Milky Bar V.

2.4K 177 183
                                    

"Has criado a un bebe recién nacido. -"

Dedicado a Meji.

Disfruten.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Un sonido lejano, pero conocido, invadió los oídos de Joaquín; eran los berreos de su pequeño hijo, que resonaban fuerte a la lejanía, necesitados de alimento o cariño, la verdad era que ya no sabía diferenciar, pues Chubbo era uno de esos bebés muy demandantes, de esos que requerían alimento o contacto cada poco tiempo.

Pero gracias al señor; tenía un alfa que rayaba en lo obsesivo, por no decir en lo mandilón, pues Emilio reaccionó antes que él. - No te preocupes amor, yo iré a ver que tiene nuestro bebe, tu descansa, cualquier cosa te despierto, ¿va? - Su alfa no espero respuesta, levantándose inmediatamente de la cama de un salto, escuchándolo caminar descalzo en el piso afelpado de la habitación.

- ¿Que tienes mi amor? ¿Quieres que revise tu pañalito? ¿Tienes hambre mi amor? Papi está cansadito, pero tu papa te atenderá con todo gusto, no... no llores mi amor. Papa te dará lo que necesitas. - Lo escuché decir en un susurro, mientras salía de la habitación con cuidado para no hacer ruido, con un Chubbo balbuceando divertido, al ser atendido tan rápido por su padre.

Emilio avanzó con cuidado hacía la sala de su enorme departamento; con su pequeño bebe de pocos meses en su pecho, acariciando su diminuta espalda con su mano izquierda, tratando de reconfortarlo después de su lloradera. - Ya mi amor precioso, ¿tienes hambre? ¿o solo quieres compañía? - Chubbo solo balbuceo tranquilo entre sus brazos, dándole a entender que solo requería atención.

-Ya vi que eres como tu papi, si no lo atiendo llora, ¡que bárbaro! Pero no hay pedo, yo te amo demasiado, como a tu papi, así que berrea lo que necesites, como sea haré lo que quieras, porque soy tu pendejo. - Chubbo aferró su dedo con fuerza, como si entendiera lo que su padre decía, mirándolo con esos brillantes ojos color caramelo que caracterizaban a su Omega.

- ¿Sabes? Cuando conocí a tu papi, pensé que era un sueño, una ilusión de mi mente, es que es tan hermoso... tan irreal. Pero ahora que sé que es real, no sé qué puedo hacer para retenerlo a mi lado, es que, soy tan poca cosa... o sea bueno... tengo dinero, soy famoso y eso, pero... él es perfecto. - Dijo en un suspiro, mientras Chubbo lo miraba con atención

-O sea, sé que no se ira a ningún lado, que me ama y eso, pero vato... ¡jajaja! ¡que gracioso que te hable como un adulto! Pero siento que eres mi mejor amigo, mi bebe precioso, en fin, no se chubbito, me da miedo que un día se dé cuenta que no soy lo suficientemente digno para él. - Emilio se maravilló al ver como su hijo se le quedaba viendo con atención; como si le entendiera, estirando sus manitas hacia su rostro.

Emilio entendió lo que quería y lo acercó más hacia su cara; dándole acceso a sus facciones, donde las manos suaves y babeadas de Chubbo, acariciaron su rostro reconociéndolo, pero también como un gesto de consuelo ante sus dudas absurdas. - Lo sé; no debería preocuparme por eso, después de todo tu papi decidió cometer una locura conmigo, confío en mí y yo confío en él, pero me da miedo que un día despierte y me diga que ya no quiere nada. - Dijo mientras besaba su manita húmeda con amor.

-Como sea; no debería de estar hablando de esto contigo, apenas tienes unos pocos meses y ya tienes que hacer de psicólogo de tu padre, mejor cambiemos de tema. Mañana tu tío Diego me va a traer unas cositas que le encargue, muy temprano para que Joaco no se dé cuenta, sé que te van a gustar, pero no le diremos a tu papi, porque me prohibió comprarte más cosas. - Chubbo bostezo notablemente cansado, pero no dejo de mirar a su padre con atención, como si lo entendiera perfectamente.

Milky BarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora