Por siempre mia | ᴶᵉⁿˡⁱˢᵃ ᴳ!ᵖ

D I E Z

Lisa

Después de haber ido al supermercado a comprar algunos bocadillos o frituras entre otras cosas para la pijama fuimos a la casa de Song Joo.

Y aquí nos encontramos todas, con nuestros pijamas ya puestos mientras nos hacíamos preguntas mutuamente o contábamos algunas anécdotas o simplemente chistes o bromas.

— Yo tengo una para Lisa. — Alzo la mano Song Joo y asentí tomando algunas papas fritas llevándolas a mi boca. — ¿Esa chica era tu novia? — Me tomo por sorpresa su pregunta y termine por ahogarme con lo que estaba comiendo.

Comenzé a toser intentando desahogarme pero nada. Shi Jin golpeo mí espalda intentado ayudarme.

Creo que eso lo empeoraba mas.

— ¡Animal, un poco mas y le sacas los pulmones! — Grito Eun Bi. Yo ya estaba totalmente colorada y seguía tosiendo.

Al cabo de casi un minuto logre desahogarme y tomar grandes bocanadas de aire.

— Lo siento Unnie. — Me entrego un vaso con agua y rápidamente tome de el.

— Esta bien, Estoy bien. — Le sonrei para tranquilizarla. — y respondiendo a Song Joo, ella no es mi novia.

— ¿Como que no? — Preguntaron todas.

— Simplemente no..

— Yo pensé que si, como estaban muy a gusto besándose. — Sonrió perversamente como yo suelo hacerlo aveces. Realmente eso me dio mucha gracia.

— Solo.. nos habíamos confesado.

— ¡Yo quiero ser la dama de honor! — Grito Shi Jin.

— ¿¡Que!?, ¡No!, ¡Yo lo sere! — Grito ahora Eun bi, dejándome completamente sonrojada por lo que estaban diciendo.

— Claro que no, ¡Esa sere yo! — Dijo ahora Song Joo.

— ¡Yo lo seré! ¡Lisa, diles que yo!

— ¡No, yo!

— ¡Que yo!

Esta escena fue muy graciosa y vergonzosa.

— Ya chicas basta. No vamos a casarnos y ni siquiera somos algo, solo mejores amigas de la infancia. — Todas dijeron un ''uhh'' en reproche.

— ¡Entonces nosotras te ayudaremos!, Vamos Unnie, todas sabemos que quieres ser algo más que una simple amiga. — Tenia razón.

— ¡Yo ya se cómo hacer para que nuestra unnie se lo pidiera! — Exclamó Eun Bi.

Y asi transcurrió la noche, las chicas planeando, yo ahogandome nuevamente, mas de una vez me avergonzaba por lo que decían o pensaban hasta que nos fuimos a dormir.

[...]

— Lisa~ — Escuché una voz muy familiar, sabia perfectamente de quien se trataba.

— D-Dime Jen..

Por alguna razón estaba nerviosa.

Jennie nuevamente se iba acercando a mí hasta sentarse a horcajadas en mis piernas.

— Necesito tu ayuda..

Lentamente sus labios fueron dejando pequeños besos por mis mejillas, frente y nariz hasta mis labios.

— ¿E-En Q-Que? — ¡Nervios no me jodan ahora!