Capitulo 02 | La cena

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Narra Ashlye

Anoche escuché como mi papá hablaba por teléfono en su despacho porque la puerta estaba abierta y yo me encontraba con mi mamá en la sala, se lo escuchaba muy animado. Cuando colgó la llamado, salió muy contento de su despacho y nos miró a ambas, a mi madre y a mí con una gran sonrisa.

—Mujeres de mi vida, la familia Gabucci nos invitó a su casa para un almuerzo.

Yo le escuché atentamente pero no entendía nada.

—Papi, ¿quién es esa familia?— pregunté un poco desconcertada.

—Cariño, es la familia de la niña de la que tanto nos hablas, tu compañera de preescolar— me explico mi madre muy pacientemente.

Sentí una presión en el pecho, no una de las malas, sino una presión de alegría, por fin iría a la casa de mi mejor amiga y conocería a su familia, ella me hablaba mucho de sus papás y de su hermano (creo que se llamas Alec y tiene 7 años).

—¡Es en serio papi!— salte de un brincó y fui corriendo hasta llegar a él,—Es serio, yo quería ir a Camille—me levantó por los aires y me reí muy alegre, de dejó en el suelo y me miró a los ojos.

—Hablo muy en serio hermosa—en sus ojos podía ver qué me hablaba en serio.

—¿Papá porque el papá de Camille te llamó, tú lo conoces?—pregunté un poco curiosa.

—Hija, el papá de Camille es el socio de tu padre— me dijo mamá cuando se acercó a nosotros.

—¿Ustedes trabajan juntos?, ¡No lo puedo creer más cosas buenas!— grite eufórica mente.

—Se ve que estás muy emocionada cielo.

—Claro que lo estoy, iremos a la casa de mi mejor amiga, no solo es mi amiga, ella es como mi hermana, la quiero mucho mucho.

La verdad es que me encantaba que Camille sea mi amiga; yo no tenía hermanos, mi mamá me explico porque no los tenía un día que me encontró llorando en mi habitación, yo lloraba mucho porque no tenía con quién jugar y ella me dijo que si ella me daba un hermanito o hermanita sería muy riesgos para ella. Y cuando supe que si mi mamá me daba un hermano la perdería a ella y deje de insistir con ese tema.

—Ya es un poco tarde cielo, sería mejor que vayas a descansar si quieres que mañana sea un gran día— a mi mamá le encantaba verme así de feliz.

—Claro que si mami, ¿me acompañas hasta que me duerma mami?.

—Claro que si mi niña.

Subimos hasta mi habitación, por cierto, era enorme, me puse mi pijama y me acosté en mi cama y mi mamá hizo lo mismo, la abracé y me quedé dormida.

Cuando desperté me encontré con mi mamá que estaba preparando mi atuendo para el día de hoy, me miró y me dijo que me alistará que saldríamos dentro de unas horas, fui a hacer mis necesidades en el baño de mi habitación y me puse un hermoso vestido blanco y unas botas color marrón.

Bajé hacia la cocina y me encontré con mis papás desayunando muy animadamente.

—Buen día princesa— me dijo papá y le dedique una sonrisa— estás muy hermosa el día de hoy hija mía.

—Buen día papi, tu eres el papá más hermoso del mundo— le dije y me senté en mi lugar a desayunar.

Cuando terminamos el desayuno nos dirigimos hacía muestra camioneta y salimos de casa, no tardamos mucho en llegar, la casa de Camille quedaba tan solo a un par de calles de la mía.
Cuando llegamos mi padre tocó el timbre del portón de entrada y esperamos a que contestaran del otro lado.

—Buen día, ¿que desea?— una voz muy gruesa se escuchó a través del parlante del timbre.

—Bien día, somos la familia Silver— lo escuché decir a papá.

—Si caballero, lo están esperando en la casa.— dijo eso y las puertas comenzaron se comenzaron a abrir, mi padre siguió conduciendo hacía la entrada de la casa, tenía una vista impresionante, era muy grande y hermosa, se parecía un poco a la mía.

Cuando estacionamos la camioneta, tome las manos de mis padres y nos dirigimos hace la puerta principal y golpeamos, la puerta se abrió al instante y apareció una mujer que aparentemente era la mujer de servicio.

—Pasen por favor— la mujer era muy amable y nos dedicó una sonrisa.

Pasamos y nos encontramos con el señor y la señora Gabucci. Se acercaron a nosotros y nos saludaron muy amablemente.

—¡Quería amigo!— dijo el señor y le dio un fuerte abrazo a mi padre— supongo que ella es tu maravillosa esposa— miro a mi madre, le agarró la mano y le dio un beso en los nudillos.

Luego bajo la vista y estuve en su campo de visión.

—Pero que hermosa niña— me dijo con una sonrisa muy amable— tu debes ser Ashley, es un placer conocerte.

—Sí, soy Ashley— dije un poco intimidada.

—Les presentó a mi esposa, ella es Sasha Gabucci—la mujer me acercó y nos saludó muy cordialmente.

—¿Dónde está Camille?— pregunté ya entrando un poco más en confianza.

—Ella está con su hermano Alec en el piso de arriba, puedes subir si deseas.

No lo dude ni un segundo y salí corriendo hacia las escaleras, esperaba no perderme porque era una casa muy grande y no conocía.

Cuando llegué al próximo piso no me tuve que esforzar buscando a mi amiga, ya que se escuchaban gritos de una habitación que tendía la puerta abierta, llegué hasta allí. Mi mejor amiga y su hermano Alec, creo que estaban peleando por quién sería el siguiente en usar la consola, cuando Camille me miró salió corriendo hacia donde yo me encontraba.

—¡Si viniste!— Gritó con su voz chillona parecida a la mía— ves Alec, te dije que lo era una amiga imaginaria.— dijo eso y le saco la lengua a su hermano.

—Está bien, te creo— su hermano y se acercó hacia nosotras— Hola, soy Alec, hermano mayor de Camille.

—Hola, yo soy Ashley.— le dije muy amablemente. Este me guiño el ojo y salió de la habitación. Era muy presumido para tener 7 años.

—Será mejor que bajemos, pronto estará la comida.— escuché decir a Camille.

—Está bien.—cuando bajamos nos dirigimos al patio trasero dónde había una enorme piscina, un lindo asador y mucho espacio para jugar.

Pasaron varias horas desde que llegamos y la estaba pasando muy bien, comimos, hablamos entre todos y jugamos, luego llegó otro niño que era más presumido que Alec, me dijo que se llamaba Rodric, seguimos jugando entre los cuatro y en un momento con Camille nos fuimos hasta la parte delantera de la casa en dónde había una fuente, las dos paradas y agarrada de las manos pedimos un deseó.

—Deseamos ser amigas por siempre y que nada en el planeta nos pueda separar.— Dicho eso largamos una moneda a la fuente esperando que nuestro deseo dura para siempre.

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Hola pequeñas mariposas, espero que es esta gustando mucho mi libro y les agradezco me que están apoyando en esto.

Los quiero mucho y les mando un beso.❤️

Caminos separados +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora