Capítulo 8

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Eran las nueve de la noche y Wheein aún estaba en su casa. Se había quedado dormida en el sillón apenas puso un pie en el lugar y el tiempo se le habían pasado volando. Cuando se dio cuenta de la hora prácticamente corrió a su coche dejando todas las luces encendidas. Condujo a alta velocidad, estaba algo lejos del bar y rezó porque no se le cruzara otro auto y pasara lo de meses atrás.

Cuando bajó del coche las luces del bar estaban todas apagadas. Eran las diez y no había un alma por ningún lado. Golpeó la puerta, gritó su nombre incluso, pero nada, Hwasa no estaba ahí.

Lo primero que se le ocurrió fue llamar a Moonbyul y suplicarle para que le envíe su dirección. No necesitó mucha súplica tampoco, se la dio sin pensar demasiado, solo le pidió que conduzca con cuidado y que no lo arruine esta vez.

"Llegué tarde." Fue lo primero que dijo cuando al tocar la puerta quien le abrió fue un muchacho alto. El joven la miraba desde arriba por la diferencia de altura, con el ceño fruncido y no entendiendo absolutamente nada.

"¿Tú eres...?" Dijo el muchacho. Wheein no sabía qué decir.

"¿Amor?" Oyó la voz de una mujer llamarlo. El corazón se le aceleró y cerró los ojos. "¿Quién está ahí?" No, esa no era la voz de Hyejin. La había escuchado tantas veces que podía sentirla hasta en los huesos.

"Busco a Hyejin" Juntó valor para decir.

"Hyejin no está, fue a despedirse de la ciudad, mañana se va." Wheein sintió su alma romperse. No otra vez. Estaba derrotada, sentía que no tenía nada por lo cual seguir, no tenía ni siquiera energía, todo se había ido de su cuerpo.

El muchacho comenzó a reír como un villano en película de Disney y una mujer se acercó a su espalda para abrazarlo. Era muy parecida a Hyejin, se notaba que tenía más años y era más alta.

"Busca a Hyejin." Le informó el muchacho. "Pero Hyejin no está, se va de la ciudad mañana."

"Oh, tú debes ser..." Dijo la mujer dejando a Wheein atónita. "No seas así Moonbin, ahora la llamo." El alma le volvió al cuerpo. El joven aún la miraba estudiando todas sus reacciones.

"No rompas su corazón otra vez." Le dijo el hombre por lo bajo cuando se quedaron a solas. "No quiero verla llorar." El corazón le dolía.

"Lo juro." Dijo Wheein y apenas terminó de decirlo oyó pasos acercarse. El joven que tapaba las vistas se corrió dejando ver a una Hyejin en pijama, con el pelo desordenado. Wheein se quedó sin respiración. Lucía hermosa.

"¿Wheein?" Dijo Hyejin con la voz ronca, más ronca que lo normal.

"Lo siento, llegué tarde, yo..." Comenzó a decir a toda velocidad.

"Pasa, Moonbin no tiene modales." Lo dijo mientras el muchacho y su novia se iban a otra habitación. "Pensé que no querías verme."

"Nunca pasaría eso, me quedé dormida... Solo.... Lo siento tanto." Hyejin cerró la puerta y abrazó a la mujer con fuerza. Wheein se quedó congelada al sentir el contacto pero luego su cuerpo se relajó y la rodeó con sus brazos. Cerró los ojos y con la nariz en su cuello pudo oler el aroma que quería convivir toda su vida, el perfume de Hyejin.

"No pensé que lo primero que te oiría decir sería un 'Lo siento'" Wheein la oía reírse. "Pensé que sería algo más... Acorde a nuestro primer encuentro."

"¿Prefieres que te diga que eres lo más hermoso de la tierra? Puedo volver a entrar si me lo pides." No mentía, la rubia podía hacer eso e incluso más solo para cumplir absolutamente todos los pedidos de la mujer que tenía en sus brazos.

"Hace demasiado frío para que vuelvas a salir, además creo que no puedo alejarme de ti un minuto más." Lo decía en serio, Hyejin no se había separado de su abrazo ni pensaba hacerlo. "Te extrañé cuando me fui."

"No vuelvas a irte sin avisar por favor, me iría a buscarte hasta el fin del mundo." Wheein aún tenía sus ojos cerrados, completamente extasiada por el perfume de Hyejin.

~~~

"Creí que Moonbin me mataría." Dijo Wheein recostada en el pecho de Hyejin.

Después de ese abrazo interminable cenaron algo rápido y terminaron en la cama de la morena, abrazadas como si no hubiera un mañana.

"Moonbin es como mi hermano mayor, nos criamos juntos y siempre estuvo enamorado de mi hermana." Hyejin aclaró después de besar la cabeza de Wheein. "Cuando llegué a casa después de que no apareciste me vieron triste y me obligaron a contarles de ti." La morena coló una mano en la espalda de Wheein, que se estremeció y trató de contener sus pensamientos. "Les caes bien."

Wheein estuvo en silencio tratando de procesar todo lo que había ocurrido y como ahora había terminado en la cama de la mujer de sus sueños, abrazándola y embriagándose con su perfume.

"¿Por qué te fuiste?" Fue la primera vez que Wheein despegó su cabeza del pecho de Hyejin y la miró a los ojos. Pudo ver cómo su mirada se humedecía.

"Mi madre murió en Jeonju, tuvimos que viajar y hacernos cargo de todo, la casa, los papeles, el duelo interminable... Aún no creo estar bien, si no hubiera tenido tantas ganas de verte me hubiera quedado allí una temporada." Confesó Hyejin.

"¿Tu trabajo?" Preguntó Wheein.

"Necesito sanarme para poder sanar a los demás." La rubia la abrazó fuerte, pegándola a su cuerpo. "¿Quieres venir a Jeonju conmigo unos días?" Hyejin sentía que se había tirado a la piscina sin fijarse si había agua dentro, solo había salido de su boca, quería irse de la gran ciudad y ya no podría separarse del calor de Wheein.

La rubia levantó la mirada poniendo el mentón en el pecho de Hyejin. La miró por unos largos minutos.

"Lo siento, es precipitado, lo entiendo..." Dijo la morena apartando la mirada. Wheein acercó su boca y la besó. Otra vez sintió esos suaves labios contra los suyos y su cuerpo comenzó a estremecerse. Nunca se acostumbraría a esto.

"Sí, quiero irme a Jeonju contigo." Hyejin sintió felicidad después de un largo tiempo.

Strip - WheesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora