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Lo imperfecto
a veces puede ser
lo mas perfecto.



                                Lo imperfecto                                         a veces puede ser                                                     lo mas perfecto

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— ¿A qué se refiere?

Observé la boca de Mark abrirse para hablar pero fue entonces el estruendo de una puertacerrarse lo que nos desconcentró. Mark me miró y luego hacía atrás mío; dándome la vuelta, vi a Johnny caminando a paso apresurado hasta que tomó mi mano y entrelazando nuestros dedos, tiró ligeramente de mí, acercándome a su cuerpo para rodear mi cintura con firmeza.

— Necesito... Dios, necesito tanto olerte. —Sentía su pecho subir y bajar por la adrenalina ¿Habrían estado discutiendo? ¿Qué había sucedido en esa habitación?

— Llévatelo, John. Hablaré con tu madre.

John afirmó con la cabeza y al segundo siguiente ya estábamos saliendo del enorme edificio. La mano de John temblaba, su agarre sobre la mía era potente y definitivamente no dejaba circular bien mi sangre, pero no sentía dolor, al contrario, me dolía el pecho por verlo de esamanera. Me ayudó a subir a su auto y subió él, saliendo del estacionamiento, solo una vez estuvo en la autopista soltó un suspiro cargado de enojo, apretando sus dedos sobre el timón.

—Johnny.

Suspiré, sin saber muy bien qué hacer. Nunca había visto a ningún alfa así, aunque tampoco era muy experto en la materia de conocerlos.

— ¿Qué tienes? Dime, por favor, quiero ayudar.

— Espera, solo espera.

Alzó su mano hacía mi dirección, estirando el índice como intentando callarme. Obedecí, no sonaba enojado, pero estaba agitado.

—Necesito que esperes.

— Espero. Yo espero.

Mordí mi labio inferior, observando como él no despegaba la mirada del camino, con su ceño fruncido y sus cejas curvadas hacia abajo. Enojo, ira, fastidio, el olor no tardó en llenar el auto. Mi omega tembló y tensé mi cuerpo, no nos gustaba nuestro alfa enojado, así que no tardé en soltar en un pequeño susurro la duda principal.

— Hice... ¿Hice algo malo?

— No, tú no.

El auto seguía avanzando a velocidad, por suerte ya era muy tarde, no me había fijado en la hora desde que salí de su casa pero esperaba que fueran más de las doce.

— Yo —siguió, así que solo lo miré, dejando que se tome su tiempo—, yo soy el idiota que creyó que ella entendería, pero no pasó.

— ¿Tu mamá? ¿Es eso?

Observé las venas marcarse ligeramente en su mano por la nueva tensión producida y lo tomé como un sí.

— ¿Eso haces? ¿Estás conteniéndote?

The perfect omega [JohnTen].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora