Promise of love || Kookmin

11. Corazón

Capítulo narrado por Taehyung.

El sábado había llegado por fin, toqué el timbre de la casa de Yoongi con una sonrisa en mis labios sosteniendo la caja de madera que tenía en mis manos.

– Tae, qué sorpresa tenerte por aquí. ¿Buscas a Yoongi? Está en su habitación.

– Muchas gracias, señor Min.– El hombre me dejó pasar y luego subí las escaleras para ir a su habitación, entre nosotros ya había demasiada confianza por lo que podía prácticamente entrar y salir de su casa libremente. Era como mi segundo hogar.

Toqué la puerta de la habitación de Yoongi y cuando escuché su voz diciéndome que podía pasar, lo ví sentado en el piso mientras armaba un rompecabezas.

– Hola, vine de visita.– Saludé cerrando la puerta de su habitación y me acerqué a él tomando asiento a su lado.

– Hola, Tae.– Dejó de hacer lo que estaba haciendo para prestarme total atención. Me gustaban mucho estos tipos de detalles de Yoongi donde dejaba de hacer algo sólo para mirarme a mí y ponerme atención.

– Cuando fuí a casa de mis abuelos, encontré esta caja de recuerdos en mi antigua habitación y quería abrirla contigo porque sé que estarás aquí.

Él se acercó un poco más a mí logrando acelerar mi corazón y aún más cuando pude oler el dulce aroma de su loción característico de él.

– Bien, entonces ábrelo.

Asentí y a partir de ese momento comenzamos a ver todas aquellas fotografías en las que efectivamente, en la mayoría de ellas estaba Yoongi conmigo. Era sorprendente todo lo que habíamos pasado juntos.

– ¿Recuerdas nuestra noche de brujas?– Pregunté mientras tomaba aquella fotografía de los dos vestidos de calabazas.

– Imposible olvidar ese día. Yo quería disfrazarme de vampiro, pero tú me obligaste a vestirme de calabaza como tú y fue muy vergonzoso.

Se me hizo inevitable no reír con ternura por su comentario.

– Es que tú ya eres un vampiro, Yoongi. No has cambiado, tu rostro sigue igual como si no envejecieras...– Dije pasando las fotografías que ya habíamos visto con anterioridad.

– Tú te volviste muy guapo.– Confesó él y lo miré con una sonrisa coqueta.

– ¿En verdad? Pues para mí siempre fuiste alguien muy lindo.– También confesé logrando avergonzarlo un poco. Amaba cuando lograba ponerlo así. Era muy lindo verlo sonrojarse por algo que había salido de mí.– Hemos pasado tantos años juntos que realmente puedo considerarte como un hermano.– Cerré la caja sin pasar de desapercibido aquella mueca que solía hacer Yoongi cada que lo llamaba así. Hermano.

– Afortunadamente no lo somos.– Dijo finalmente y formé un puchero.

– ¿Por qué no, Yoongi? ¿a caso no te gustaría pasar todo el día conmigo?

– No necesitamos ser hermanos para eso, Tae. Además yo no te veo como un hermano.

– ¿Ah no?

Él negó ante mi pregunta y luego suspiró. Conocía esa expresión y sabía que en su mente pasaban muchas cosas para decirme.

– Seré honesto contigo sin importarme los riesgos. Si no soy correspondido, está bien, sé que nuestra amistad permanecerá y que esto quedará sólo como un bobo recuerdo...– Murmuró y ladeé mi cabeza.– Tae, me gustas y no como hermano, ni siquiera como un amigo. Me enamoré de tí desde hace tiempo y recién ahora te lo digo ya que no has entendido mis indirectas y estoy cansado de eso.

Me quedé congelado, era como si mi mente comenzara a procesar cada palabra que había dicho.

– No necesito que me correspondas, ya te lo dije. Podemos seguir con nuestra amistad y olvidar todo-

No pudo terminar de hablar porque yo lo interrumpí cuando me acerqué a él colocando mis manos en sus mejillas mirándolo fijamente a los ojos sintiendo nuestras respiraciones demasiado cerca.

– Tú también me gustas, Yoongi.– Susurré.– Pero tengo miedo.

– ¿Miedo de qué, TaeTae?– Susurró él, nuestras miradas estaban completamente perdidas en las del otro como si se tratara de alguna especie de hechizo.

– Los noviazgos muy pocas veces terminan bien, y si nos arriesgamos con eso y terminamos después, todo se acabará.

Y ese era mi miedo. Me gustaba Yoongi desde hace varios de años, ni siquiera fuí conciente del momento en el que comenzaron mis sentimientos, sin embargo había buscado la manera de alejar esos pensamientos por todo ese miedo. Y ahora que sabía que el sentimiento era correspondido, quería algo más. Pero ahí estaba el miedo.

– Lo sé, pero ¿sabes algo? Yo jamás tuve ese miedo contigo.– Confesó uniendo nuestras frentes.– Nos conocemos perfectamente bien que siento que una relación contigo no acabaría nada mal. Tenemos confianza, respeto y ahora me entero que también amor, ¿cuál sería el problema para que todo salga mal, Tae?

Sonreí de escuchar esas palabras y en un pequeño movimiento junté nuestros labios, él se sorprendió pero se dejó llevar ante mis lentos movimientos y cuando nos separamos él lucía sorprendido.

– ¿Somos novios?– Pregunté y él tocó sus labios tratando de descifrar todo.

– ¿Tú quieres?

– ¿Qué podría salir mal, gatito?

Él me sonrió ampliamente y finalmente me abrazó hundiendo su rostro en mi hombro. Ambos estábamos igual de felices. Yo acaricié su cabello y así permanecimos hasta que se separó de mí para mirarme a los ojos.

– Eres maravilloso, Tae.

– Tú también, Yoongi.– Besé su frente y después miré el del rompecabezas de 500 piezas aún sin armar, la mayoría de sus piezas eran azules.– ¿"La noche estrellada"?– Pregunté y él asintió.

– Sé que eres fanático de Van Gogh, así que cuando ví el rompecabezas en una librería, lo compré para tí. Lo iba a armar para regalartelo con una nota atrás contándote de mis sentimientos hacia tí.

– ¿Ves por qué eres tan maravilloso?– Acaricié su mejilla y me enternecí cuando lo ví cerrar sus lindos ojitos.

– ¿Quieres armarlo conmigo? Recién comenzaba.

– ¡Porsupuesto que sí!– Grité emocionado.– ¿Puedo poner música?– Él asintió, saqué mi celular para colocar una canción de rap que últimamente tenía en mi cabeza.

– ¿Rap? La otra vez colocaste música clásica.

– Ambos géneros me encantan, pero ahora tengo ganas de rap.– Contesté mientras movía mi cabeza al ritmo de la música haciendo sonreír a Yoongi.

Y entre intentos de rap por mi parte y versos perfectos de Yoongi, armamos aquél rompecabezas. Fue muy divertido estar con Yoongi así, momentos como esos atesoraba demasiado en mi corazón. Yoongi formaba parte de mi corazón y de mi felicidad. Y sé que lo haría por más largos años.