4. Despedida

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Estados Unidos, North Carolina.

T/N

Toda mi ropa empacada, dinero, algunos dulces para el avión y el uniforme escolar de la nueva escuela. Ya tenía todo listo.
Mi habitación se veía distinta por la falta del desorden que siempre tenía.

Caminé hacia mi armario para verificar que no haya quedado nada allí. Abrí la puerta y me encontré con las perchas colgando vacías, en un rincón había una pila con algunos hoodies de Payton que planeaba llevarme.

Planeaba, luego me lo planteé mejor y decidí devolverlos y dejarlos aquí en Carolina del Norte, me prometí a mí misma que me olvidaría de Payton y tener sus hoodies a mi alcance no sería buena idea.

Era un poco incómodo estar con Payton luego de lo que pasó, cada vez que lo veo sus palabras vuelven a mi mente provocando pinchazos en mi pecho, casi como si fuera dolor físico.

Cambié las sábanas de mi cama para dejar todo limpio antes de irme. Las rocié con un poco de perfume y me senté a observar por mi ventana.

Unos tres golpes suaves se oyeron en mi puerta antes de ser abierta. — Hola — habló mi mamá con una sonrisa enorme en su rostro y se acercó para rodear sus brazos en mi torso.

Está muy emocionada, al igual que yo. Siempre me decía que le encantaría haber vivido algo así en su adolescencia y que por eso estaba tan feliz de que yo lo haya logrado.

— ¿Qué pasa ma? — reí leve. Era al menos la quinta vez en el día que entraba a mi cuarto para abrazarme.

— Quería ver si ya tienes todo listo, y veo que sí — suspiró observarndo las maletas.

— Así es — asentí.

— Debo darte algo más para que lleves — un gesto confuso se formó en mi rostro. — Espérame, ahora vuelvo — salió de la habitación.

Luego de unos segundos volvió con una bolsa de la farmacia lo cual me confundió más.

— Ten — extendió la bolsa y la abrí con curiosidad.

— ¡Mamá, por Dios! — me tomó por sorpresa.

Dos cajas de preservativos. ¿Qué?

— Bueno hija, yo no sé lo que pueda pasar allí, por eso me aseguro de que te cuides —.

— Pero mamá... — mi rostro se tiñó de rojo por la vergüenza.

— Escúchame — interrumpió. — No paso el suficiente tiempo en casa como para saber sobre ti, tan solo te pido que lo lleves por las dudas. Y no quiero que te avergüences de hablar conmigo, soy tu mamá y puedo ayudarte en lo que necesites. Estás creciendo y debo asegurarme de que vas a estar bien ¿sí? — asentí con mi cabeza con pena. Jamás había tenido una charla de estas con mi mamá desde que me llegó la regla por primera vez.

Aún así agradecía por tener una madre protectora y bondadosa conmigo. No me presionaba para hablar y siempre me transmite confianza.

— Creo que voy a dejarlas al final de la maleta — hablé por lo bajo y escondí las cajas entre la ropa. Mi mamá rió y salió de la habitación.

Acto seguido, luego de cerrar mis valijas otra vez me acerqué a la pila de hoodies y los puse en una bolsa. Tomé coraje y me dirigí a la habitación de Payton.

Su puerta estaba cerrada. Tragué grueso y exhalé dramáticamente antes de golpear. Si unos golpecitos con ritmo, indicando que era yo, tenemos una especie de clave para golpear la puerta. Esperé unos segundos y nada sucedió.

My Life Partner 2 ~ Payton MoormeierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora