𝓔𝓵 𝓬𝓾𝓪𝓭𝓮𝓻𝓷𝓸

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Los labios de un alfa pálido se movían con parsimonia sobre los de un pequeño omega rubio que se deleitaba con el roce que su mayor le ofrecía, a medida que los minutos pasaban el beso era más necesitado y ardiente logrando pequeños jadeos en ambos mientras las pálidas manos del alfa se paseaban por todo el cuerpo del menor queriendo tocar cada centímetro de piel de este, sus lobos saltando y dando volteretas de felicidad  mientras hormonas de exitacion llenaban la habitación, sus aromas mezclados entre si,el chocolate y algodón de azúcar del omega combinado con el café y tierra mojada del alfa causaban la perdida de los sentidos de ambos, el mayor se acercó a su oído mientras susurraba con una sonrisa ladina sin dejar de tocar su pequeño y frágil cuerpo.

— Despierta~—su voz salió ronca causando un escalofrío en el cuerpo del omega.

— Hyung no se detenga~—jadeó pegándose al fuerte cuerpo encima suyo.

— ¡Park Jimin despierta ahora mismo!—se sentó de un saltó en la cama mirando a todos lados desorientado..¿Dónde estaba su alfa?

— ¿Solo fue un sueño?—susurró triste haciendo un adorable puchero que a ojos de todos era lo más tierno del mundo, pero así era Jimin, una masita de ternura y amor.

— ¿Otra vez soñando con el alfa Min? Ese alfita te tiene loco amigo mío.—ese era Tae, el mejor amigo y compañero de locuras del omega rubio, eran casi como hermanos de los que se pelean y a los dos minutos ya se les olvidó y andan como si nada.

— Es que es tan lindo~

— Tú también lo eres, además ¿Cómo demonios puedes enamorarte de un alfa con solo verlo de lejos? ¡Y teniendo 16 años! Estamos para salir de fiesta y disfrutar de los equivocados antes de encontrar al correcto Chim.

— No sé cómo pasó Tae, solo se que mi corazón late fuerte al verlo, un chico de mi edad también puede amar y lo sé porque yo amo a ese alfa, lo amo con toda mi alma.

— Dime algo ¿Qué sentiste al verlo por primera vez? —el menor sonrió recordando ese día, era el primer día de clases y todos estaban nerviosos por no decir asustados, pero todo miedo que pudiera sentir se esfumó al ver una cabellera negra entrar al salón pidiendo hablar con su hermano mayor, su voz, sus ojos rasgados, incluso su aroma lo hechizaron por completo.

— Sentí como maripositas revoloteando en mi pansita.

— Conozco ese sentimiento.

— ¿En serio?

— Si, es hambre.—respondió obvio recibiendo un almohadazo de parte de su adorable amigo.

— No tonto, es un sentimiento bonito. Además me pongo muy nervioso al tenerlo cerca y no se que hacer o decir.— suspiro dejando descansar su rostro en una de sus manitas— También quisiera que me bese pero él parece solo querer besar a esas tontas omegas lanzadas que parecen muñecas de plástico.—sus ojitos estaban cristalizados por las lágrimas que luchaban por salir ¿Por qué siempre besa a todos excepto a mi? ¿Tan feo soy? Si, es eso, estoy demasiado gordo como para gustarle. Se lamentaba mientras secaba las rebeldes lágrimas que escapaban de sus brillantes ojos azules y es que Jimin era hermoso, el omega ideal de cualquier alfa, mas su amor por si mismo estaba por los suelos, hacía estrictas dietas y en más de una ocasión había sufrido desmayos debido a la mala alimentación.

— No Minnie no llores.—abrazó a su amigo acariciando delicadamente sus rubios cabellos—Él solo es un alfa tonto, burro, egocéntrico y estúpido que no ve lo que tiene justo en frente. Tienes a toda la universidad derretida por ti  Jiminie, no pienses cosas malas por un alfa como él, es tan amargado y serio.

— No es amargado y es serio solo a veces con las personas que debe serlo, todos lo aman, admiran y respetan, incluyendome.

— ¡No lo defiendas!

— ¡No me grites!—devolvió el grito comenzando a llorar de nuevo, sin duda alguna estaba más sensible que nunca.

— ¡No me grites!—devolvió el grito comenzando a llorar de nuevo, sin duda alguna estaba más sensible que nunca

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2:24 PM

Ambos chicos se dirigían en el carro de los padres del omega menor hacia la preparatoria dónde asistían ambos .Iban hablando y riendo animadamente hasta que la madre del omega rubio intervino.

— Jiminie ¿No has conocido ningún chico que te guste?—esa pregunta logró un notable sonrojo en las mejillas del menor quien desvió la mirada cruzándose al instante en su mente la imagen de su hyung favorito jugando bascket, eso había sucedido días atrás, él al ser capitán del equipo de porristas bailaba para animar los partidos y por un instante, solo uno, había visto los ojos del alfa cruzar los suyos ¿Espejismo? Tal vez, quizás solo deliraba pero para el se sintió como si flotara en las nubes.—Jimin bebé ¿Por qué no contestas?— la señora sonrió de lado al ver a su hijo perdido y una idea pasó por su mente —¡Si que te gusta alguien!

— N-No mami, solo pensaba en que la semana que viene hay un partido importante y tendré que entrenar mejor a las chicas para que todo salga bien.

— Y así lucirse ante Yoongi~—canturreó Tae con un tono meloso ganándose una mirada de reproche de su amigo. El auto se detuvo en un semáforo en rojo y ambos padres se voltearon a ver a su hijo.

— ¿Quién es Yoongi?—dijeron al unísono mirando a ambos con la ceja alzada, este solo se sonrojó aún más si es posible y una sonrisita se posó en sus labios.— ¿Es tu novio?—al ver que su hijo no contestaba dirigieron la mirada a Tae—¿Es su novio?

— Aún no pero lo será ¿Cierto Minnie?—movió al omega quien solo le dirigió una mirada de "Si sigues hablando te mato" pero se vio tan adorable que tanto el como sus padres no pararon de molestarlo en lo que restaba de camino.

[...]

Al llegar a la preparatoria se dirigieron de inmediato a los lockers para tomar los libros que correspondían a su horario. El omega rubio tarareaba una linda melodía mientras pensaba en su hyung pero un carraspeo del castaño a su costado lo hizo salir de su encanto. Sus ojos se humedecieron al ver la escena, era él, Yoongi, besando a una Omega justo frente a sus ojos.

— Ni siquera los mires, él no te merece Minnie.

— Duele Tae, duele ver como el único chico que me ha gustado se anda besuqueando con todo el que se le cruce ¿Por qué no le cae el veinte de que me gusta? Tendría que ser muy tonto para no darse cuenta.

— Cierto, solo en la forma en que lo miras se nota que te gusta y mucho, es un idiota sin cerebro así que de seguro como todos los alfas no lo nota. Vamos que ya comenzará nuestra clase.—tomó la mano de su amigo que al instante lo siguió hasta el salón, entraron sentándose al frente, siempre les gustó la clase de Arte y más si la imparte Seokjin, un dulce omega de rosados cabellos,  hermano mayor del mismísimo Min Yoongi.

— Chicos, siéntense de una vez para poder comenzar.—todos hicieron lo que dijo ansiando que comenzará la clase, a la mayoría les gustaba la manera de enseñar del omega, amaba tanto lo que hacía que eso se veía reflejado en lo que decía a sus alumnos quienes se quedaban embobados escuchándolo,  excepto Jimin, él estaba embobado a su manera, dibujando corazones junto al nombre del alfa en su cuaderno de arte, cosa que le pareció tierna a Jin quien al ver el nombre de su hermano no dudo ni un segundo en hacer lo primero que pasó por su mente—Esto es todo por hoy chicos, dejen sus cuadernos en mi escritorio y retírense, que tengan buenas tardes.

Jimin no sabía si entregar el cuaderno siendo descubierto por su profesor o salir corriendo y obtener un cero en la asignatura, ambas sonaban mal pero él era un alumno modelo, eso no podía cambiar. Así que con manos temblorosas dejo el cuaderno junto a los demás iéndose con un puchero en sus labios y rezando porque Seokjin no le dijera nada a su lindo alfa tonto.

Besos Robados |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora