BREATH ON ME

EL COMIENZO

Jiang Cheng subía y bajaba sus caderas encima de ese pedazo de carne que le llenaba profundamente, su respiración se encontraba agitada y sus párpados cayeron rendidos solo dejándose guiar por sus instintos.

Nie mingjue atado de las manos en la cama, sin siquiera poder tocar ese hermoso omega, tenía tantos deseos de dejar marcas en esa piel brillante y de porcelana. Esos pezones tan seductores, necesitaba posar sus labios en esos cerezos que con tanto descaro le incitaban a ser mordidos. La cintura delgada, esas curvas le volvían loco y qué decir de esos grandes duraznos, ansiaba lamerlos y jugar con ellos con sus manos.

En esas cuatros paredes solo se oía las pieles chocando entre sí, una y otra vez sin cansancio. Sin siquiera prestarle atención a la gran fiesta que estaba a tan sólo unos metros de ellos.

—Príncipe Jiang, desátame. Quiero tocarte.— Rugió.

El vampiro abrió los ojos lentamente, dejando admirar sus orbes violáceos con toques grisáceos, esas pestañas largas y negras combinaban a la perfección. Los pómulos los tenía con leves tonos carmín, mientras que esos labios rosas sólo se limitaron a sonreír en burla al gran alfa debajo suyo.

—Estupido alfa, yo decidiré si me tocas o no.

Detuvo su cuerpo, al momento de intuir que pronto sería llenado en sus entrañas. ¡Ja, ese maldito quería engendrar un crió dentro suyo, ni en sus sueños más profundos! Dejó aquel pene expuesto, no hizo más que sacarlo de su entrada para reincorporarse y pararse enfrente de la cama, visualizando la escena. Aquel irritable pero atractivo alfa del clan nie, más explícitamente: El líder, le había estado coqueteando diariamente en el club. Y si cedió fue porque, siendo sincero lo encontró una víctima entretenida para sus deseos y juegos.

—Mmm ¿Qué haré contigo? ¿Debería amordazarte para que no digas estupideces como hace unos minutos o simplemente cortarte el pene por querer llenarme de tu sucio semen? 

Pero el alfa se quedó callado, de nuevo, embelesado al ver el cuerpo del líder Jiang en todo su esplendor, incluso sintió su propio pene endurecerse en demasía sólo por contemplarle.

¡Carajos, Jiang Cheng era él omega más hermoso y atractivo que había conocido! ¡Tenía que casarse con él y haría lo que fuese con tal de tenerlo en su cama todos los días, jugando! Sin embargo varios toques con insistencia en la puerta los interrumpió.

Jiang Cheng suspiró, sabía de quien se trataba. Rápidamente se fue a tomar una bata ligeramente transparente de tonalidad púrpura del perchero, se lo colocó delicadamente.

—¡Shidi, shidi! ¿Ya terminaste de montar a ese mastodonte? — Se escuchó del otro lado de la puerta.

El vampiro decidió abrir la puerta y puso los ojos en blancos en cuanto notó a su desastroso hermano. — Por lo que veo tú ya terminaste de jugar con esa rata, ¿tan poco te duró el gusto? — alzó el mentón viéndolo con desdén.