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No pasaron ni cinco minutos desde que llegó y el botón del control se encendió en rojo

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No pasaron ni cinco minutos desde que llegó y el botón del control se encendió en rojo. Ansioso se acomoda en el sofa; la ventana empieza a aclararse, y allí puede ver como una pareja se besa pacientemente. Disfrutando del beso nota al chico más delgado sacar su lengua antes de lamer sus labios, el hombre más alto la chupa como si de una paleta se tratará, así repetidas veces.

Se preguntaba porque el chico tenia una venda, pero se olvido de todo cuando el de cabellos rubios comenzo a acariciar el miembro del más delgado.

Su respiración comienza a acelerarse, al mismo ritmo que el de cabellos negros, quien a tientas comienza a quitar la ropa del contrario.

El de cabellos rubios despojó rápidamente los pantalones del contrario junto a su ropa interior. Lo gira y luego pega su espalda a su pecho. Mingyu se queda sin aliento, la mejor vista que puede tener.

La erección del más delgado se levanta por las caricias que le brinda el otro. Mingyu se muere por tocar, sus ojos se desvían al rostro del que recibe placer, ve sus labios entre abiertos, sabe que está gimiendo aunque no lo escuche. El rubio lleva sus dedos a la boca del más pálido y este comienza a chuparlos de una manera tan obscena que de inmediato Mingyu se pone duro.

Gime, en la necesidad de acariciarcse, y no lo piensa dos veces, acomoda su mano sobre el bulto en su pantalón, comenzando a dar suaves y apretados masajes.

Se gira hacia su pareja y lo toca con sutileza. Ve la sonrisa del otro cuando acaricia las hebras negras. Traga duro al contemplar el trasero respingon de su pareja con un tenue color rosa.

Mingyu relame su labio y comienza a desabrochar al mismo tiempo que el más pálido lo hace con su pareja.

Mingyu y el rubio tienen su erección descubierta; el de ojos vendados lleva el miembro de su pareja a la boca y Mingyu puede imaginar cómo se la chupa, imagina la sensación de su lengua rosarle su glande para después succionarlo y tragarlo todo tal y como lo hace con el otro hombre.

Y por primera vez, se siente celoso.

Quiere salir de su habitación y entrar a la continua para follar ese lindo trasero y tocar esa cintura estrecha mientras se la está mamando al otro. Pero se abstiene, porque esta prohibido interrumpir sin permiso.

Observa cómo el hombre se libera en la boca del más palido, parte del semen cae por las comisuras de sus labios y este lo lame, con esa imagen se corrió.

Pero él necesita más y sabe que el acto no termina ahí.

El rubio se quita la ropa lo más rápido que puede, puede ver en sus ojos lo apurado que esta por follarse al contrario, él desabotona la camisa blanca del más palido, revelando los pezones marrones y erectos, los cuales empezó a tocar y morder.

Mingyu se siente acalorado, baja sus pantalones hasta sus muslos. Nuevamente su miembro empieza a ponerse duro cuando el hombre mira hacia la ventana y le sonrie al poner al peli negro sobre la cama en cuatro con su culo respingon a su vista, para luego estirarlo con dos dedos de una sola vez. Mingyu no aguantó más y oprimió el botón amarillo, deseando así poder escuchar los gemidos del peli negro. Porque dios, su piel estaba enloqueciendo, a simple vista su piel parecía ser suave y su culo estrecho. Necesitaba escuchar que se sentía a gusto con lo que el otro hacia, necesitaba escuchar los gemidos del rubio para así comprobar si su estrechez le calentaba al 1000%. En segundos escucho los gemidos de ambos y siente un tirón en su entrepierna.

El rubio se hunde en el contrario soltando una maldición deseosa, escucho los chillidos del pálido, pidiendo que se moviera más rápido, sin siquiera haber esperado un poco después de la invasión.

Desde donde Mingyu se encuentra puede ver la olvidada erección del más pálido y piensa que el no sería tan estupido como para dejar de tocarlo. A los segundos el chico empieza a acariciarlo como si hubiera leído el pensamiento de Mingyu, y este imagina que es él el que lo toca mientras lo penetra. Comienza a mover sus caderas y gime, dejando que la pareja del otro lado lo escuche.

Escucha las súplicas del sometido y aunque salen entrecortadas y poco ententibles, se le hace conocido, y aquello le exita mucho más y no se trata de averiguar de quién es pues la incógnita es mucho mejor.

La pareja decide cambiar de posición, el rubio se acomoda a los pies de la cabecera de la cama con la espalda recostada a esta. El de ojos vendados, se sube encima, dando la espalda para montarlo. Mingyu gruño cuando este se auto penetro, en esos momentos quiso ser él quien agarre esa cintura tan estrecha y acariciar el hueso de su cadera para ayudarlo a subir y bajar.

Se puso de pie y caminó hasta el vidrio apoyando su mano y respirando con mayor dificultad, mientras su mano derecha seguía masajeando su miembro al compás del movimiento del rubio.

El anillo en el dedo meñique llamo su atención, pero aquello se esfumo cuando escucho el grito de gloria del chico que saltaba sobre el pene del contrario mientras liberaba su orgasmo. Él chupo su escencia mientras miraba a la ventana con un toque coqueto y fue tan malditamente erótico que hizo que ambos se corrieran.

- Dios- susurra entrecortado

La pareja lo escucha y sonríen. Él más alto se levanta cuando el otro se retira por su propia cuenta. Lo besa mientras le quita la venda. Mingyu alcanza escuchar un nos vemos en la ducha, antes de retirarse y dejandolos solos, desnudo con pocas marcas en su cuerpo que Mingyu estaría dispuesto a continuar.

Pudo ver que el chico buscaba algo en la cama y en pocos segundos ve que sostiene el control y luego se gira dándole la cara a Mingyu.

Él siente que todo pasa en cámara lenta, desde que el beso inicio deseo ver esos ojos.

Cuando lo hace su corazón deja de latir y sus labios se entre abren, la respiración se le entrecorta mientras observa al chico morder su labio nervioso antes de oprimir el botón que deja ver a su espectador.

Cuando la pequeña cortina de humo desaparece, ambos se ven con cara de espanto. La conmoción es tan grande que tartamudea no creyendo su nombre - W-Woonwoo... - el nombrado sintió su quijada caer.

Wonwoo atónito podía ver a su hermano mayor con la mano sobre su miembro, recordando así lo que sucedió momentos atrás.

Escucha que su novio lo llama, y como si de un niño que a cometido una travesura, el solo atina a correr.

Mingyu se queda ahí de pie sin mover un solo dedo, no creyendo que se estuvo masturbando como un enferno al querer follar al que ahora sabe, es su hermanito menor.

Mingyu se queda ahí de pie sin mover un solo dedo, no creyendo que se estuvo masturbando como un enferno al querer follar al que ahora sabe, es su hermanito menor

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PLEASURES - MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora