Cosas de niños

Prólogo

Lunes

A pesar de ser una práctica, no era raro que cierto chico explosivo no se estuviera limitando pero, ahora estaba siendo un poco mas agresivo de lo normal, ya que uno de los ataques de los chicos con los que estaba practicando había golpeado a cierto bicolor el cual le tenía loco, pero que aun no lo decía abiertamente.

El ejercicio era bastante sencillo, una batalla en pareja usando sus poderes contra el otro para mejorar el trabajó en equipo, Bakugō hacía equipo con Todoroki, con aquél chico bicolor que desde el inicio llamo la atención del rubio cenizo pero que este lo interpreto como una rivalidad, luego una rivalidad amistosa pero ahora había finalmente aceptado que era mas que eso, por fin acepto que estaba enamorado de aquel chico de ojos dispares.

Tenia relativamente poco, ya que 2 semanas atrás fue que ambos por obra del destino se encontraron en la plaza comercial, Katsuki fue el primer en ver al otro, le había atrapado mirando atentamente un arcade al cual parecía que el medió albino no se terminaba de animar a entrar, y juraba que mas bien lo veía con curiosidad pero sin saber que hacer, se desespero y fue hasta el.
Al final del día los 2 chicos pasaron una tarde agradable entre competiciones amistosas y sonrisas discretas, hasta la hora de despedirse, Todoroki quién salio de la plaza con un peluche de gatito mientras ambos tomaban una malteada, se acercó al contrario dándole un abrazo con una tenue sonrisa pues en una parte de la tarde se había soltado con este, lo que fue la perdición de Bakugō, ya que esa nueva vista de Todoroki fue lo que terminó por derramar la última gota del vaso, dándose cuenta que estaba enamorado del hijo menor de Endeavor.

—¡¡Bastardo!!— grito preocupado aun que solo un pequeño puñado de personas noto eso, después de lanzar unas explosiones a su oponente para alejarlo de ambos, fue hacia el chico de 2 colores para verificar que estuviera bien —Hey, hey, hey— se hincó al lado del otro tomándolo en sus brazos, mientras este apenas estaba volviendo de su aturdimiento, encontrándose con esos rubies brillantes mirándole de forma preocupada.

—Bakugō...— Susurró, iba a decir algo mas cuando vió al chico que anteriormente el rubio cenizo había mandado algo lejos, ya de pie y listo para atacarlos —¡¡Cuidado!!— advirtió tirándose lo mas rápido que pudo sobre su compañero, seguido de eso uso su hielo para alejar al chico del otro curso lejos de ellos, sacándolo así del círculo de combate, Bakugō estaba algo atontado ya que podía oler sin problema la dulce fragancia del shampoo del medió albino —¿Estas bien Bakugō?— pregunto mirándolo atentamente de una forma que al mencionado le pareció demasiado adorable y pura, su corazón se acelero con esa imagen.

—Yo... ¡¡Claro que lo estoy bastardo!!— le dijo gritando de manera defensiva mientras el bicolor le daba una leve sonrisa que le descolocó, pero que no demostró abiertamente.

Shoto en el tiempo que lleva conociendo a Katsuki sabia que este nunca diría un gracias pero, también le conocía lo suficiente para saber la forma en que su orgullo actuaba, sin mencionar que se permitía ser mas el mismo con el, simplemente por que este no lo miraba diferente a como sentía lo hacia el resto (al menos al principio), el siempre lo vio y trato como Shoto (aun que en un inicio lo insultaba, pero para el era algo nuevo e interesante aun que no lo demostrará) a diferencia de los demás, ya sea de manera consiente o inconscientemente sentía que el resto le veían demasiado superior, importante y siempre tenían expectativas altas por ser un Todoroki. Bakugō no le vió así.

Le cansaba demasiado aquello, a fin de cuentas el también era un adolescente que igual que los demás quería divertirse. Aun que con el tiempo sintió que esa perspectiva cambió, sobre todo con Midoriya quien ahora podía decir, era un gran amigo suyo.

Ambos chicos se perdieron en sus propios pensamientos, curiosamente éstos incluían al otro, estuvieron así hasta que ambos escucharon la voz del equipo contrario.