¿Quién Es La Novia De Yang Juwon?

15 | 열 다섯

Al escucharse el timbre de salida, los alumnos de último año comenzaron a dirigirse en grupos a sus respectivos sectores de reunión. El aniversario de Dawon sería el día siguiente, y debían de repasar los últimos detalles. Todo debía de salir de mil maravillas, y superar a la promoción anterior. A sabiendas de que gran parte del alumnado e inclusive los profesores estarían ajetreados con los preparativos, ambos aprovecharon la oportunidad para verse.

Jeongguk fue el de la idea, y Yoongi aceptó con la excusa de que él no estaría como idiota esperando a sus compañeros, y decidió seguirle hasta el baño del gimnasio.

Jeongguk mantenía sus manos pegadas al cuerpo del pelinegro: la mano izquierda sobre su cuello y la otra en su espalda baja para atraerlo hacia sí. Su cuerpo le pedía contacto íntimo con el otro, aunque Jeongguk no lo reconocía de esa forma, y Yoongi tampoco. Era una competencia para demostrar quién tenía el mando en aquel beso que comenzaba a superar los cinco minutos, incluyendo, las pausas que necesitaban para tomar aire.

No fue sorpresa para ninguno de los dos que sus cuerpos adquirieran un calor irregular, tanto así que requería quitarse la ropa. Antes de que algo así sucediera, y como había estado ocurriendo todos los días desde esa noche, fueron interrumpidos. Esta vez: por el celular de Yoongi.

Jeongguk al notar las intenciones del pelinegro, lo sujetó de la muñeca para detenerlo.

—No contestes —le dijo robándole un beso más.

—No me des ordenes, Jeon —zanjó empujando levemente al castaño por el pecho.

Jeongguk puso los ojos en blanco. Sabía que nada podía hacer cuando se cortaba el rollo. Solo resignarse a que ambos regresaron a la realidad.

Yoongi observó el número, y revisó de quién se trataba por la foto de perfil.

—Debo irme, ya llegaron todos —anunció guardando su celular en su bolsillo trasero.

—¿Y cómo sabes que se trata de uno de tus compañeros? No los tienes agendados —preguntó curioso.

—Lo se por la foto de perfil.

—¿No es más fácil que los tengas agendados?

—No me gusta agendar a gente al azar.

—¿Y a mí? ¿Me tienes agendado? —cuestionó intentando sonar lo menos interesado posible, aunque era todo lo contrario.

—¿Tu que crees? —se rió antes de salir del cubículo del baño.

Jeongguk analizó el tono de burla, llegando a la conclusión de que no, tampoco figuraba en el celular del pelinegro.

Yoongi estaba en la labor de lavar sus manos cuando escuchó la voz de Jeongguk preguntar:

—¿Nos veremos más tarde?

—No lo sé, soy una persona bastante ocupada —respondió sin interés secando sus manos.

Maldito engreído, maldijo Jeongguk en su interior sintiéndose ridículo.

—Solo preguntaba porque no tendré tiempo luego —mintió con desdén. Tratando de emparejar su actitud con la del pelinegro.