uno

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Abrió la puerta del local con suavidad, e inhaló el peculiar olor que tenía aquel recinto, amaba los dulces aromarizantes que había y su particular pero agradable fragancia.
Se sentó en el lugar de siempre, mirando la hermosa vista que tenía a su disposición.
Como era de costumbre verla por aquel restaurante, la camarera la saludó amablemente.

- ¿Qué tal, Amy? -expresó en un cálido saludo, sonriéndole dulcemente- ¿Qué vas a pedir hoy?

- Pues; ¡lo de siempre! Ya me conoces -espetó con una suave sonrisa.

- En un segundo te lo traigo, por cierto, hemos implementado algo nuevo en el local -anunció mientras tomaba con suavidad el menú y lo apoyaba sobre la mesa.

- ¿Ah, sí? ¿Qué cosa? -levantó la ceja, interesada.

La coneja adulta rebuscó en uno de los bolsillos de su delantal. Pudo divisar como sacaba una pequeña galleta, envuelta en un papel plástico por higiene. Se la extendió con una sonrisa.

- Galletas de la fortuna. -dijo con dulzura- si la abres, traen un pequeño papel con un mensaje dentro, palabras sabias o profecías, en fin, te dejo la galleta a tu deleite, iré a preparar los pedidos

Se saludaron una última vez, la eriza dirigió su vista a la pequeña galleta.
No creía mucho en esas cosas, pero, no podía engañarse; tenía toda la ilusión de una niña.
Delicadamente abrió la pequeña bolsa de plástico y sacó lo que tenía dentro.

- Así que galletas de la fortuna, huh...? -murmuró para sí.

La partió a la mitad con algo de miedo y acercó el papel al rostro para poder leerlo.

❝Por una puerta cruzará alguien que jamás olvidarás y tu vida cambiará.❞

¿A qué se refería con eso?
Realmente esperaba algo como 'hoy es un buen día para sonreír', 'un tropiezo no significa una caída' o frases motivacionales.
No que fuera tan específico.

Pudo escuchar como el llamador que hacía ruido cada vez que alguien abría la puerta sonaba. Levantó su vista, curiosa.
Pudo divisar a un erizo azul, ojos esmeraldas, con las púas algo alborotadas y mojadas.
No había notado que estaba empezando a llover.
Aquel erizo pareció mirarla curioso, desvió su mirada rápidamente a su galleta, rogando para que él no se haya dado cuenta que le había estado mirando.

Sintió sus mejillas arder, y su corazón comenzó a acelerarse.
¿Por qué se sentía así? ¿Por qué sentía la necesidad de mirar a ese erizo que ni siquiera conocía? ¿Por qué le pareció tan atractivo? ¿A esto se refería la galleta?

Releyó aquel papel una y otra vez. Intentando distraerse.
Pero sus ojos inconscientemente iban a parar a donde se encontraba el cobalto, el cual jugaba con sus dedos apoyado con suavidad sobre el mostrador.

A los minutos la camarera le entregó su pedido, ¿Desde cuando hacían comida para llevar?
Escuchó un suave 'gracias', de aquel atractivo erizo y pudo divisar como se iba.
Sus ojos no se despegaban de él por más que lo intentase.
Lo miró perderse a la distancia; y suspiró, sintiéndose vacía.
Probablemente era solo una ilusión, y nunca lo volvería a ver de nuevo.
Pensar eso la tranquilizó más mientras daba un mordisco a parte de la dichosa galleta.

⟦░幸运饼干░⟧

He decidido reescribir y resubir este libro.
¡Así que, suerte para los que les gustaba la historia!

Va a ser cortita, disfruten ♡

  ⃟ཹ։❀ ⁏ Las galletas de la fortuna 彡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora