La segunda apuesta.

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La mañana era muy tranquila y las clases no habían empezado aún, tanto el pelirrojo cómo el chico eléctrico se cambió y fueron lo más rápido que pudieron al patio, al fin habían podido pasar esos momentos tan incomodos que habían pasado la noche anterior, aunque no era tan difícil olvidar aquellas miradas de necesidad.
—hey mina! —exclamó el pelirrojo mientras apoyaba su brazo sobre el hombro del rubio hacia la chica peli rosa que estaba a unos escasos metros de los chicos.

—oh! ¡Hola kiri bebé!— dijo aquella chica de manera animosa.

Todo estaba animado, los amigos se saludaban como siempre había sido ya que desde la infancia de kiri, mina fue la única que estuvo con él, por otro lado, el rubio estaba sumamente nervioso, pareciese que no podía olvidar aquellas extrañas circunstancias que había pasado con el pelirrojo y digamos que la presencia de aquella chica no ayudaba mucho con los nervios del pobre Pikachu.

—emm… ah... yo… si claro, dos de azúcar por favor, WAHEEEY!!!
—Exclamó el pobre rubio pues ya había hecho corto circuito.

En tanto a los otros dos, kiri cómo mina habían quedado sorprendidos por aquel pequeño corto circuito que había hecho el rubio, se miraron mutuamente mientras una risilla extraña sobre salía de sus bocas y ambos cómo buenos y mejores amigos que eran, rascaron su nuca al mismo tiempo.

—b-bueno chicos! ¡Que estamos esperando! —Exclamó la peli rosa mientras daba algunos pequeños saltitos hacia las canchas y tomaba el balón.

Por unos breves minutos el rubio estuvo diciendo incoherencias, kirishima trataba de calmarlo para que no dijera nada de los eventos pasados pero sus intentos eran apenas válidos, al llegar a las canchas y con denki más tranquilo también se encontraron con Ojiro y la pequeña Eri, poco después se percataron de que monona estaba por aquellos espacios de la escuela por lo que también lo invitaron a jugar y el cómo buen chico creído y burlón debía asegurarse de enseñarle a ellos que clase era la mejor en los juegos al aire libre.

—bueno somos seis así que cómo nos dividiremos? — preguntó la peli rosa mientras daba algunas vueltas al balón en su mano.

—solo jugaran ustedes 4, eri y yo almorzaremos mientras los vemos desde las bancas y los apoyaremos, ¿cierto eri? —Preguntó el rubio mientras tomaba la mano de la pequeña eri.

—Claro que si Kaminari! ¡Vamos! —dijo la pequeña albina mientras daba algunos pequeños saltitos de emoción.

—oh, miedo acaso?! ¡JA! No importa, de todas formas, ¡ganaré en nombre de la clase 1B! —gritó entre algunas risillas aquel chico burlón de ojos azules.

—EEEHHH?!? No lo sé Monoma, si tan seguro estas podríamos hacer una pequeña apuesta~ —Musitó la chica de piel rosada con un leve tono de burla.

La amable discusión terminó minutos después, denki y eri dieron algunas ideas bastantes interesantes, principalmente el rubio lo tomó cómo una venganza personal ya que gracias a el se llego al acuerdo de que el equipo perdedor se travestiría y trataría de “seducir” a uno de sus profesores, vaya que se meterían en problemas, pero las risas no faltarían en aquella apuesta.

—¡Bueno, juguemos! — gritó el pelirrojo mientras chocaba sus puños y pasaba el balón al rubio del 1B —Vamos Monoma! ¡Andando! —Gritó kirishima mientras corría a la canasta del equipo de Mina y Ojiro.

—CLARO QUE NO! —Gritó la peli rosa pues jamás había perdido un juego y no comenzaría ahora.

Pasado aproximadamente una hora, el marcador iba 20 a 19, solamente faltaba una canasta para que kirishima y momona ganaran, aunque no contaban con la audacia de mina y Ojiro quienes se adelantaron y lograron meter la ultima canasta de tres puntos, ahora kirishima y Monoma tendrían que travestirse y denki… él estaba más que feliz por la situación.

IMPOSSIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora