I HATE, AND I LOVE YOU||Draco Malfoy

58

Draco cada vez viajaba más seguido a Francia, de volvía distante de sus hojas, de jessica y si familia en general, estaba cambiado, había pospuesto indefinidamente la propuesta de matrimonio, ahora su atención estaba puesta totalmente en Alessia, Jessica creía que el cambio de draco era por que había encontrado algo interesante para su último proyecto y por eso viajaba tanto, la joven estaba por terminar su preparación en el mundo de la medicina que pensó que podría ayudar a Draco en todo aquello.

-Amor podemos ir el próximo fin de semana al Callejón Diagon? Necesito comprar algunas cosas para empezar a trabajar--Preguntó Jessica mientras Draco no le ponía mucha atención y leía sobre lugares de interés en Francia. - Draco me estas poniendo atención - Draco no la escucho de nuevo - Draco!!! - Grito ella

-Que te sucede? Por que le gritas? - Dijo el molesto

-Llevo minutos hablándote y no me haces caso--dijo ella - dije que si podemos ir a él Callejón Diagon el próximo fin de semana, necesito comprar cosas, además no sé podríamos hacer algo para celebrar que ya seré medimaga. - Jessica sonaba muy entusiasmada con todo aquello, la chica se sentía realizada con todo eso.

-Emmm no lo siento, tengo que viajar a París el viernes, realmente no se cuando regresaré- Draco sonaba serio.

- OK, entiendo, será después entonces- la chica se acostó a lado de draco y lo abrazo, sin embargo este no le devolvió el abrazo como normalmente lo hacía.

Días después Draco salió a París advirtiendo que no sabría cuando regresaría, esa misma tarde era la última de la chica en su preparación médica así que con la ayuda de su. Padre y de Narcissa, pudo dos días después ir a Francia a buscar a Draco, realmente no sabía a dónde buscarlo pero sabía que podría encontrarlo.

El primer día fue inútil no había ni rastro del rubio, y el siguiente día parecía que tampoco, sin embargo la chica iba muy arreglada, planeaba encontrar a Draco y llevarlo a cenar a un lugar especial y hermoso en aquella ciudad, Narcissa le había pasado algunos contactos quienes le ayudarían con ese cometido.
Esa misma noche la chica salió a caminar, llevaba un hermoso vestido azul marino hasta la rodilla y unas zapatilla rojas, se había maquillado y salió a ver si esta vez Corría con suerte, se sentía bonita, feliz, y plena.

La chica iba caminando por los campos elíseos, se veía espectacular, robaba miradas por donde pasaba, hasta las chicas volteabam a verla por lo segura que caminaba, de pronto en un pequeño restaurante al aire libre vio una cabeza rubia que se le hizo familiar, pero no pudo ver la cara pues el dueño de la rubia cabellera besaba a una chica igualmente rubia, el corazón de Jessica latía a mil por hora, por un momento pensó que sólo estaba imaginando se cosas, hasta que de pronto la pareja se separó unos segundos y reconoció a Draco, en ese momento se quedó congelada, sentía como si se hubiera vuelto un bloque de porcelana y Draco le estuviera avemtando una enorme bola de metal que terminaría con ella hecha pedazo, respiro un momento, Draco aún no se daba cuenta de que ella estaba ahí, viendo todo, el volvió a besar a alessia  y mientras Jessica veia aquello, sus ojos verdes se llenaban de lágrimas, poco a poco estas rodaron por sus mejillas y ella trataba de tragar se el nudo de su garganta para decir algo

-Draco Malfoy - si voz sonó como un grito ahogado.
Draco se levantó y la vio ahí, envuelta en un río de lágrimas.

-Jess- dijo Draco
Pero antes de que el pudiera decir algo más, la bruja desapareció.