La hermana de Ayano Aishi (Genderbend Yandere simulator rivals x lectora)

Capítulo 19

Aquí tenemos el Mujo x Lectora. Felices fiestas (adelantadas), que posiblemente se me olvidará si no lo felicito ya.

También quiero haceros una pregunta: ¿Preferís que el único personaje Yandere sea Ayano o queréis que todos sean un poco obsesivos? He desarrollado cómo quiero que vaya la historia y tengo dos ideas distintas. Esto son solo pequeñas pistas, pero prefiero que sea vuestra elección lo que importe. 

Narra ___

Mido me había dejado sola en clase. De nuevo no tenía nada que hacer. Decidí ir a ver a Mujo, seguro que me podría entretener un poco en la enfermería hasta que empezara a llegar gente. También, gracias a Mido había recordado bastante mi pasado, como Ayano con su falta de emociones me había dejado sola más de una vez y había otra cara en mi pasado, alguien con quien debía hablar y agradecerle lo que hizo por mí.

Llamé a las puertas, abriéndolas acto seguido, encontrándole sentado en una de las camillas mientras escribía en su libreta. - Hola, Kino-sensei, buenos días- Le dije sonriente. El susodicho se sobresaltó dejando caer su libreta y un rubor apareció en su cara. -Buenos días para ti también. ¿A qué se debe tu visita?- dijo sonrojado, recogiendo la libreta, hasta que de repente se levantó con preocupación. - ¿Te has hecho daño? ¿Te duele algo?- preguntó preocupándose. 

Se acercó a mi con verdadero cuidado, tratado de no caerse debido a su naturaleza torpe. - He estado hablando con Mido-sensei... -comencé. La mirada de Mujo se oscureció. -Ya sabía yo que ponerle de profe en el único aula en el que hay una chica no era buena idea....- murmuró por lo bajo, fingí no enterarme. - ¿Has dicho algo?- le sonreí extrañamente confundida, fingiendo inocencia. - No, nada. ¿Qué querías decir con lo de Mido, cielo?- me sonrió amablemente de nuevo.

-Bueno, he estado hablando con él y me he dado cuenta de que ya le conocía, cuando él iba al instituto y yo a primaria.- Comenté. Mujo relajó bastante su expresión y me guió a una camilla. 

- Y bueno...- continué.- También me he acordado de que tú y yo ya nos conocíamos Mujo-sensei- El susodicho me miró confundido. -¿Eh?- soltó.

-Cuando ibas al instituto, un curso por debajo de Mido-sensei...- intenté ver si se acordaba. No parecía saber de lo que hablaba. -Eras auxiliar de enfermería en la escuela...- ahí fue cuando se dio cuenta y me abrazó con mucha euforia. 

-No me digas que tú eras esa niña tan mona a la que cuidaba casi siempre- Exclamó él de júbilo. Se separó de mí, dándose cuenta de que me estaba abrazando. -Perdón... me he emocionado tanto.- Dijo con una sonrisa. 

-Ya me he acordado, siempre estabas en el parque por el que yo pasaba camino a mi casa, con tu hermana creo....- él intentaba recordar.- siempre que se metían con tu hermana te ponías en medio, para protegerla, aunque ella nunca te lo agradeciera.... Y como yo era ayudante de enfermería y salía una hora más tarde que el resto de mis compañeros, siempre coincidía que te veía llorando bajo el tobogán. Algunos días con las rodillas raspadas, otros la carita, o los brazos. - Dijo con una mirada tierna, acordándose. - Y yo siempre te curaba las heridas. - Dijo sonriente, acariciando mi mejilla con una mirada cariñosa. - Me encantaba cuidar de ti.- suspiró -pero, un día dejé de veros en el parque....- bajó su mirada. 

-Nunca tuve ocasión de agradecértelo- dije yo con una sonrisa, notando el rubor subir a mis mejillas, igualando el de Mujo. Sentía mi corazón latir fuertemente en mi pecho -Si te soy sincera... de pequeña tenía un crush en ti, jeje- dije nerviosa mirando hacia abajo. -Siempre eras bueno conmigo...- dije. 

-Ey, no hay nada de lo que avergonzarse...- dijo, sujetando mi barbilla y haciéndome mirarle a los ojos. - ¿por qué no volviste a ir al parque?- dijo, en un murmullo. -Porque mis padres se separaron y cuando me quedé con mi madre, se centró en la enfermedad de Ayano y no me dejaba salir si Ayano no quería... y ella nunca tenía interés....- dije cabizbaja de nuevo. 

-Tranquila, tu vida es tuya y ella no podrá controlarla nunca más- Mujo se acercó un poco más a mi, entrecerrando sus ojos. Vi que me iba a besar, en el momento yo también quería, así que empecé a cerrar mis ojos. Cuando noté su aliento juntarse con el mío, la campana sonó, indicando el inicio de las clases. 

Mujo y yo nos separamos sonrojados y me despedí avergonzada mientras corría a mi clase. Qué vergüenza.