Shattered Dreams

Capitulo 2

Otra vez la misma pesadilla de todas las noches. El interminable pasillo lleno de oscuridad en el cual por mucho que corriera, no había salida, no había puertas ni ventanas, no había compañías. Asi es como sentia en la vida real, aunque estuviera estudiando para ser científica, veía mi vida como un camino sin rumbo.

Entonces me desperté de un salto. Tenía todo mi cuerpo lleno de sudor, eso me asqueaba a si que bebí un vaso de agua y aunque fueran las  seis de la mañana y empezara las clases a las ocho y media, me fui a ducharme al baño para despejarme y quitarme el repugnante sudor.

Dejé correr el agua lentamente mientras extendía mi cabeza hacia abajo y lloraba. Lloraba por la tensión y frustación que tenía acumulada. Porque no tenía a nadie y porque si no me descargaba ahora, después cuando la mayoria de las personas me mirasen mal y me insultasen, no iba a poder seguir hacia delante con la cabeza alta. Porque aunque no lo parezca, no me afectan los comentarios, pero cada vez son más y es un sin fin de comentarios de mal gusto hacia mi, que poco a poco van quebrando mi gran coraza haciendo que me sienta vulnerable y débil.

Salí ya vestida y preparé mi mochila para el día de hoy. No es que me entusismara estudiar, pero me sentía atraida hacia todo lo que era la ciencia, a parte de hacer que la curiosidad me llene con preguntas que nadie ha respondido, hace que quiera averiguar como funciona mi don y por qué yo lo tengo. Además de que el estudio es lo único que puede hacerme feliz, descubriendo asi como he dicho antes, todo lo relativo a mi don y haciendome tener un buen trabajo y que la abundancia de dinero me haga feliz. O eso es lo que espero.

Ya eran las  siete y media y yo estaba en mi cama leyendo mientras que una alarma de despertador sonaba. Kevin se despertó y lo apagó, cosa que agradecí porque la irritante musica no me dejaba concentrarme y tuve que leer la misma página un par de veces hasta enterarme.

Se duchó y vistió al igual que yo. Todaví aseguían en el baño y ya eran las ocho y cuarto a si que me acomodé la mochila y me dispuse a salir hacia mi clase, cuando abri la puerta, estaba Allison y sus amigas, Laila y Keila, las cuales son hermanas. Al verme se acercó y yo maldije por lo bajo a la vez que rezaba para que no arruinara mi dia.

-Katia Empollona Calculadora, alias, La Fria- dijo riendo y señalandome. Otra vez no. Está era mi rutina, todos los dias, ella me esperaba y hacía que me avergonzara de ser como soy y que todos los del instituto pensaran que soy mala y fría. Se que lo soy, pero yo no era asi, nadie se limita en conocerme, aunque si lo intentan yo les echo porque si no sufriran con mi estúpido don. He supuesto que soy gafe o algo parecido y cada vez que alguien se acerca a mi también se acerca su muerte. Lo he visto con mis propios ojos. Mi abuela, más tarde mi abuelo. Y gracias a dios que mi madre y mi padre se fueron, no hubiera suportado verlos morir por mi culpa a ellos también.

-Hola Allison- dije con desgana.

-No, no, no, no se me habla con esa frialdad- acto seguido levantó la mano para pegarme una torta en la cara. Eso no lo hacía siempre, solo cuando estaba enfadada y asi se desahogaba conmigo. Yo no se lo impedía, solo cuando estaba muy irritada, entonces le decía lo mala que era ella y me interponía entre su mano y mi cara, y ella se guardaba lo que tenía que decirme para otro día.

Cerré los ojos como autorreflejo esperando a que su mano impactara lo más rápido posible contra mi cara y se fuera de una vez, pero eso no sucedió. Cuanod volví a abrir los ojos, Kevin se encontraba detrás de mí, sujetando por la muñeca a Allison. Lo miré confundida y asombrada, nunca nadie había hecho nada, aunque la vieran, es más se reían de lo que me hacían. Cuando Kevin vió como le miraba, giro su cara hacia mi y me sonrío con…¿dulzura?

-Será mejor que te vallas- espetó Kevin de nuevo serio.

Allison se soltó de un tirón y se fue enfadada con sus amigas pisandole los talones.

Yo volví a mirar a Kevin atónita todavía.

-¿Te ha hecho algo?- preguntó preocupado.

-¿Fisicamente?- le pregunté sin dejar que respondiera- no- dije mirando de nuevo al suelo.

-Gracias al cielo- dijo aliviado. Volví a mirar la hora y ya eran las ocho y veinticinco y tenía que cruzar casi media universidad hasta llegar a mi clase.

-Me tengo que ir a clase- dije . Acto segguido salí corriendo por los pasillos sin despedirme o decirle gracias.

Miré la puerta de la clase, y efectivamente había llegado tarde. Miré mi reflejo y ví que estaba un poco sonrojada. ¿Por qué? Ni yo misma lo sé.

Las clases  se me pasaron volando y nos mandaron un trabajo sobre el espacio individual. Gracias a dios que era individual, no me gustaría hacerlo con nadie.

Volví a mi habitación y Kevin estaba dormido en su cama. Se le veía muy tranquilo y bastante adorable. Vale , aleja esos pensamientos. Es que hay veces que no lo puedo evitar, soy una chica adolescente hormonada, ¿qué esperabais que pensara?

Me senté en una de las dos mesas de estudio y coji mi portatil y una cartulina dispuesta a hacer mi trabajo.

Kevin se levantó minutos más tarde y sin que yo me diera cuenta se posicionó detrás de mí.

-¿Qué haces?- preguntó. Yo dí un pequeño salto en la silla del susto que me había provocado.

-Un trabajo- dije cuando se me había ralentizado la respiración. Él asintió y me dijo que me estaba quedando muy bien. De rrepente me había entrado la curiosidad y quería preguntarle que estudiaba y a que se quería dedicar en un futuro.

-¿Qué estudias?- me preguntó él a mi casi leyendome el pensamiento.

-Naturales, matemáticas y cosas deribadas- dije encogiendome de hombros- ¿y tú?- él sonrió en cuanto se lo pregunté. De verdad que no le entendía.

-Psicología y todo lo derivado- ala. En todo lo que llevo aquí, nunca he conocido a nadie que quisiera licenciarse en psicólogía. Y no era por qué no tuviera amigos, porque por ejemplo sé a que se quiere dedicar Allison. Según ella a ser animadora para equipos mundialmente famosos de fútbol américano, pero yo de eso solo pensaba que no le saldría bien, aunque si lo quería intentar, alla ella.

Después de unos minutos Kevin me anunció que se iba, que había quedado con unos amigos y yo solo me encogí de hombros restandole importancia aunque me quedé pensando en él y su interés por la psicología toda la tarde.

(multimedia Katia)