¡En esta vida seremos felices!

III

Los días fueron pasando de manera rápida mientras Miao Miao se acostumbraba a su nueva vida. Estaba demostrándole a la vida que ella podía triunfar, pese que a ese trabajo podría considerarse bajo para una mujer con sus cualidades. Pero nuevamente que era el dinero, la grandeza, el poder, para una mujer que regreso de la muerte. 

El restaurante de la ciudad la había contratado como parte del equipo de la limpieza de la cocina, las manos que alguna vez fueron blancas y que no conocieron la rudeza del trabajo manual, se estaban volviendo ásperas y perfumadas con el olor del desinfectante y el jabón de cocina.

Cuando el servicio no se daba abasto en el pequeño lugar rural, Miao Miao también ayudaba como auxiliar de cocina. 

Su mente no dejaba de volar en aquellos momentos cuando quería ser la mejor esposa que incluso se obligo a ir mas allá, para aprender a cocinar los mejor s platillos que acariciaran el paladar de su Shào Ming. Pero ahora incluso una comida tan simple parecía mas delicioso que toda la calidad que podrías poner en un delicado platillo para el mas exigente hombre.

-Marie, como fue tu cita con el medico? pregunto una de las camareras en el descanso mientras comía con Miao Miao ahora bautizada como Marie.

Las mejillas de Miao Miao se tiñeron de un color rosado mientras sus ojos se llenaban de un brillo que solo una mujer embarazada tendría.

-Mr.Smith dijo que todo iba muy bien, necesito algunas vitaminas respondió mientras cortaba un pequeño pedazo de carne. La camarera sonrió mientras miraba a la mujer frente a ella.

Desde el día que Marie se unió al equipo del restaurante local, las cosas estaban mas animadas, nunca tienes en el trabajo una mujer con una historia tan trágica que podría considerarse un gran drama de la TV. No podían culparla por querer estar atenta de lo que pasaba con Marie. Incluso ella misma comenzó a hacer historias en su mente acerca del pasado de aquella mujer regordeta. Sus facciones eran impecables y su estilo de comer en la mesa era muy educado, todos podían concluir que se trataba de alguien con un mayor nivel socioeconómico. Pero nadie quería preguntar mas acerca de sus ideas.

Li, quien estaba frente a la mujer gorda. Quería saber todo el drama que la había llevado a esconderse en un lugar tan alejado, independientemente del lugar de donde viniera, no podían evitar decir que ese sitio era como un espejismo en los ojos del país Y. Pero incluso si tenia mucha curiosidad, la tristeza en los ojos de la mujer cuando hablaba de ciertos temas delicados, le hacían un nudo en el corazón que le impedía ir mas allá de su curiosidad.

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Kāng Li una estrella de películas muy reconocida, estaba dentro de la oficina de su nuevo negocio. El brillante hombre estaba un poco cansado de la vida de una estrella de talla internacional y luego de tantos años en la industria. Comenzó finalmente con pies de hierro el nuevo negocio dentro de los empresarios.

Aunque puede considerarse como "nuevo" en el mundo empresarial, las manos de Kāng Li ya habían estado envueltas en negocios mucho antes de que se anunciara al publico la despedida de la estrella. Aunque esta iba a ser paulatina, la noticia había devastado a muchos fans del hombre que lloraron a mares al enterarse del adios del hombre. Pero contrario a las otras estrellas que se recluían en su vida privada, el hombre solo se daría vuelta y emprendería un camino por los negocios.

Sin embargo dentro de la mente de Kāng Li no solo estaban los negocios, en sus ratos libres dentro de la oficina, no podía dejar de soñar con la piel suave y blanca de una de sus mas recientes conquistas. Una pequeña hada que había escalado en la industria, era una mujer guapa y su dulzura, lo hizo hecho caer.

Pero mientras el imagina las dulces curvas de la mujer que lo envolvió dentro de sus piernas, sentía que algo era extraño con la dulce Mei. Mei le guardaba secretos que solo conseguían que su vientre hirviera. La pequeña hada le pertenecía, le pertenecía desde aquel momento en la fiesta de inversores, donde bajo los influjos del alcohol y presa de sus mas bajos instintos compartió a la hada con otro hombre.

Esos sucios pensamientos, lo hacían duro. La hada era una virgen que en una aventura sangrienta les dio su ser...