Capítulo 2. "Luna, la testigo de todo."

42 17 5
                                    


(Nota: a partir de este capítulo cambiaré a la narración en primera persona, usando la famosa técnica del P.O.V. Así será mejor conocer a los personajes. Que lo disfruten uwu.)


A las afueras del pueblo de Moonville.

Domingo 24 de agosto. 11:30 a.m.

Leonardo Meléndez.

Y estábamos por llegar, a Moonville, después de siete años de ausencia; donde mi familia se mudó a otra ciudad por temas de trabajo de mi papá; volvimos aquí a nuestro pueblo natal, la razón, mis padres se divorciaron y mi madre decidió regresar al pueblo donde tenía la casa de los abuelos por herencia; nuestra vieja casa. Lo bueno de aquello es que fue un divorcio tranquilo, pacifico, ya no había amor entre ambos y fue la mejor decisión para todos.

— Oh, miren ya estamos por llegar... -Dijo con emoción Luna, que estaba sentada en el asiento trasero del auto; yo estaba en el asiento del copiloto y mi madre conduciendo. – Ahí está el cartel, vaya... Pensé estaría en peor estado.

Comentó mientras se asomaba entre el espacio de los dos asientos delanteros y con su dedo índice derecho señala el cartel de bienvenido al pueblo que se acercaba cada vez más mientras que mi madre seguía conduciendo; me asomé por mi ventanilla para verlo mejor.

Un cartel rectangular, posicionado en el lado derecho de la calle, con palabras en cursiva, pintado de rey y una ilustración de una luna llena que servía como lámpara en las noches. Enfocando mi vista logré leer sus palabras: "Moonville. Donde su gente brilla como la luna."

Siempre se me hizo ridículo aquel slogan, pero tenía razón; cada persona en Moonville, tenía su brillo y, hablando por mí mismo, la gente del pueblo siempre fue buena.

— ¿Listos para nuestra nueva vida? – Dijo mamá con una sonrisa en su rostro; una sonrisa de esperanza más que nada. –

Mamá tenía treinta y seis años de edad; con la piel morena como nosotros, pero con los ojos verdes y el cabello castaño. Es una hermosa mujer, atenta, simpática y amorosa; aunque como toda madre da miedo cuando se enoja.

— ¡Sí, la verdad es que sí! Quiero ver cómo ha cambiado el pueblo, comenzar la escuela en la preparatoria "Prisma Lunar" ... Vaya, eso suena a Sailor Moon. – Dijo Luna mientras empezó a reír; tanto mi madre como yo nos reímos un poco con ella. –

La verdad estaba un poco nervioso, porque el inicio de clases era justamente mañana y era algo raro porque éramos nuevos, los de nuestra generación ya tenían un año juntos; así que deseaba que todo la saliera de mayaría.

—Sí, la verdad yo también estoy algo emocionado... -Confesé mientras les sonreía a mis familiares para después decir. – Y espero que Cindy's este aún abierto.

Sentí un pequeño golpe sobre mi hombro izquierdo, volteo confundido y algo enojado hacia mi hermana mientras la escuchaba.

— Ay, a ti solamente te importa la comida. –Expreso enojada para después reír un poco para después mencionar. – No solamente podemos ir a comer, podemos caminar por ahí y ver los cambios que ha habido en el pueblo.

— Eso lo puedes hacer tú sola, yo quiero dormir. –Dije dando un ligero bostezo mientras me acomodo en el sofá, veía por mi ventanilla como nos adentrábamos al pueblo recordando ligeramente la calle principal "Moonlight".

Las casas, establecimientos, hasta la calle era exactamente como lo recordaba, pero algo se sentía diferente, digo... no todo queda exactamente igual que hace siete años.

Moonville.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora