𝘈𝘨𝘳𝘪𝘥𝘶𝘭𝘤𝘦┋𝘒𝘢𝘨𝘦𝘩𝘪𝘯𝘢

レモン4個

Pasaban la noche tan juntos como el día, aquello del aislamiento les ayudaba mucho para estar todo el tiempo pegados.
Simplemente la semana había pasado entre besos y besos, algunos abrazos y toques más calientes, pero los besos.

Joder, los besos se habían transformado en algo que debían hacer día y noche, en cada momento que lo quisieran.

Si Hinata quería besarlo, él se acercaría con pena y se sentaría en sus piernas, hablarían de cualquier cosa por un rato y luego Hinata se estiraba hacia sus labios y lo besaba por minutos, por horas.
Y si Kageyama lo quería, se acercaba por detrás y lo abrazaba, no esperaba mucho ni entablaba una conversación, simplemente lo daba vuelta y lo besaba por horas.

Incluso mientras uno dormía el otro le robaba besos, se abrazaban toda la noche y se daban mucho cariño por el día.

—Enciende el televisor –pidió Hinata, dejando su celular a un costado de ellos para pasar su brazo por el pecho del azabache.

Hinata seguía en pijama a pesar de ser las seis de la tarde, la luz del sol cayendo estaba entrando por el balcón de la habitación de Kageyama, incluso si las cortinas negras estaban cerradas.

—Ahí solamente hablan del virus. No me apetece saber cuantas personas murieron hoy –ignoro la petición y volvio a ver memes en su celular.

—Pongamos netflix daddy –Hinata sabía que Daddy era la debilidad de Kageyama, era tan tentador oir eso. Kageyama se calentó un poco, dejo su celular y prendio la tele, abrió la aplicación y le paso el control remoto a Hinata.

Hinata no tardo en buscar lo que quería ver, entonces Kageyama vio un banana en la pantalla y elevó una de sus cejas.

—Veremos sex education –sonrió, pasó uno de sus gruesos muslos por la cadera de Tobio y dejo el control remoto donde antes había dejado su celular. —Atsumo me enseñó esta serie, vimos un par de capítulos, pero prefiero verla contigo –Confesó el anaranjado.
Este al oír el nombre del mencionado frunció levemente tu ceño, pero dejó de penser en ello.

Entonces la serié empezó, y Kageyama no podía dejar de sentir miles de indirectas con cada capitulo que pasaba.
Hinata iba dejando toques por todo su pecho, acarició sus cabellos, en algun momento beso su brazo y dejó muchas caricias sobre su cuello.

Kageyama no era de piedra, aunque parecíera no lo era, era joven e incluso hormonal, y sabía que Hinata también. Pero, de besos a sexo era un paso muy grande y a la vez tan pequeño.
Sintió relajarse cuando Hinata se levanto de la cama y salió de la habitación, pronto lo vio volver con un limón en su mano, limón con azúcar.

Hinata se sentó en su cadera, apretando el bulto no tan despierto de Tobio, mordió con sus dientes el limón mientras veía fijo al rostro de su amigo. Sus mejillas realmente parecían manzanas, y Kageyama no sabía si estaba caliente o avergonzado. Hinata siguió comiendo su limón, no era sensual, tan solo veía a los ojos de Kageyama mientras succionaba y mordía el limón.

—¿Quieres probar? –pregunto, Kageyama asintió y entonces pudo ver como Hinata sonreía y tiraba el limón seco al piso.

Inclinó su cuerpo hacia Kageyama y junto sus labios, suave y tranquilo. Con movimientos realmente sensuales y calientes, pero Kageyama no se desespero hasta que sintió como Hinata se movía sobre sus caderas. Masacrando con su trasero el bulto debajo de él.
Entonces el ambiente se calentó, y el beso se prendió más cuando Kageyama empezó a manejar sus movimientos con las manos en su cintura, o cuando Hinata bajo sus besos a su cuello.

Estaban dándose suficiente amor antes de hacer "el amor" .

さようなら。