La respiración de Anton en mi cuello es muy molesta, pero que más puedo hacer que no sea salir de la cama, es hora de volver al mundo exterior para enfrentarme a un nuevo capricho de mi padre, se que él desearía una hija normal y por eso lo hace, pero la verdad es que yo sé que nunca voy a ser como los demás.Cuando pienso en lo fácil que sería todo si yo fuera normal, me frustro aún más, dedico una ultima mirada a Anton, se que no es especialmente guapo, si bien trabaja un poco su físico, sus rasgos no lo hacen ser el típico tipo por el que todas babean y quizás por eso está junto a mi, solo el me aceptaría como soy.
Me muevo lentamente para no despertarlo, no estoy de humor para hablarle después de lo de ayer, tratando de que mis movimientos sean suaves entré en la ducha y lavé mi cuerpo, si bien no podía ser tan bonita o funcional como las demás chicas, trataba de parecer aseada y eso ya era algo.
Una vista rápida al pequeño armario blanco, solo para sacar unos jeans negros y una sudadera color violeta, la apariencia no es algo que me preocupé en exceso. Cepillé mi extravagante cabello azul para dejarlo suelto, vi a través del espejo que mi flamante novio daba un par de vueltas en la cama, por lo que me apresuré a tomar el celular, los audífonos y la llave a para salir de casa.
Al doblar la esquina había una pequeña cafetería donde esperaría a mi papá, no me gustaba mucho el lugar pero era mejor que haber estado con él en casa, me pongo los audífonos para evitar cualquier interacción posible después de pedir mi chai latte de siempre, pues aunque no me guste el lugar, esa bebida ya es una costumbre
—Princesa ¿cómo estás hoy?—odiaba ese tono con el que tanteaba el terreno, buscando saber con qué Alice se encontraba hablando.
Tomó asiento frente a mi, sus canas le daban un aspecto de señor refinado, aunque era relativamente joven, pues decidió olvidarse de los condones y tuvo este enorme problema a los veintitrés aún sin terminar la carrera de medicina, debe ser difícil terminar y hacer una especialidad siendo padre soltero.
—Hoy no tengo ganas de que todos se vayan a la mierda y eso ya es mucho, ¿podemos irnos donde el nuevo loquero ya? —me miró con severidad pero enseguida lo dulcificó
—Mejor vámonos aprovechemos la suerte que ya tengo de que estés aquí —rodé los ojos
Subimos al auto de mi padre, no le di tiempo a iniciar una de sus famosas conversaciones, solo me puse los audífonos mientras desviaba mis ojos a la ventana y me sorprendió llegar al hospital donde él trabaja, tal vez debí escuchar.
Estacionamos y me di cuenta que es mejor saber algo antes de entrar, ya la ansiedad burbujeaba en mi cabeza, no quería una crisis ahora
—y bien, ¿no me contarás nada de este nuevo loquero que precisamente trabaja en el mismo lugar que tú?—comenzamos a caminar
—No hay mucho que decir, ya lo verás tú, pero es un doctor, es joven, llegó recién, me pareció muy inteligente y me gustaría que probaras una nueva terapia, es importante que siempre tengas apoyo médico— presionó los botones del elevador para llegar al destino
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Alice in borderline
Romance-No me adviertas sobre ti, como si fueras algún aparato defectuoso del que debes avisar al consumidor porque está en oferta, tienes problemas o cosas con las que lidiar, si tratas con personas que no ven que no necesitas explicarte, cambia de amigos...