La hermana de Ayano Aishi (Genderbend Yandere simulator rivals x lectora)

Capitulo 6

Narra ____

Hoy de nuevo estaba trabajando en la cafetería.

El día iba normal hasta que sonó la campanilla, avisando de nuevos clientes.

Los tres que entraron fueron Kizano Sunobu, un chico más bajito de pelo negro y una pinza con un corazón y un chico de pelo azul blanquecino con cara de pocos amigos.

Yo: Oh -dije, limpiándome las manos en el delantal- Hola Kizano, ¿quiénes son tus amigos? ¿Queréis algo de comer o beber?

El chiquitín habló: un chocolate caliente porfa -dijo con un leve sonrojo-.

Yo: Marchando -le respondí sonriente-.

Me fui al otro lado de la barra a prepararlo mientras los chicos hablaban nerviosos.

Yo: Oye, chico, -el azabache se giró hacia mi- ¿quieres nubes en tu chocolate?

Me sonrió asintiendo con la cabeza.

Lo preparé y me fui a su mesa, entregándole la bebida.

Kizano: oye, ____, ¿puedes hablar con nosotros un poco?

Asentí y me senté entre el azabache y Kizano, frente al peliblanco.

Kizano: Bueno, ____, estos son Hanakō Yamada - el corazón se me hundió en el pecho, había escuchado de él cuando era amiga de Taro.- y este es Megamo Saikou. - el famoso heredero.

Yo: Bueno, Kizano ya ha dicho muchas veces mi nombre, pero mi apellido es Aishi.

Los ojos de Hanakō se ensancharon y me miró con temor, comenzando a temblar.

Yo: Oh... oye, ¿qué le pasa?

Megamo: Que sabe quien eres, - me miró con asco- como todos en esta ciudad. Hija de una asesina, hermana de una asesina. Todo el mundo sabe que tarde o temprano acabarás igual.

Jolín que borde.

Yo: Bueno, ya que veo que esto va para largo, dejo el delantal y vuelvo. - me levanté de la silla aguantando mi lágrimas-.

Cuando entré en los cambiadores no aguanté más, todo las lágrimas contenidas, salieron a borbotones. Lloré como una desquiciada, pero verdaderamente me habían herido sus palabras.

Escuché la campanilla de la puerta, y la dulce voz de Amao.

Amao: Oh chicos, que sorpresa.

Sus pasos se acercaron hacia aquí. Lo más rápido que pude, me alejé de la puerta y me hice una bolita en la esquina de la habitación.

Amao al entrar me vio de lleno.

Corrió a mi lado, arrodillándose y abrazándome.

Amao: ___(apodo), ¿qué pasa? -dijo apoyando su barbilla en mi cabeza, mientras yo me agarraba a él y enterraba mi cabeza entre sus fornidos pectorales.