My Life Partner 2 ~ Payton Moormeier

5. Maldita sensación

España, Madrid.

T/N

Llegamos a España por la mañana, tuve la suerte de que el viaje no fuera aburrido, resultó ser que Quinton es un gran bromista y una agradable compañía.

Ahora es el momento en el que vamos en un autobús de dos pisos hasta la escuela. Aún quedan dos días para que las clases inicien, en los cuales debemos adaptarnos al campus y desempacar todo en nuestras habitaciones.

El campus es enorme. Es como si fuera un internado, pero mejor. Los alumnos de intercambio tienen un ala donde están las habitaciones, el comedor, la cocina y las salas de reuniones. Del otro lado se encuentra la parte de la escuela, donde están los salones, canchas y demás.

Lo que me sorprendió es que era todo de lujo y estaba perfectamente cuidado. Me encantaba todo.

— Hey — sentí dos golpecitos en el marco de la puerta y volteé viendo a Quinton entrando.

— Hola, ¿ya desempacaste? — dije mientras sacaba la ropa de mis valijas.

— Sí, acabo de terminar. Lo malo es que comparto habitación con un chico alemán y no entiendo nada de lo que dice — rió.

— Bueno, al menos aprenderás alemán. Mi compañera de cuarto al parecer no ha llegado — hice una mueca.

Y en el mismo momento una chica de lentes y muchas maletas y bolsos colgando de su brazo cruzó la puerta dejándonos a mí y a Quinton en silencio.

— ¡Hola! Soy Eliza — subió sus lentes a la cabeza y pude reconocerla.

— Yo soy T/N y él es Quinton — señalé y estrechamos las manos en forma de saludo. Ella es la prima de Ansley, pero no suelen llevarse bien ya que Eliza pertenece a otro grupo.

— ¿Te conozco? Creo que te he visto en la escuela alguna vez —.

— Sí, de hecho soy la amiga de Ansley —.

— Oh, ya veo, qué bien... — hizo una pausa — ¿Eres la amiga de Payton Moormeier verdad? — se acercó a su cama y lanzó los bolsos.

— Sí, ¿por qué? —.

— No, nada — rió leve. — He oído un poco de él, es todo — comenzó a desempacar sus cosas.

Luego de un momento en silencio Quinton habló. — Si quieres puedo ayudarte a desempacar y luego vamos a tomar algo a la cafetería — ofreció.

— Genial, me encantaría — sonreí.

Mientras él abría una caja con mis pertenencias, libros y algunos adornos yo me encargaba de ordenar mi ropa en el armario.

Entre las prendas pude ver una tela amarilla que reconocía a la perfección. ¿Cómo llegó aquí? Sabía perfectamente que ese hoodie lo había dejado en la habitación de Payton.

Lo tomé entre mis manos y lo miré con un poco de nostalgia.

— ¿Qué ocurre? — dijo Quinton sacándome de mis pensamientos.

— Nada... — doblé el hoodie y lo guardé. — ¿Nos vamos? Mañana puedo terminar, ahora tengo mucha hambre — froté mi estómago con una mueca y él rió.

— Vamos entonces — pasó uno de sus brazos por mis hombros y saludamos a Eliza antes de salir y cerrar la puerta.

Mientras caminábamos por los pasillos Quinton me sostenía cerca de él abrazándome. Apenas unas horas hablando con él en un avión y formamos un vínculo de amistad.
Nos encontramos con algunos alumnos de nuestra escuela, pero no tenía relación alguna con ellos.