SÓLO UN MILAGRO by Lady Yilena

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Historia creada sin fines de lucro.
Los personajes son propiedad de Mizuki e Igarashi.
Imágenes tomadas de la red.

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- Ella baja las escaleras corriendo, temiendo arrepentirse por la decisión que acaba de tomar, dejando a Terry desconcertado por la actitud de su pecosa.
- ¡Candy! Él sale corriendo tras ella, la alcanza y la abraza por su cintura, inmediatamente de sus ojos salen lágrimas de dolor por miedo a perder a su amor. - Candy, no quiero perderte... que el tiempo se detenga para siempre-.
- ¡Terry!. El rostro de Candy también se baña de lágrimas.
- No digas nada, déjame estar así un momento. Candy se da cuenta que Terry está llorando.- Candy vas a ser feliz ¿verdad?, tienes que prometérmelo Candy, ¡promételo!-
- Ella voltea su rostro, lo mira mostrando una sonrisa forzada y le dice -Tú también-. Y termina de bajar las escaleras para buscar un carruaje que la lleve a la estación.
Terry mira desde la ventana de la habitación de Susana hacia la calle, se da cuenta que el clima está empeorando y en sus pensamientos vuelve a estar Candy, le duele que ella sea firme con la promesa que le hizo a Susana y no haya tomado en consideración la opinión de él, que no se quedara a luchar por su amor, que todos los proyectos que tenía para ella ya no los pueda realizar, tiene que quedarse a cumplir con una obligación y estar con una mujer a la que solo le tiene agradecimiento por salvarle su vida. Después de unos minutos de meditar decide ir tras Candy, luchar por ella y por su amor, se dirige a la cama donde esta Susana, la mira y con una actitud seria le dice:
- Susana lo siento, no puedo quedarme contigo... yo no te amo, sabes bien que a la única mujer que amo es a Candy y no puedo traicionar mis sentimientos... yo voy a estar pendiente de todo lo que necesites en tu recuperación y me comprometo a ayudarte económicamente, porque si me quedo contigo estaré muerto.
- ¡Terry, pero yo te necesito! ¡por ti estoy así! - En su rostro corren lágrimas por lo que acaba de decirle Terry-.
- Yo no te pedí que me salvaras y te sacrificaras, tú siempre has sabido a quien amo y siempre he sido claro contigo.
- ¡si me dejas voy a quitarme la vida!, sin ti la vida no tiene sentido. -Y empezó a llorar de forma histérica, porque cree que él le pertenece-.
- ¡Pues entonces hazlo! Voy a ser egoísta y no renunciaré a la única mujer que me puede dar la felicidad y ¡ella es Candy, no tú!, siempre me ha sido negada la felicidad y ya es hora de serlo. Le respondió Terry enfurecido porque Susana trata de manipularlo y chantajearlo, se da cuenta que esa fue la forma en que logro que Candy lo abandonara por una promesa, aprovechándose Susana de la nobleza de su pecosa.
- ¡Adiós Susana!, hablaré con Robert para que a través de él le puedas decir que necesitas y yo te lo haré llegar, date cuenta que lo que estás haciendo está mal, busca la felicidad con alguien que desee estar contigo sin chantajes y manipulaciones. Se marchó de la habitación sin mirar atrás, dejando a una Susana destrozada por no lograr su propósito. Tomó su auto rumbo a la estación, para detener a Candy y si ya se había marchado tomaría el próximo tren a Chicago y la traería de vuelta a New York siendo la señora Grandchester.
Terry al llegar a la estación encontró un gran alboroto, había gente llorando, se acercó a ellos para poder enterarse de lo que estaba sucediendo, para su gran sorpresa se entera que el tren que salió treinta minutos antes que iba dirigido a Chicago se había descarrilado y para el lugar del accidente iban los bomberos, ambulancias y policías, pero por lo que escucho al parecer no habían sobrevivientes, eso le destrozo su corazón y las esperanzas de tener una larga vida llena de felicidad con su pecosa.
- ¡Candy no puedes estar muerta! Cayó de rodillas, su rostro bañado de lágrimas le imploraba a Dios por un milagro.
- Dios sé que he estado lejos de ti, que no soy creyente, te pido perdón por ello pero por favor no te la lleves, ¡No me la quites! -Se le acercó un policía y le pregunto que si en el tren había algún familiar suyo-.
- Creo que sí, ¿usted tiene el listado de pasajeros?
- Si, dígame el nombre de la persona que cree iba en el tren.
- Su nombre es Candice White Ardley, es mi novia. El policía reviso y lo miro con tristeza y le respondió:
- Si señor, el nombre de la señorita esta entre los pasajeros del tren...cualquier información que tengamos se los haremos saber a todos los familiares en aquella oficina. - El rostro de Terry se puso pálido, no podía creer que esto le estuviera pasando, no supo en qué momento se sentó en una banca al frente de la oficina de información a esperar.
- ¡Dios no me la quites! ¡No podré vivir sin ella! Te prometo que si me la regresas, le haré la mujer más feliz y viviré para complacerla siempre, ¡solo un milagro Dios mío!, solo eso un milagro.
Al cabo de dos horas le comunicaron a todos los familiares de los pasajeros del tren que la información de ellos se las iban a entregar en el mismo hospital donde estaba Susana, que hasta donde sabían eran pocos los sobrevivientes, además de que a los fallecidos los habían trasladado al mismo hospital para ser entregados a sus familiares.
Terry inmediatamente se dirigió al hospital para saber cualquier información sobre Candy, a él no le importó que estuviera allí Susana. Al llegar le preguntó a una enfermera y ésta le respondió que los únicos sobrevivientes de ese fatal accidente habían sido hombres, en ese momento Terry gritaba de desesperación porque había perdido a su amor, se arrepentía por dejarla partir de esas escaleras y nunca haberle dicho cuanto la amaba, pidió ver su cuerpo pero la enfermera no se lo permitió ya que a los únicos que se lo permitían eran a sus familiares y él solo era su novio. Inmediatamente cae en cuenta que no se lo había comunicado a los primos de Candy. Estaba desesperado, se sentía morir, no se quería mover del lugar hasta que se lo permitieran, quería verla para despedirse de ella.
Se fue a un bar a emborracharse porque quería morirse en ese instante, quería olvidarse hasta de él mismo, no quería saber nada más, ya nada tenía sentido sin ella, estuvo ahí hasta que el bar cerró. No tuvo más remedio que ir a su apartamento, no quería hacerlo ya que este lugar se la recordaría.
Al llegar a su edificio, la casera le comunicó que una mujer lo estaba esperando desde hace varias horas y que ella le había permitido que entrara a su apartamento para que lo esperara ahí, ya que la había visto con él esa tarde y no le vio problema al hacerlo. Pero Terry se molestó, no quería ver a nadie, pensó que era la mamá de Susana que se había enterado de lo sucedido en el hospital y que como siempre le iba a exigir cumplir con lo que ellas creían era su obligación.
Al abrir la puerta de su apartamento se llevó una gran sorpresa, no lo podía creer, pensó que era una ilusión provocada por su borrachera y la desesperación de no perderla, ¡era Candy!
- Candy. Lo dijo como un susurro, sin poder creer que era ella, la creía una ilusión
- ¡Terry! - ella corrió a abrazarlo- Lo siento, no puedo cumplir la promesa que le hice a Susana, por eso regresé.
Él la abrazo fuerte, lloraba, después de unos minutos que parecieron eternos decidió mirarla a sus ojos para comprobar que no era un engaño de su mente, la volvió a abrazar tan fuerte que Candy le dijo que la estaba dejando sin aire.
- Terry soy consciente que estas triste porque sientes que no quise luchar por lo nuestro, pero ya estoy aquí contigo y si estás dispuesto a luchar me quedaré sin importar el mundo entero. -Por fin Terry decide hablar-
- Candy pensé que estabas muerta. -Lloraba nuevamente, seguía sin creer-
- No te entiendo Terry ¿por qué dices eso? ¿no estás contento de volverme a ver? ¿no quieres luchar por nuestra relación?
- ¡Noooo!, solo escúchame, fui a la estación a evitar que te fueras y el tren ya había partido, lo más doloroso fue enterarme que el tren se descarriló, que casi no habían sobrevivientes y éstos solo eran hombres, el resto falleció... no tienes ni idea de lo sufrí, pensé que te había perdido para siempre, que no podía reflejarme en estos hermosos ojos.-y se los besó-
- ¡por Dios, no sabía que había pasado esta tragedia! Yo compre el pasaje y cuando avisaron que el tren iba a partir, no pude abordarlo y decidí ser egoísta, luchar por ti a pesar de nuestros propios prejuicios.
- Candy, no me vuelvas a dejar, yo te envíe solo un pasaje de ida porque quiero que seas mi esposa, porque te amo y sin ti mi vida no tiene sentido -él se arrodilló, de su saco extrajo una caja, la abrió y allí había un anillo, en el centro de éste una esmeralda- Candy, ¿aceptas casarte conmigo, luchar y jamás abandonarme?
- ¡Siiiiiií!, acepto ser tu esposa y estar contigo en las buenas y en las malas porque también te amo y siempre te amaré.
El día 25 de diciembre, por fin fueron declarados esposos. Él después de su primer beso como esposos la mira a sus ojos y le dice: -Candy, el día que pensé que te había perdido para siempre le imploré a Dios por un solo milagro, él se apiado de mí y me lo concedió, ese ha sido el mejor regalo de navidad que he recibido y sé que seremos felices hasta la eternidad, tendremos una gran familia, rodeados de muchos hijos... ¡TE AMO MI PECOSA BELLA!-
- También te amo Terry, esta navidad ha sido la mejor de mi vida y espero que las siguientes sigan llenándonos de felicidad.

FIN.

ONE's SHOT's PARA NAVIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora