido. Alzó una mano comenzando a acariciar las mejillas sonrojadas de manera superficial para no despertarlo, pero Tae abrió sus párpados con solo sentir la yema de sus dedos.

- Noona...

- Hola, Tae. - intentó levantar su mano pero el otro la mantuvo en su lugar con la suya, sentir el toque de esta le brindó una sensación reconfortante y mitigó un poco su dolencia. Hyolin pudo ver cierta calma en sus ojos por lo que no hizo nada para alejarse, es mas, se recostó junto él y masajeó un poco el lugar con su dedo pulgar. - ¿Cómo te sientes?

Su mirada pasó de sus ojos a sus labios, carnosos, suaves y con una tonalidad natural similar a la cereza. - ¿Quieres la verdad? - ella asintió - Caliente.

Vio como sus pómulos adquirían un tono rojo, producto de lo avergonzada que estaba. - ¿Caliente? ¿Cómo...? ¿Qué quieres decir con caliente?

La mayor sabía por experiencia propia lo que era sentirse así a causa de los celos que había tenido. Aún así no quería descartar las posibles causas por las cuales se sentía de esa forma.