Capitulo 23- El Cuadernito Rojo

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Victoria

Estaba llendo al centro caminando, no se por qué, hubiera sido más fácil en la bici, pero que le hacía?, ya estaba llegando.

Se podía ver la estructura, aunque ciertamente se veía más grande de lo habitual.

No le di importancia y seguí caminando.

Me diriji hacia una tienda de ropa

¿Por qué iba a hacer una cosa tan innecesaria? Pues no se, pero lo iba a hacer. Podía servir de distracción para que no me vuelva loca, que se yo.

Entre a la tienda y empecé a ver la ropa, hasta que sentí como si alguien hubiera pasado a mi lado. Quedé estática.

-Hola

||12 de septiembre de 2019 a las 7:00 am ||

Antier había pasado todo el día buscando la comida para Lima que afortunadamente  encontré, y ayer me dedique a darle de comer a todos los animalitos que estaban encerrados, cuando regrese a casa ya eran las 6 de la tarde, y como aún había un poco de luz me dedique a enterrar los cuerpos sin vida de las dos guerreras que Lima había tratado de mantener con vida, habló de Bunny y Conny.
Se sentía feo nombrarlas, una punzada recorría mi pecho cada vez que las recordaba.

Hoy tenía pensado hacer muchas cosas, así que me desperte bastante temprano

Tenia que visitar los centros de adopción y tiendas de Mascota de nuevo.

Iba a llevar a los animalitos de las tiendas a los centros de adopción para así poderlos controlar de una forma más fácil.

Había conciderado seriamente lo de llevarlos todos a una escuela que quedara cerca y así cuidarlos, pero sería muy difícil mover a todos, así que lo que haría sería ponerlos en los centros.

Ya estaba vestida y lista para salir.

Puse comida en el plato que deje cerca de Lima, al igual que un plato con agua. Honey no necesitaba más que la leche de su madre, así que no le deje nada

Estaba inmensamente feliz con Lima y Honey a pesar de todo. Estos dos días que me han hecho compañía, en cierta forma me alegraban el dia

-Portence bien y no hagan ninguna pelotudez-les repeti - Mas les vale no causar ningún desastre

Los dos me miraban, sabían que les hablaba aunque seguro no entendían un choto

Agarre las llaves de de la mesa fui a la puerta que daba al garage, entre y tomé el carro.

Lo necesitaba para transportar a todos los perros.

Si bien no manejaba bien, iba a hacer lo que pudiera contal de poder transportar a todos. Se que había un gran riesgo, pero tenía que hacerlo.

Abrí el coche y me adentre en la parte del piloto, puse la llave y encendí el auto, me puse el cinturón, pero luego recordé que tenia que abrir el garage

-Que pelotuda que soy! Dios, dame más neuronas!!- me pegue en la frente con la mano, baje del carro y abrí el garage, volví al auto, me subí y con un poco de miedo pise el acelerador.

El auto se empezó a mover, y para mi suerte no arrancó tan fuerte, avance un poco, pise el otro pedal para frenarlo y el coche se paro.

Volvi a salir del coche y cerre el garage.

...

Lleva media hora y ya había llegado al primer centro comercial. Me había costado bastante, paraba cada cinco segundo con miedo a que se fuera muy rápido y por nervios no pudiera frenar el coche, puedo asegurar que en bici ubiera sido más fácil llegar , pero en carro a pesar de sea lento, me ahorro más viajes de ida y de regreso.

Solos || TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora