Parte 3 (Final)

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Luka sentía arcadas de solo imaginarlo y alguno que otro vomitó de tan solo pensar en la asquerosa imagen de ellos comiéndose a sus compañeros muertos.

Tras eso, decidieron dejar atrás ese horrible episodio, pero igualmente se sentían observados. El protagonista dirigió su mirada hacia el mar, viendo como aquel día dos rubís brillantes. Lo que lo espabiló fueron las pisadas avisando de que la tribu se acercaba y no querían ser los siguientes. El grupo echó a correr acercándose más a la orilla, pero lo que hizo parar a todos por igual fue la monstruosidad que salió del agua. Era parecido a una sirena de piel formada de púas, uñas largas, piel oscura, pelo a partir de anguilas, grandes ojos rojos, carente de nariz y orejas; con una sonrisa macabra de un pómulo a otro y afilados dientes, aunque tenía cola, esta terminaba en unos pequeños tentáculos que le permitían caminar. Todo ella eran heridas con fragancia a mojado.

La tribu se arrodilló hacia ella y le empezaron a rezar.

-¿A dónde vais? -formuló ese monstruo marino riéndose. Luka sentía escalofríos y su voz hizo a todos estremecerse-De aquí no se va nadie.

Con un chasquido, la isla empezó a prenderse fuego. La tribu se acercó a la sirena suplicándole en un desconocido idioma y esta con una onda los alejó a todos. El humo los asfixiaba, poco a poco se iban desmayando. Pétrov se agachó para poder respirar y buscar una salida mientras que la tribu la entretenían. Rápidamente se dirigió al agua y saltó. Empezó a nadar lejos y podía oír el grito de los indígenas.

En poco tiempo había un silencio ensordecedor y ¡GLUP! el zambullido lo avisó de que ya iba por él. Con todas sus fuerzas, intentaba alejarse; se sentía agobiado. Las corrientes aumentaban y todo se complicaba. Su corazón dejo de latir cuando ella lo arañó en la pierna, logrando capturarlo. El oxígeno abandonó sus pulmones cuando se iban al fondo del mar, ahogándolo, y poco a poco fue cerrando los ojos. Lo último que vio fueron aquellos rubís que lo llevaron a la destrucción, quedando en el olvido.


                                                                       Veinte años después...

-Llevamos más de quince años buscando a los desaparecidos en 1904 que escaparon de la guerra ruso-japonesa con destino a Francia, tras una tormenta, pocos consiguieron sobrevivir y llegar al país. El hijo del excoronel Luka Petróv desapareció junto a diez personas, los otros seis jóvenes que los acompañaron al inicio afirmaron haberse separado a mitad del trayecto y según el lugar indicado, fue cerca de la isla Dougherty, que está desaparecida en territorio desconocido. Así que este caso se dará por cerrado debido a la escasez de pruebas-concluyó el detective.

-Es lo mejor, no llegaremos a ningún lado, pero todo es tan extraño... Parece que se los haya tragado la tierra. Por más que se busquen los cuerpos en el mar, no hay nada-dijo el agente de policía que lo acompañaba en el caso mientras guardaba el archivo de los desaparecidos.



                                                                                 Fin




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Hasta aquí ha llegado esta corta historia y espero que os haya gustado.

Por cierto esta historia era un trabajo que había pedido mi maestra de lengua y literatura en el que teníamos que incluir tres palabras que ella quería, la verdad que a mí me gustó así que decidí publicarla.

Por más corta que sea no quiere decir que ha sido fácil escribirla me costó mucho conseguir la inspiración.


Bueno me despido y no vemos en mi próximo libro . Adiós !!!

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