Capítulo 1- Una hermosa hada

1.3K 122 25
                                    

Orario, una ciudad conocida como el centro del mundo. Esto era debido a que cada día cientos de personas iban a vivir allí para cumplir sus sueños y ser aventureros o reconocidos.

En una zona de ruinas se encontraba viviendo 2 personas, una diosa y un niño de 14 años que apenas llevaba unos días de haberse convertido en aventurero, esta es su historia.

X X X

En una iglesia abandonada y en ruinas se encuentran viviendo la diosa Hestia y un niño humano de 14 años llamado Bell Cranel. Ojos rojos como rubíes, cabello tan blanco como la nieve virgen, éste se caracterizaba por estos rasgos tan llamativos y porque siempre que lo veían lo comparaban con un conejo.

Estos 2 vivían en la iglesia, específicamente en el sótano de ésta en la cual la diosa dormía en una cama y el niño en un sofá largo.

× × ×

Eran las 5:30 de la mañana y el joven aventurero ya se había alistado para ir de camino al calabozo para recolectar dinero y así poder tener para comprar alimentos e ir ahorrando.

Bell: Ya me voy, Kami-sama * hace una reverencia y se va *.

Bell sube las gradas y sale de la iglesia para empezar a correr hacia el calabozo que se encontraba por debajo de una gran torre al centro de la ciudad.

Cada momento que pasaba iba aumentando su velocidad y ganas de llegar para poder juntar piedras mágicas y luego cambiarlas por valis.

15 minutos después.

El joven se encontraba en el gremio debido a que hablaría sobre a que piso podía ir con su asesora.

Su asesora era la más popular del gremio, una semi-elfo de cabello castaño y ojos verdes. Su nombre era Eina y era una joven muy hermosa.

Bell: Eina-san, ¿a que piso podré ir hoy?.

Eina: Por tus estadísticas a lo mucho que puedes ir es al piso 2, de lo contrario se te dificultará mucho si bajas más y podrías llegar a morir.

Bell: Ya veo * agacha la cabeza *.

Eina: * lo nota * No te preocupes Bell-kun, algún día lograrás bajar más.

Bell: ¡Si!... ¡Nos vemos Eina-san! * se va *.

Eina: * sonríe *.

× × ×

Habían pasado 2 horas después de que el joven se había despedido de su asesora y ahora se encontraba en los primeros 2 pisos matando monstruos y recolectando sus piedras mágicas.

Bell: Si sigo en este piso no podré juntar más piedras mágicas y éstas no valen mucho.

La cabeza del joven había tenido una idea.

Bell: Debería de bajar a los siguientes piso...

Justo cuando iba a terminar de hablar recordó las palabras de su asesora y dudo en si bajar porque podría morir ya que la fuerza de los monstruos iba aumentando y él apena llevaba días de hablarse hecho aventurero, por lo tanto no era muy fuerte.

El Conejo y la HadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora