T R E S

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Jennie se removió en su lugar molesta, la vibración de un celular estaba interrumpiendo sus dulces sueños.

— Jen...apaga la alarma, porfavor. — Murmuró Lisa detrás suyo, apretando más su cintura contra ella.

Jennie estiró su mano hacia el móvil que no paraba de recibir notificaciones. Rápidamente lo silencio y volvió a acurrucarse en los brazos de la tailandesa, quedando frente a frente.

No había vuelto a dormirse, solo se quedó en aquellos brazos bastante cómoda admirando a la hermosa persona que tenía.

— Jen.. — Volvió a murmurar Lisa despues de un rato. La coreana rápidamente cerró los ojos pretendiendo estar dormida. Liz dejó escapar un suspiro y besó la frente de su unnie.

— Estoy...despierta, Lis. — Hablo en un susurro. Rápidamente sintió como Lisa la abrazó con aún más fuerza y dejó escapar una risilla.

— Pensaba que no. Realmente pensé que cuando despertará, ya no estarías aquí. — con ternura acaricio el cabello de la mayor. Jennie se quedó en silencio para escuchar lo que Lisa quería decirle. — Lamento mucho el haberme ido hace siete años. Lo pienso ahora y es un poco infantil...pero tanto mi padre como yo lo necesitábamos. — Suspiro y volvió a besar la frente de Jennie. — Jamás deje de pensar en ti y en Jisoo, pero debía mantenerme allí...jamas crei que duraría siete años. La verdad es esa, jamás deje de extrañarlas o pensar en ustedes. Sorn es una gran admiradora tuya, ella más que nadie me tenía informada sobre ti. Quien diría que una exitosa jugadora de fútbol, también sería una profesional con la moda. — ambas rieron. — Estoy muy orgullosa de todo lo que has logrado, pequeña. — Jennie sonrió sonrojar. — también...veía todos los partidos de Jisoo y sus logros como jugadora profesional, realmente se volvió muy buena. — Jennie frunció el seño. — La verdad es que Jisoo si ha cambiando mucho, no esperaba que ella siguiera jugando...la verdad creo que se iba a dedicar a otra cos..-

— Lis, estamos hablando de mi. — Bromeo Jennie y en respuesta Lisa río y dejo un pequeño beso en sus labios.

— Lo siento pequeña. Como te decís, estoy muy orgullosa de ti y de todos tus logros a lo largo de estos siete años.

Jennie sintió su pecho palpitar muy rápido, sintió una euforia bastante confortante. Se sentía feliz al saber que Lisa se mantenía informada de ella...por otro lado se sintió mal, por ellos jamás siguieron los pasos que Lisa estaba haciendo en Tailandia, pero Lisa estando allí, aún sabía y estaba felices por ellos.

Realmente se sintió muy mal.

— Lo bueno de esto.. — Comenzo a recorrer su mano sobre el vientre de Lisa, ganando un pequeño suspiro de la menor. — Es que estas aquí y nada podrá cambiar eso. — Finalizo sellando sus labios con los de Lis.

La tailandesa encantada le había correspondido, olvidando el hecho de que ambas recién habían despertado, ambas volvieron a dejarse llevar. Siendo sincera, a Lisa no le importaban las miles de llamadas de Jisoo tampoco.

Neh, detalles.

— ¡Joder, Limario Manoban y Jennifer Kimberly!— Jisoo entró pateando la puerta, mientras sus manos tapan sus ojos. Ella sabia que Jennie odiaba mucho que la llamase de esa manera. — ¡No pienso mirar a ninguna. El olor a sexo y bendiciones las delata!

— ¡Jisoo cierra la puerta, cualquiera podría ver! ¡y no me llames así! — Exclamo enojada Jennie.

El pollo como pudo cerro la puerta detrás de si y se quedaron calladas un buen rato.

— Emm...Limon, ¿encárgate lo que te pedí? — Jennie la miro confundida, mientras que Lisa se sonrojo.

— ¿Encargar que? — Ambas amigas se quedaron calladas y ninguna dijo nada.

Por siempre mia | ᴶᵉⁿˡⁱˢᵃ ᴳ!ᵖDonde viven las historias. Descúbrelo ahora