BREATH ON ME

BLACK PANTHER

Esa misma noche los hermanos regresaron al dormitorio que les asignaron el día de su llegada, ambos tenían una lucha interna sobre lo ocurrido parpadeos atrás. El reto parecía una broma de mal gusto, razonaban que en el mundo de la cultivación en la época "moderna" existían personas u criaturas con "belleza". Pero no estaban seguros si aquello comentado por el omega fuese verídico, por supuesto, ansias de comprobarlo les nacía aunque no lo suficiente para despertar un grado de curiosidad abismal.

Lan Qiren desde cachorros les inculcó que los sentimientos y atracción no moderada, les guiaba por un camino lleno de piedras, huecos, del cual serian encadenados. Un claro ejemplo, era: su mismísimo padre quien eligió un sendero de sufrimiento por su madre, dejando el liderazgo que había recaído en sus hombros por derecho. "Amor" esa palabra, ese sentir nunca fue recomendado mas no prohibido. La libertad de tomar decisiones la tenían pero fervientemente su tío les disciplinó para que cotidianamente meditarán cual sería la decisión correcta en torno en situaciones u acciones que el tiempo les presentaría.

Aunque hablando en términos de virginidad, ninguno de los dos podría refutarlo. Eran alfas que hace tiempo tuvieron experiencias por simple curiosidad que pasando los años se convirtió un pasatiempo muy interesante, descubriendo un mundo del cual no intentaban ni siquiera salir. En torno a eso, jamás tuvieron un romance. Ni tuvieron la intención de tener uno, ni descubrir lo que conllevaba esa experiencia que por palabras de terceros ajenos a su clan decían que el tener un profundo amorío es y era lo más maravilloso qué la mortalidad e inmortalidad ofrecía.

Las 12:00 am el reloj dió, rompieron una regla importante: Dormir a las 9:00, fue el acontecimiento pasado que les impidió llegar a los brazos de Morfeo, en las camas de algodón yacían inmersos en una oscuridad en la cual ambos tenían el privilegio de tener una visión excelente. Lan Xichen se levantó del lecho, sentado en el borde inhaló y exhaló el aire, tuvo una idea y habló: ─ Wangji ¿Estás despierto?

─ Mn. ─ Lan Wangji en la otra cama, acostado en una sola posición (boca arriba) asintió. ─ Salgamos. ─ Volvió hablar el mayor.

─ ¿A dónde?

─ A buscar al joven jiang.

Lan Wangji no tuvo que especular la razón o a qué tipo de lugar iría dirigida su su presencia a una exploración por el heredero jiang. Lo sabía y aceptaba sin oposición.

Los dos lobos se levantaron al mismo tiempo para vestirse de inmediato, el primer jade se colocaba su camisa de botones, pantalones elegantes que llegaban un centímetro antes del tobillo, encima de su ropaje superior, puso una gabardina larga y un cinturón de piel sintético adornaba para ajustar la cintura. El cabello dejó suelto, cayendo con elegancia sobre su espalda. Y no olvidaría lo importante en todo el conjunto, su cinta con patrones de nubes azul. Si le preguntaban porque el honorable lan xichen escogía siempre su ropa de color negro, les respondería: "Si en algún momento sufro una apuñalada, el negro disimularía mi herida y no preocuparía a mi hermano y tío". Mientras tanto el segundo jade, traía el mismo conjunto con modificaciones contadas, que en éste caso serían dos: Las prendas eran totalmente blancas e incluso su cinta (el color normal en su secta) y su saco.