O7.

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Lo imperfecto
a veces puede ser
lo mas perfecto.






Después de unos segundos Johnny aparcó su carro a un lado, fuera de una tienda, no pude vercual, porque él ya había movido su asiento para hacer más espacio y me subió a su regazo,dejando mis piernas encogidas a un lado de su cuerpo, rodeando mi c...

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Después de unos segundos Johnny aparcó su carro a un lado, fuera de una tienda, no pude vercual, porque él ya había movido su asiento para hacer más espacio y me subió a su regazo,dejando mis piernas encogidas a un lado de su cuerpo, rodeando mi cintura, atrayéndomehacía él, eso sin contar la forma como mi corazón latió con tal fuerza que consideré se saldríade mi pecho, o como su acto solo ayudó a aumentar las lágrimas que no dejaban de escaparde mis ojos.

—Ten, Ten, bebé, escúchame.

Su voz sonaba tan bien, era música para mis oídos a pesar de aquel tono lleno de tristeza,mis manos apoyadas en su firme pecho y mi cabeza escondida en su cuello, del lado contrarioa donde estaba la mancha de lápiz labial, él olía bien de ese lado, no quería ni tocar el otro,sentía que me quemaría encontrarme con el aroma de Johnny combinado con otro de alguna omega bonita, destrozándome el corazón.

—Ten, ya, deja de llorar.

Pero no me detuve, no paré incluso aunque mi omega deseaba callarse para obedecer a Johnny y hacerlo feliz, yo solo me quedé llorando sobre sus piernas, escondiendo cada vez más mirostro en su cuello, llenándome de él, deseando que el dueño de aquel tan delicioso aromasea mío para siempre.




Cuando abrí mis ojos, lo primero que observé fue el cristal que me permitía admirar las callesoscuras tan conocidas para mí, estábamos en mi vecindario

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Cuando abrí mis ojos, lo primero que observé fue el cristal que me permitía admirar las callesoscuras tan conocidas para mí, estábamos en mi vecindario. Quise apartarme para observarmejor todo, pero unos fuertes brazos me continuaron manteniendo cerca, sin permitirmemoverme de donde sea que esté.

Mi cabeza giró lo suficiente para observar a quien le pertenecían aquellos fuertes brazos y entonces me sentí morir cuando me encontré con la mirada miel de Johnny, observándome atentamente con una pequeña sonrisa.

Mi rostro se encendió seguramente, por el calor que sentí sobre mis mejillas y el leve mareo también, cuando mi olfato despertó lo suficiente, me sentí aún más mareado, las feromonas de Johnny llenaban todo el auto, y no era que me molestara, de hecho sentí mi cuerpo excitarse solo de saber lomucho que debía estar oliendo a él para este segundo.

The perfect omega [JohnTen].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora