Taehyung.
Cuando me acostumbré a la claridad pude por fin ver donde me encontraba. Estaba recostado sobre una cama, observé a mi alrededor y solo había un par de muebles, un espejo y una silla. No tenía idea de dónde diablos me encontraba.
Recordé lo que estaba pasando, y pensé en las niñas, en Minho e inevitablemente en el estúpido de Jungkook. Me levanté, saliendo rápido de la habitación y caminando por un pasillo hasta hallar unas escaleras. Al bajar, encontré a mi mejor amigo mirando por una ventana, tenía un cuchillo en mano y otro enganchado en el cinturón.
Estaba haciendo una especie de guardia.
—Ho-hola—hablé despacio sin querer asustarlo, además porque estaba molesto conmigo antes. Él no se volteó—. ¿Dónde están las niñas?
No tardó en responderme.
—En la habitación que sigue a la tuya durmiendo—asentí aún sabiendo que el no podía verme.
No dijo más nada por lo que seguí caminando hasta la sala contigua, es decir la cocina-comedor, que tenía un aire armonioso y familiar y era lo suficientemente grande como para que veinte personas estuvieran dentro sin estorbarse entre sí.
La casa hasta donde había podido ver era amplia, las paredes estaban construidas con piedras por lo que entendí que era bastante antigua, y a pesar de no ser lo que importaba ahora era demasiado linda y cómoda.
Curioso abrí una puerta de la alacena, encontrándome con que estaba vacía. Al parecer Jungkook no había bajado las cosas del Mustang, ni Ho tampoco.
Hablando del mocoso...
Sinceramente esperaba encontrarlo curioseando en la cocina o custodiando a las pequeñas, pero estaba seguro de que lo segundo no era una opción porque hasta hace unos minutos yo había pasado por allí y no había nadie. Y la primera, fue descartada a penas entré a esta sala.
Regresé por donde había entrado, no tenía intenciones de preguntarle nada a Minho pero finalmente tuve que hacerlo. No llegaba a entender el porqué no estaba haciendo guardia él y mi amigo descansando por el viaje.
—MinHo—el volteó a verme, su exprecion era entre seria y cansada—, ¿dónde, mmh, dónde está?
—Nos separamos anoche—hubiera esperado que respondiera con "búscalo tú mismo", pero no eso. Me gustan las bromas, si, pero no de este estilo. Si veníamos los cinco hasta donde yo recuerdo...
Está mintiendo.
Una risa pequeña de mi parte se dejó oír—. Ya, no te hagas el gracioso. ¿Dónde está la rata?
Pero que Minho suspirara y me mirara de aquella forma, como queriendo decir hablo en serio maldito imbecil me hizo tragar saliva. Aún así, de su boca no salió palabra alguna, provocando que un silencio que segundo a segundo se volvía menos cómodo nos envolviera.
—No me creas si no quieres—dijo finalmente, volviendo a voltear. Mi vista también cayó en las afueras de la casa, pero todo se veía normal y de color grisáceo por las nubes que le impedían a los rayos del sol darle ese color y sensación cálida que nuestro entorno estaba perdiendo—. Pero has como si no te importara su falta, despues de todo a ti no te cuesta nada.
Si tu supieras Choi Minho, si al menos te hicieras una idea.
Dejando de lado el comentario del que hasta hace diez horas era mi mejor amigo pero que ahora se comportaba tan distante y molesto conmigo, me puse a pensar. ¿A dónde diablos se había ido? Teníamos suficiente comida, la mayor parte de las cosas personales esenciales necesarias las traíamos, incluso traíamos su auto ¿qué es lo que faltaba? O en todo caso, ¿quién faltaba? Estaba Minho, las niñas, y por sobre todo pero que yo sabía era el más importante según su criterio, yo.
Estábamos todos.
Menos... ¡Menos Park jodido enano Jimin y Min molesto y jode paciencia YoonGi!
De repente mi humor se había ido al demonio, sentía que la sangre de mi cuerpo hervía. No me tragaba a ese par, pero en especial a Jimin.
—Ve a dormir Minho—dije, en un tono duro, alto y sin vacilar. Él se volteó con duda, negando con la cabeza instantes luego—. ¡Que te largues, maldita sea Choi! Has hecho mucho ya, tienes que recargar energías.
Y ahí le di comienzo a mi primer turno, el primero de muchos, con el estómago vacío y cabreado con algo que quizas, no tenía sentido.
Suspiré, cambiando de posición, ya me dolía el trasero.
El panorama al que mis ojos tenían alcance estaba desértico en la forma más literal de la palabra, y no sabía si eso era bueno o malo.Las niñas despertaron a las diez, según el reloj de pared que había. La bebé necesitaba un cambio de pañales y ropa, y Eunji estaba hambrienta.
Dejé que MinHo durmiera el tiempo que quisiera, de todas formas, no necesitaba su ayuda por el momento.Haciendo el menor ruido posible, solo por si acaso, fui hasta el Mustang en busca de comida. Un par de latas y dos cucharas fueron suficientes, después de todo solo éramos dos. Inevitablemente al cerrar la puerta del auto el ruido fue bastante alto, pero no ocurrió nada.
No entiendo por qué está todo tan desértico. Da más miedo aún.
Regresé a la casa, y lo primero que vi fue a la pequeña bebé tranquilamente dormida en una esquina del sofá del living. Eunji estaba en el otro extremo con una revista entre manos, leyendo para distraerse.
—No es lo mejor del menú señorita, pero espero le guste—bromee, sonriendole mientras le entregaba la lata de lentejas.
En su rostro cansado y algo lastimado, una genuina sonrisa se formó.
—¿Es una especie de restaurante moderno? Nunca vi en ningún lado que los platos fueran latas, pero me encanta.
Negué con la cabeza, riéndome. Abrí mi lata con la ayuda de mi navaja y me puse en la labor de comer. Mi lata era de crema de choclo, y a decir verdad, no sabía tan mal.
—Creo que hay agua caliente, Eunji, por si quieres bañarte—le comenté—. Y a la pequeña también hay que darle un baño.
Sus ojos oscuros me miraron apenados.
—Yo... no sé cómo bañarla. Me aterra que le pase algo.
—No te preocupes, yo tampoco tengo idea—sonreí—, ahora terminemos de almorzar, y te metes a bañar. Luego vemos con la bebé.
Si tan solo estuviera Jungkook... él siempre sabe que hacer.
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𝗩𝗶𝘃𝗲 𝗼 𝗺𝘂𝗲𝗿𝗲 ミ 𝗞𝗼𝗼𝗸𝘁𝗮𝗲
Фанфик-🧟♂️ Jungkook y su "supuesto hermano" Taehyung se llevan muy, demasiado, mal. Pero dadas las circunstancias tendran que aprender a convivir ahora que el mundo dejó de ser el que conocían. Y en busca de sobrevivir, muchas cosas pueden enredarlos en...