601 65 8
                                    

~Samuel.

Una extraña incomodidad lo despertó, su brazo se había acalambrado pues Rubius estaba sobre este. Como pudo lo retiro lentamente y sin despertar al chico. Se puso su ropa interior y pantaloncillos y bajo a la sala de estar. Reviso la hora, eran 6 pm, aun no se acababa el día y él se sentía con mucha energía. Su dosis de amor y sexo con Rubén lo habían hecho muy felíz, hacia mucho que no lo hacían.


Se preparo un chocolate caliente y salió al patio del chico.

El sol apenas se estaba metiendo y prestaba a un hermoso atardecer, el cielo se pintaba poco a poco de colores naranjas, violetas y rosados y la brisa era algo fresca, perfecto para disfrutar su chocolate.

Mientras disfrutaba el atardecer escucho un ruido entre los arboles, y de allí vio salir a su amigo Willy. Esté lo miro y se quedó quieto donde estaba.

~Narrador.

-¿Vegetta?.- ladeo la cabeza y lentamente se acerco a donde estaba recargado su amigo.- Hey, cuanto tiempo.


-Willy, pero cuanto tiempo compañero.-Samuel le dio una sonrisa a su amigo, quien aún estaba algo lejos de él.

-¿Qué...hmmm, qué haces aquí?.- dijo willy tocandose la nuca nerviosamente. Sabía porque estaba ahí y aún así no pudo evitar sentirse algo celoso.

-Yo, vine a ver a Rubius.- Samuel desvío la mirada, no quería decir aún que estaban saliendo. Estaba buscando el momento donde todos sus amigos estuvieran reunidos.


-Oh. Bien, pues me retiro.- Willy dio una sonrisa incómoda y se dirigió a su casa sin decir una palabra. Sintió sus hombros tensarse poco a poco y su estómago retorcerse. Quizá Samuel no lo había notado pero él si, en la zona de los hombros tenía arañazos y era porque claramente se había acostado con Rubius, y no era una opción el que un tigre lo atacara ya que era ilegalisimo tener uno. Sólo esperaba que fuera otro simple capricho o aventura de Samuel, para así intentar conquistar a su amigo.

~Rubén.

Abrió los ojos y notó que estaba recostado en una habitación con una luz muy tenue. Se sentó rápidamente al no reconocer el lugar donde se encontraba, al rededor de este habían varios espejos e incluso había uno en el techo. Habían una especie de barras de metal en el techo y paredes y un extraño sillon con curvas. Se detuvo a mirar dicho sillon y notó que era el que la gente utilizaba para tener sexo. ¿Qué?.


Volteo a mirar su cuerpo y notó que sólo llevaba puesto lenceria de encaje negro. ¿Qué?. Se miro en uno de los espejos y contemplo su delicado cuerpo, se miraba muy pálido en la luz tenue, noto que en el cuello llevaba una especie de collar con cadena y en el trasero noto que salía una especie de cola. ¿QUÉ?.

Samuel salió de una de las puertas que estaban en la habitación, vestido con solo un pantalón de chándal negro. Se acercó a él mirándolo fijamente, parandose frente a la cama. En un movimiento rápido tiro del collar que traía puesto el castaño obligándole a levantarse. Lo abrazo y le dio una sonrisa coqueta.

Dulce miel de osito [Historia corta] ||°Rubegetta°||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora