Los pies de Camila

Introducción

Era el primer día de clases de Matías en su nuevo colegio, se había cambiado a mitad de año ya que sus padres se habían mudado por cuestiones laborales. Esto lo había apenado mucho, tenia muchos amigos que dejaba atrás en su antigua ciudad. Era todo un mundo nuevo; nuevo barrio, nuevos compañeros, todo era distinto. Y lo peor de todo era que empezaba a la mitad del año escolar, esto solamente le complicaba mas las cosas. Pero Matías se tenia fe, era un chico de 16 años muy inteligente y simpático; de estatura alta y contextura delgada, con cabello corto castaño y ojos marrones. Era un chico normal básicamente, y eso le bastaba, no le gustaba destacar mucho y estar bajo la mirada de todo el mundo. Quería ser uno mas del montón, y esto ahora se le haría difícil siendo el chico nuevo, pero bueno, no le quedaba otra opción.

Al entrar al aula la maestra lo presento brevemente, sus demás compañeros no le dieron mucha importancia y siguieron a lo suyo. Busco un lugar para sentarse pero noto que solamente quedaba un asiento disponible en un banco doble, el cual estaba ocupado por una chica también. Esta chica en cuestión era muy bella; tenia el cabello rubio y largo, ojos verdes y un cuerpo muy sugerente a decir la verdad, y todo esto viéndola solamente sentada. Era muy evidente que era muy bonita, esto le impresiono a Matías ya que estaba completamente sola y su banco estaba un tanto alejado del resto. Era extraño, normalmente las chicas así están rodeadas de amigas y de pretendientes, son siempre de las mas populares, pero ella estaba sola.

Al sentarse con ella escucho unos cuantos murmuros y risas del resto del curso, no les dio mucha importancia pero noto que la chica estaba un poco apenada. De todos modos la clase estaba por empezar así que siguió a lo suyo. Durante la clase noto algo muy particular, se podía percibir un aroma muy peculiar, era como una fragancia intoxicante para él, fuerte pero placentera. La misma provenía de abajo del banco, Matías no lograba entender de que era pero la notaba muy familiar. Luego de mirar rápidamente por debajo del banco diviso los pies de su compañera de clase, estaba usando los típicos zapatos escolares con las tan comunes medias negras largas. ¿Podía ser que ese olor tan intoxicante para Matías proviniera de ahí? Esto le resultaba muy raro ya que era la primer hora de clases, ¿Cómo podía esta chica tener tal olor a pies? No tenia sentido, a menos que hubiera ido al colegio caminando pero normalmente a esa edad a la mayoría los traían los padres en auto. Esto le dejo a Matías la cabeza con muchas incógnitas, por lo que mucho no se concentro durante la clase. Al terminar las 2hs de Geografía comenzó el recreo, su compañera de banco (de la cual aun no sabia el nombre) se levanto y se fue rápidamente del aula. Esto también le llamo la atención. Estaba por levantarse cuando un grupo de chicas se acerco a hablarle.

Verónica: "¡Hola! Matías, ¿No? Me llamo Verónica pero podes decirme Vero, bienvenido a nuestro curso. La vas a pasar muy bien con nosotros, somos muy unidos!" - Verónica era la típica chica popular de cada curso que busca caerle bien a todos, muy bonita, de estatura baja pero con muy buen cuerpo. Pelo castaño y ojos café. Sabia lucir muy bien el uniforme escolar.

Matías: "¡Hola! ¡Un gusto a todos! Gracias por integrarme, me daba un poco de miedo ser el chico nuevo. Pero me deja tranquilo que sean tan buena onda."

Verónica: "Obvio, de eso no te preocupes. Somos todos muy unidos, vas a hacerte amigos rápido."

María: "Eso si, elegiste muy mal el lugar para sentarte. Pero no te preocupes, después hablamos con la profe para ver de conseguirte un banco individual." - María era la mejor amiga de Verónica, donde iba una iba la otra. Era un fiel reflejo de Verónica, solamente que era colorada.

Matías: "No hay problema con eso, pude conseguir un lugar con esa chica. Me sentare con ella" - Todos pusieron una gran cara de sorpresa.

María: "¿¡Con ella!? Estas loco o con algún tipo de perdida en el olfato, jajaja."