Capítulo 11

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Holi mis lectores!!

Para empezar... 

Siento muchísimo este retraso!!!! Llevo un parón de tres meses que no tiene perdón T^T, pero entre los examenes finales y la navidad, no me he centrado y me he puesto a escribir, lo siento de veras :(((

Otras cositasss:

- Aunque sea tarde...¡Feliz año nuevo! xD. Este es el primer capi del año weeee (quien iba a decir que el diez sería el último de 2014 jajajaj u-u)

-  Quiero agradecerle a @Valeefun123 que me haya hecho una portada para la primera parte de la historia tan chula. ¿Os gusta? :D

- Me habeis dicho algunas personas lo de subir fotos para que os hagais una idea de cada personaje. Es difícil para mí encontrar fotos de gente que se asemeje a lo que me imagino. Por eso quería preguntaros si os gustaría que subiera las fotos, y si así fuera, si prefeririais que fuera en plan personas de carne y hueso o personajes de anime (que es más facil xD). Espero vuestras respuestas en los comentarios plis! :D

- Por último quiero agradeceros que se hayan superado las 10000 lecturas en la primera parte de la historia y que se hayan superado las 5000 en la segunda parte, esta vamos jajajja (aunque ya vayamos a llegar a las 10000 también. Como ha pasado tanto desde la última vez que actualicé .-.)

Bueno, después de toda esta parrafada que os he soltado os dejo con el capi 11 jajajaj!

Disfrutadlo! ^^

Mi cara debía de ser un poema.

- Ho-hola…-dije sin más.

Ian me miró confuso sin entender mi comportamiento. Segundos después, cayó en la cuenta (tarde) de la razón de mi desconcierto. Se fijó en su torso, para después sonreír divertido.

- Anda pasa-soltó abriendo la puerta del todo.

Aún con mi carita de póker entre a la casa.

- ¿Te he despertado?-pregunté dignándome a hablar.

- No, tranquila. Llevaré una media hora despierto, sólo que no me ha dado tiempo a cambiarme.

- Ajam…

- Siento si te ha incomodado mi aspecto-señalo guiñándome un ojo.

Hice aspavientos con las manos, intentando hablar como si no tuviera importancia.

-Tranquilo, estás en tu casa.

No sé por qué, pero tras mi respuesta, cerró los ojos, negó con la cabeza sonriendo y cambio de tema.

- ¿Qué tal si te enseño la casa?

- Me parece bien-contesté aliviada de no tener que seguir hablando de lo mismo.

Me enseño el resto de habitaciones que había en la vivienda, que yo aún desconocía. En la planta baja, aparte de la sala de estar del día anterior, había un aseo, un despacho, un comedor y la cocina.

Arriba, en la segunda planta, estaba el cuarto de sus padres (con un aseo propio), otra sala de estar y un baño.

Luego, por último, en la tercera planta estaba su habitación (la cual tenía la puerta cerrada y no me mostró, cosa que no le di importancia, porque seguramente estuviera con la cama sin hacer y demás). Había otro baño y finalmente el cuarto de su hermana. Pasamos al interior de este último. Sara estaba en lo que parecía un profundo sueño.

- Dentro de poco le toca el desayuno.

- Sí, tu madre me dijo que se lo diera sobre las nueve y media-dije echándole un ojo a mi reloj de pulsera.

Aquel institutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora