Capitulo 17.

24 11 1
                                    


Detalles innecesarios.

—Bueno, chicas. —Habla Angela al llegar a la casa—Su padre necesita la ayuda de ustedes, y al ver como esta su relación, he decidido quedarme ayudarlas.

—No, no necesitamos la ayuda de la persona que es culpable de todo lo que esta pasando. —Aylen reprocha con su voz baja, por haber llorado por un buen tiempo.

—Mira, Aylen. Al principió no entendía porque me decías eso, pero con la explicación en el hospital, ya lo entiendo. —Angela toma una respiración, ante de continuar. —Nada de esto es mi culpa, Aylen. Tu malinterpretaste todo, nadie te dijo, nadie te apunto con un arma y te amenazó con hacer todas esas cosas que hiciste. Nadie, Aylen nadie te dijo que le hicieras esas cosas que le hiciste a tus hermanas. No me eches la culpa de algo que solo tu eres causante.

Amanda y Amelia asienten con la cabeza, y no se encargan de defender a su hermana, como semanas antes lo hubiesen hecho.

Aylen, mira mal a las personas que tiene en frente antes de salir. Angela y las chicas no hacen nada por evitar que se vaya. Tampoco se preocupan cuando pasan dos horas y Aylen no ha vuelto.

(***)

Aylen deja caer sus pies al otro lado del balcón de su habitación, hace un rato había llegado, y ellas no se habían percatado. El viento hace que su cabello le tape su campo de visión, con una de sus manos lo separa de su rostro, y vuelve a sostenerse del balcón para no caer. Lleva un rato pensando en que hacer, en que le convenia hacer, y al tener la respuesta, bajo cuidadosamente del balcón, para luego salir de su habitación y bajar a la sala, donde sus hermanas y tía se callaron al verla.

Ignoro ese hecho bajando su rostro y jugando scon sus manos en señal de nerviosismo.

—¿Pasa algo? —Pregunta Angela.

—No, solo...—Aylen finge un sollozo, y no impide que unas lágrimas mojen su rostro. —Solo, vengo a disculparme por todo lo que he ocasionado.

Antes de poder decir a detalle por qué había hecho eso y del porque de su disculpa, su hermana, Amanda la detiene.

—Todo lo que nos quieras decir, es innecesario, tus falsas disculpas, tus falsas lágrimas, los detalles de todo, todo es innecesario, así que, Aylen, ahórratelo.

La frialdad con la que había hablado sorprendió a todas las chicas de la sala, Aylen frunce su ceño y subió corriendo a su habitación, cerrando la puerta de un portazo, portazo que escucha su padre, mas no va detrás de ella, o baja a ver que paso, pues ya lo sabe, ya escucho todo y no puede creer lo falsa que pensaba llegar hacer su hija.

La favorita©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora