#1~IRON MAN 1 {El comienzo de la historia} (Primer libro de la saga Purpura)

CAPÍTULO 9

Sin pensarlo dos veces me acerqué a Obadiah y le toque el hombro de forma poco amistosa. El me miro sorprendido, pero enseguida cambio su cara a una de superioridad e hipocresía.

-Oh, querida ______-Disimulo el calvo asqueroso mirando a nuestro alrededor por si nos oía alguien.

-Sabes, no sé si darte las gracias por querer meterme a un hospital se salud mental o matarte. - Dije con rabia en la voz.

-Oh querida, todo lo que hago, lo hago por tu salud, por qué me preocupo por ti, desde que has vuelto no eres la misma.

Di un paso hacia él mientras toda mi rabia fluía por mi cuerpo casi haciendo que se  saliése de control.

-Menos lobos caperucita. -Deje sería cortando le su discurso falso.- No vuelvas a mirarme, hablar sobre mi o siquiera pensar en cualquier cosa relacionada conmigo. Poque créeme que si lo haces, seré tu peor pesadilla-Dije casi soltando veneno por mi boca.

-Esto es increíble. . .-Dijo sorprendido y emocionado.- ¿Que te parece si vamos a otro sitio y hacemos las paces? Ya sabes enterramos el hacha de guerra- Sus palabras me desconcertaron, pues no entendía el por que se había vuelto tan amable de repente.

-No digas mentiras, quieres sacarme del mapa, hacerme caer, pues no lo conseguirás, no si yo p. . . - No continúe hablando pues vi como su miraba iba directa a mi mano, de la cual salían pequeñas chispas moradas.

Enseguida las escondí y mi cara paso de una de enfado a preocupación.

No quería que lo viera nadie, aunque ya era tarde, por que el calvo con barba me había visto. Como para no hacerlo.

Retrocedí un par de pasos, pero él los avanzo.

-Qué curioso, ¿Desde cuando puedes hacerlo? Había escuchado rumores sobre ello.

- ¿Rumores?

- Si, tu padre siempre decía que estabas enferma, que en un accidente te había pasado algo, ahora lo entiendo, y esas veces en las que sucedían casas raras.- Dijo pensativo- Todo ahora tiene sentido. - Volví a retroceder un par de pasos pues su cara de malicia no me gustaba nada. -Sabes, deberías pasarte por el laboratorio te podría ayudar con eso.

-Tú lo que quieres es utilizarme. . .- Su sonrisa maquiavélica no me dejó dudas-. . . como arma.

-No nos vamos a mentir, si. Sabes lo que podemos hacer contigo, si lo que he oído sobre ti es cierto puedes ser una gran contribución a esta empresa. Puedes desde quemar sin fuego, hasta derribar a personas sin casi tocarlas.

Me quede congelada pues nunca había derribado a nadie con mi poder excepto aquella vez en la cueva cuando me retenían. Note como la sangre se me fue de la cara y en ese momento quería vomitar.

-Fuiste tú, tú lo ordenaste, ordenaste nuestro secuestro.

-No, por favor, yo no quería exactamente que os secuestraran, más bien quería otro resultado.

No recibí más respuesta de su parte, pero si una sonrisa macabra.

- Eres un monstruo.

Salí lo más deprisa que pude del lugar, necesitaba relajarme para no herir a nadie. Notaba como todo me daba vueltas.

Llegué a mi coche y me monté. Conduje lo más cuidadosa que pude hasta mi casa, aunque si es verdad que me lleve un par de bordillos por delante. Cuando llegue me tire al suelo y explote dejando salir todo, literalmente. El interior de la casa quedo destroza, tal y como yo estaba.

Acababa de descubrí que Obadiah seguramente estaba no solo relacionado con las personas que nos secuestraron, si no también que aquel suceso era para matarnos, también quería de utilizarme como arma y eso no era bueno, tenía que contárselo a Tony, pero ahora no, dejaría que disfrutara de la fiesta, se lo merecía.