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★SAKURA★

Otro día más, se supone que este debe de ser interesante «se supone» hoy nuevamente como cada año comienza de nuevo el ciclo escolar. Una vez más tendré que ver la cara de los fuckboys - que así como su traducción lo dice son chicos de mierda-, también de las chicas populares - que se hicieron populares solo por ofrecerse a los hombres y vestir cortas faldas que se les ve hasta el alma-, de igual forma también están los "come libros", los ratones de biblioteca o como los llamen.
Aún permanezco dentro de la cama con las cobijas hasta mi nariz y mirando fijamente la ventana, se supone que ya debería estar lista pero mi cuerpo me exige descanso, descanso después de la golpiza de anoche.

Alguien entra a mi cuarto sin avisar ni me esfuerzo por ver quién es, es mi madre su mirada se torna preocupada.

-Es hora Sakura tienes que levantarte, sino sabes que el vendrá por ti. - Lo único que hago es seguir mirando la ventana. Mi madre se siente a mi lado obstruyendo mi vista hacia esta.

-Ya me alistare solo necesito un poco más de tiempo. Me duele el cuerpo.- Ella desvía su vista y se la culpabilidad que siente y no me causa ningún remordimiento el verla de esa forma.

-Sakura no puedo hacer nada, sabes que estoy en enferma y cualquier cosa puede...- se le entrecorta la voz, está no es la mujer que me crío, la mujer que me crío me defendía y me escuchaba.

-Y una mierda eso de que estás enferma, por si no te haz enterado mamá yo estuve en ese momento cuando te dijeron que el cáncer volvió y está vez ya no hay posibilidad, yo estuve ahí pero eso no tiene justificación para que no hagas nada por mi. - Sus ojos se cristalizaron. Mi madre es una mujer alta, delgada, tiene el cabello color rubio quemado pero esa mujer cambio desde hace unos años. Su cabello se cayó gracias al cáncer, antes siempre en su rostro la adornaba una sonrisa ahora son lágrimas, antes era mi modelo a seguir ahora es una persona ignorante.

Antes de que me dijese algo me levanté de mi cama y camine al baño para luego cerrar la puerta con seguro y mirarme al espejo. Viéndome fijamente al espejo es donde realmente me doy cuenta de que tan mal estoy, a veces quisiera ser como todas las porristas de la escuela, tener más senos, tener un color de cabello normal y no uno rosado al cual no le encuentro gracia.

Una vez lista me quito la ropa y la dejo en el suelo, para luego entrar a la ducha y sentir como el agua comienza a resbalar por todo mi cuerpo, tomo una bocanada de aire y la suelto tocandome suavemente mi costado para no hacerme daño veo el suelo y a su vez veo como la sangre de mi cuerpo se desvanece por el agua.

Cuando terminé de bañarme me seque y comencé a cambiarme, me puse una camiseta negra holgada de igual forma me puse un pantalón azul para luego ajustar la camiseta y dejar que se viera larga la parte de atrás, y ahora me concentrare en mi cara.

Respire profundo y saque el maquillaje tengo que quedar como nueva repetía mi mente y así con ese mismo pensamiento comencé a cubrir los moretones que adornaban mi cara.

Cuando finalice, salí del baño y mi habitación estaba ordenada con la cama ya hecha y las cosas en su lugar, mi madre la organizo por mi muy seguramente. Tome mi mochila y baje al primer piso de la casa de mis padres.

Mis padres estaban desayunando plácidamente mientras yo cuidaba cada movimiento para no hacer enojar a mi padre. Una vez estuve al frente de ellos mi padre aún no me miraba iba a tomar asiento pero el me detuvo.

-No- dijo parando la silla con su pie. Me miro y con su mirada de odio hacía mi supe que hoy no iba a desayunar. - Te lo tienes que ganar. Pídeme perdón.

- Perdón papá- dije en un susurro. Lo siguiente que el hizo me dejó atónita, tomo una galleta y me la dió en la mano.

-Ese es tu desayuno.- Mire mi mano y la galleta que estaba sobre está, mire a mi padre y pude ver la satisfacción que le da verme así. Lo único que hice fue asentir y de pie frente a la vista de mis dos padres comencé a comer la galleta.

- Gracias.- dije una vez la terminé - me iré a la escuela, adiós.

- Adiós, cuídate.- me dijo la voz de mi madre a mi espalda. Es irónico ella diciendo que me cuide cuando en realidad me tengo que cuidar más de mi familia que afuera en el exterior.

Salí por la puerta trasera para tomar las llaves de mi moto, subirme y dirigirme a la escuela. Una vez llegue, estacione mi moto junto a los Miles de carros de los hijos de papi.

Una vez bajo y me quito el casco de seguridad siento que mi cara palpita del dolor, me arde y siento que en algún punto llegaré a llorar del dolor.

Ya lista, me guíe de camino a mi primera clase pero en este mismo tuve que presenciar la escena que más odio - personas haciéndole acoso escolar a un chico estudioso -.

Veo detenidamente como de un solo movimiento hace que se le caigan las cosas. Se que no debo meterme pero le hago caso omiso a lo que creo y me meto en esto.

-No deberían hacer acoso escolar a personas que no les ha hecho nada.- les dije enfrentando al mayor protagonista de esto, un chico alto con unas ojeras notables, su cabello es negro igual que sus ojos un negro indescifrable. A su espalda estaba un chico parecido a el que solo me miraba como si fuera un chiste, al lado de él estaba otro chico con una cometa delgada atrás de su cabeza es de estatura media y con el cabello color rubio.

Miro atentamente todo los movimientos que cada uno de ellos hacen. El chico frente a mí me examina de pies a cabeza.

- Escucha preciosa, te estás metiendo en un problema que no es para nada tuyo.

-Vale, pero si el no se defiende tiene a otras personas que si lo hacen por el.- le dije a la vez que ayudaba al chico del cual se estaban burlando.

- No te metas con lo que no te corresponde porque sino lo sabes en un solo movimiento ponemos volverte nada.

-No les tengo miedo, pueden hacerme lo que quieran, pero dejarme por alguien como ustedes dudo que lo logren.- dije examinando que el traía algo en su mano y así como lo hizo con el chico de hace poco, de un manotazo quite su bebida y se la tire al suelo arrimando sus zapatos y de paso un poco los míos.

El lugar se quedó en silencio hasta que la risa de una persona de atrás de el empezó a reír - era el hombre que se parecía a el - el me miraba y no paraba de reír.

-Venga ya Itachi, déjala en paz a ella y a él está vez te han ganado hermano.- Le dijo el chico de atrás. Lo examine de pies a cabeza, tiene el pelo negro, ojos negros y fríos sin ninguna expresión, es alto y musculoso por lo que puedo ver.

- Cállate - le dijo para volver a mirarme, dió un paso al frente intentando verse amenazante. No me moví ni un solo centímetro no iba a dejar que notará que si me sentía un poco intimidada.

- ¿Qué quieres?- lo mire y lo próximo que hizo no me lo esperaba, me tomo del cabello tirandolo fuertemente, mis ojos se cristalizaron al ver que yo misma me decía «no de nuevo »

-Itachi, ya suéltala.- Hablo el chico de atrás de nuevo pero en lugar de soltarme me empujó hacia atrás haciendo que mi cuerpo chocará dolorosamente con los casilleros. El chico tomo fuertemente del tal Itachi y lo empujó hacia atrás para luego el posicionarse dónde estaba antes la otra persona. El chico me reviso con sus ojos.

-Será mejor que me vaya- dije en un pequeño suspiro.

-Perdón.

¿fuckboy?Where stories live. Discover now