Capítulo 6: Un equipaje lleno de esperanza.

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En un momento de reflexión solo, en su cuarto, Joel le daba vueltas en su cabeza a todo lo que iba a tener que pasar a partir de ahora. Con solo pensarlo, sus nervios le podían y su corazón comenzaba a palpitar de manera muy acelerada mientras sus manos le comenzaban a sudar.

Realmente era una gran carga que no estaba prevista con esta edad, así que a Joel le costaba mantener la tranquilidad. Esto propiciaba que sus sentidos se agudizaran de forma que detectaba cualquier presencia a no menos de un radio de 300 metros.

El Ryu comenzaba a desatarse con mayor facilidad mientras el organismo asimilaba el poder y se hacían a ello. Estos eran síntomas de un cambio por el cual el cuerpo de Joel estaba pasando al haber asimilado el Ryu como un poder"propio".

Con la noche tranquila, observando las luces de las farolas por su ventana, las calles estaban desoladas. Esta sería su última noche que dormiría en casa. Para relajarse, se le ocurrió dar un paseo por la playa como normalmente hacía. Después de caminar alrededor de media hora, decidió quedarse en un parque a pie de playa donde solo se encontraba él.

Mientras se columpiaba de manera apacible, pasaban pensamientos por su cabeza de forma que no sabía lo que podría pasarles a sus seres queridos si se encontraran en peligro, su intranquilidad le jugó una mala pasada y sus pensamientos solo eran negativos. Visualizaba un escenario en el que sus amigos estuvieran tirados en el suelo mientras sus manos estaban manchadas de sangre sin poder hacer nada. Una gran tensión oprimía sus músculos de forma descontrolada, de repente el viento comenzó a levantarse de manera agresiva propiciando el tambaleo de los árboles. Joel no podía contener su impotencia.

Joel: Esto... no puedo permitirlo... No tengo el poder necesario para hacerlo. ¿Qué pasará si al final no lo consigo...? No puedo dejarlos tirados. Morirán por mi culpa sin que yo no pueda hacer nada... Grrrr... ¡¡JODER, QUIERO SER MÁS FUERTEEE!!

El Ryu de Joel se descontroló formando un aura que se distorsionaba de color, pasando de ser azul a tener un color de tono rojizo. De la rabia contenida, cargó el puño y le atizó a un árbol, el cual arrancó de raíz y lo hizo volar varios metros llegando hasta la arena de la playa. La gente de la ciudad se alarmó escuchando un fuerte impacto, entonces, Joel decidió marcharse antes de que lo vieran, quedando en una situación de shock en la que se sorprendió por la forma en que se descontroló su poder.

Este suceso dio de qué hablar en la ciudad, la gente estaba sorprendida, algo extraño derrumbó un árbol de gran tamaño de manera brutal, como si de una bestia se tratase, propinándole una tremenda embestida. Los amigos de Joel sintieron una gran curiosidad por dicho fenómeno, haciéndoles investigar la causa del desastre.

Jordan: ¡Hey, chicos! ¿Habéis visto lo que ha pasado en el parque?

Yuri: ¡Sí, tío! Yo por la noche, desde mi casa escuche algo pero no pensé que fuera para tanto.

David: Pero... ¿Cómo han podido tirar el árbol de esa manera? hay que tener mucha fuerza para arrancarlo de cuajo.

Oscar: Vete tú a saber qué bestia ha podido hacer eso.

David: Según la gente, nadie vio cómo pasó.

José: Mm... Una bestia... ¿Habrán bestias sueltas por la ciudad? ¿Os imagináis que hay algo peligroso rondando por nuestra ciudad...?

Yuri: ¡Mira, no te montes películas que aquí no va a venir ningún hombre lobo ni nada por el estilo! ¡Haber si ahora nos vamos a volver majaras de la cabeza!

Jordan: Pfff... yo quiero pensar que no pero... ¿Y si es verdad, y hay algo que no conocemos suelto?

Yuri: Eso... ya tuvo que saltar el otro tonto con sus paranoias de turno.

Andrey: Esto ya no parece ni una conversación seria, chavales.

Yuri: Normal, se creen el cuento de la caperucita y el cuento del coco. Parecen niños chicos. "Que viene el lobo, que viene el lobo", el lobo mis cojones. Anda... vamos a jugar un partido para olvidarnos de esto.

David: Bien dicho Yuri, tú tan tajante como siempre, jaja.

José: Bueno... mejor prevenir que curar. Así que yo no me confiaría hasta estar seguros.

Jordan: Eso mismo iba a decir yo. Haber que pasa al final.


Ya era el momento, un adiós que dolería en lo más hondo de su corazón. Joel, ya había llegado al mirador, y mientras esperaba la llegada de Edher, contemplaba lo que parecían sus últimos segundos en la Tierra. De la nada, repentinamente apareció Edher, sorprendiendo a Joel, éste se extrañaba porque no sentía su presencia, mientras que en otras ocasiones si llegaba a percibir a las personas.

Edher: Hola de nuevo, Joel.

Joel:¡¿Pero... como lo haces?!

Edher: ¿A que te refieres?

Joel: ¡No consigo percatarme de tu llegada, ni siquiera sentirte!

Edher: Ahora mismo es normal, cuando aprendas a utilizar el Ryu sabrás cómo ocultar tu presencia. El Ryu que tienes no está bien desarrollado, de esta forma, alguien que también sepa manejar el Ryu libremente a su antojo, puede engañar tus sentidos fácilmente.

Joel: Vaya... si que estoy verde aún. Bueno... es hora de irnos, ¿no?

Edher: Sí, ¿estás preparado?

Joel suspiró profundamente: Sí... ya no hay vuelta atrás.

Edher: Muy bien. Pues así sea. Cógete de mi brazo.

Joel: Sí.


En ese instante, desaparecieron en un haz de luz que no dejó rastro ninguno. Desde ese momento el tiempo comenzó a correr. El sello estaba cada vez más cerca de romperse, mientras el destino de la humanidad se la juega solo a una carta.

Un camino celestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora