Nos ubicamos en la mansión Namikaze exactamente en la habitación matrimonial donde una pelirrosa envuelta en una toalla se estaba peinando mientras que su marido estaba en la ducha. Ella con solo recordar como su amado le había destrozado la lencería y la había hecho suya de tal manera le había causado un poderoso rubor en sus mejillas.
*Naruto: Ya estoy listo.
*Sakura: Me dejaste cansada.
*Naruto: Jaja.
El rubio se acercó a su esposa para poner sus brazos en la cintura y besarle el cuello ocasionándole un gemido que hizo despertarlo.
*Sakura: Na...Naruto.
*Naruto: ¿Qué pasa?
*Sakura: Te has emocionado rápido.
*Naruto: ¿Otra ronda?
*Sakura: Pero destruiste la lencería.
*Naruto: Me gustas más desnuda, ¿Qué dices?
*Sakura: Otra ronda me gustaría.
AL DÍA SIGUIENTE:
*Sakura: Me duelen las piernas.
*Naruto: Jaja.
*Sakura: ¿Acaso quieres embarazarme de nuevo?
*Naruto: Claro, mínimo unos 8 hijos más.
Sakura cerró los ojos imaginándose a niños y niñas rubios y pelirrosas corriendo hacia ella diciéndole mamá para abrazarla.
*Sakura: Idiota.
*Naruto: Pero soy tu idiota.
*Sakura: El único.
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*Naruto: Te amo.
*Sakura: Y yo a ti.
*Naruto: Me voy a la oficina.
*Sakura: Son las 11 de la mañana, ¿Crees que Shizune-san no se molestará?
*Naruto: Dudo porque iré solo a ver algo rápido y vendré a casa.
*Sakura: Yo disfrutaré mi día libre.
*Naruto: Nos vemos.
El rubio llegó a su empresa para ver que todos los pasillos estaban emocionados y felices, Naruto preguntó en voz alta que estaba pasando. Todos los empleados se asustaron por la imponente voz de su jefe pero Shino se acercó a Naruto para decirle que Kakashi le había pedido matrimonio a Shizune.
