Cap 25 Maratón 7/9

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A la mañana siguiente, me ofrecí a acompañar a Tazuna mientras Naruto y Sasuke continuaban entrenando. Tomé uno de mis libros de medicina, más específicamente uno sobre plantas / hierbas y sus propiedades.

Tan pronto como llegamos le pregunté a Tazuna si le gustaría que lo ayudara. Dijo que solo había trabajo pesado por hacer y le sonreí amablemente antes de tomar fácilmente una de las piezas de metal que se usaban en el edificio.

Él y otros hombres me miraron boquiabiertos.

"Beneficios de ser kunoichi". -Le expliqué tímidamente y me sonrió agradecido

Le ayudé tanto como pude y haría más, pero él insistió en que ya había hecho mucho. Entonces, me senté en un rincón un poco más lejos de las obras y comencé a leer. 

Estoy tan concentrada que solo me doy cuenta de que es la hora del almuerzo cuando Tazuna dice. Está pensativo y conmocionado y recuerdo por qué: uno de los hombres se había rendido. Compasiva, toqué su brazo.

"Falta poco. Tu puedes". -Declare con convicción y él sonrió por lo que dije, tratando de lucir más emocionado.

"¿A dónde vamos?" - pregunté con curiosidad luego de comer la comida que Tsunami, su hija nos preparó.

"Necesito comprar algunas cosas para la cena." -Me respondió. Miré a mi alrededor, la miseria me rodeaba, y mi semblante se volvió sombrío. Ese escenario me dejó indignada. 

Solo porque no daría mi vida por alguien no significa que no me importara toda esa gente.

"Estamos aquí" - dijo Tazuna cuando nos detuvimos frente a una tienda. Entramos y no había casi nada que vender, lo que hizo que el precio de la comida fuera exorbitante. Escuché sonidos detrás de mí y recordé lo que estaba a punto de suceder. Antes incluso de que el hombre intentara tocar mi bolso y, en consecuencia, tocarme, yo "desaparecí" y "reaparecí" detrás de él, pateándolo de modo que yo estaba de rodillas y mi kunai en su cuello.

"¿Qué crees que ibas a hacer, amigo? ¿Crees que porque soy una chica puedes intentar algo y estaré gritando de desesperación?" -Pregunté con calma. El hombre tragó, sudando frío.

"¡N-no! ¡Lo juro, no iba a hacer nada!" -Gimió y trató de levantarse, pero lo presioné y rasgué para que se diera cuenta de que ese kunai en su cuello no era un adorno y que yo tendría el valor de usarlo.

"Por tu propio bien, espero que nunca te vuelva a ver tratando de robar a nadie. En realidad, no quiero volver a ver esta cara fea tuya, ¿entiendes?" - dije y él asintió con la cabeza.- "Genial, ahora sal de mi camino." 

Lo solté y se escapó, sin mirar atrás. Me volví hacia Tazuna, quien me miró con asombro y se encogió de hombros.


── Reencarne en SakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora