Rendirse

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A veces pienso que me estoy volviendo loca, a veces la desesperación corrosiva me hace escuchar y ver cosas que no lo son; a veces, las noches son horriblemente deprimentes, haciendo que piense en él, haciendo que piense en lo que nunca me imaginé.

A veces creo escuchar su voz, a veces incluso pienso en que él no se ha ido, pienso que esto es una desgraciada broma de mal gusto, pienso incluso en que él está escondiéndose de mí...

Hoy, quién sabe qué día del mes, que día de la semana sea hoy.

La lluvia persiste, la lluvia sigue entre nosotros, humedeciendo y corroyendo cada vez más al techo de la tasca, filtrándose aún más, dejando goteras constantes que hacen sonidos deprimentes.

Yo siempre lo siento, siempre lo pienso, siempre puedo sentirlo en cada goteo. El sol, la luna y el aire de septiembre siguen atrapados en este ciclo vicioso de visitas constantes al cementerio.

Siendo sincera, no sabemos cómo escapar de ahí.

El castillo de mi vida se hunde a cada momento que pasa, se hunde en el pozo del cementerio que envenenó a Saturno.

No he podido ni hablar cada que siento ésta presión en mi pecho ¿Porque?

Ya el cielo rompía en nubes negras de nuevo, la tarde caía, y los relámpagos lejanos avisaban una lluvia muy probable.

El viento cada vez soplaba más fuerte, movía cada vez más violento a las ramas de los árboles

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El viento cada vez soplaba más fuerte, movía cada vez más violento a las ramas de los árboles. Se sentía un ambiente y punto de rocío muy frío, bastante húmedo.

Pero no era solo eso... También había algo diferente, una sensación extraña que inundaba el ambiente.

¿Quizá solo mi imaginación?

Cada día cruzaba la ciudadela y después la pradera, todo era para llegar directamente al cementerio de Kakariko. Ya ahí, solo tenía un objetivo claro. Llegaba y rezaba, después, miraba esa tumba, dolida, quebrada, manchada en lágrimas, pero más que eso, la miraba con incredulidad.

Ya me encontraba en el cementerio, si... Ahí de nuevo. Limpiando y acomodando las flores violetas que comúnmente llevo.

- Link... Hoy es 25 de ese mes, ¿Lo recuerdas? -

Incluso hablo con él, le cuento mí día a día sin falta. Le hablo sobre mi tiempo fuera de Ordon, le hablo sobre esas cosas buenas que pasé, esa mezcla de sensaciones agridulces que tuve antes de saber sobre su paradero.

Pero...

Incluso cuando sé que hablo con alguien que no está más aquí, incluso sabiendo que voy a un cementerio todos los días, a llorar y a "consolarme", incluso con eso...

El calor de su corazón (Link y tu) ✧⁠*EN PROCESO✧⁠*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora