Era una mañana común en el quinto año de James Potter en Hogwarts, ese día había decidido junto a su grupo de amigos hacer explotar el caldero de Severus Snape, era su venganza. hace unas semanas Snape les había lanzado un hechizo que había hecho a su cabello cambiar a un color rosa chillón. a Sirius no le fue mejor que a el ya que su cabello se volvió entre una mezcla de amarillo pollo y verde neón, mientras que Peter y Remus lograron escapar a tiempo, !Su grandioso cabello había sido dañado por Quejicus! así que simplemente haría explotar la poción por la que había estado trabajando por meses, un plan simple ¿no?, en efecto, todo termino desparramándose por el suelo y el cuerpo de Severus mientras él y Sirius no podía aguantar la risa, cosa que acabó completamente al ver a la profesora McGonagall entrar a la sala y ver el desastre que los leones habían causado.
Con furia contenida Snape miró a James, el cual simplemente le saco la lengua mientras se seguía riendo de él, Minerva les quitó 50 puntos a cada uno de los merodeadores y les impuso un castigo, debían limpiar diferentes sitios de la escuela, cada uno solo en un lugar diferente, a sirius le toco limpiar el invernadero ya que unos estudiantes de primer año habían roto algunas macetas y regado toda la tierra entre el invernadero y la oficina de la profesora Sprout, Peter limpiaría la torre de astrología que realmente no estaba tan sucia, Remus ayudaría a la profesora con el papeleo y James se encargaría del desastre en la sala de pociones.
Con escoba, trapero y mucha agua con jabón (menos Remus ya que él no tenía que limpiar nada) cada uno se dirigió al lugar que le tocaba, James con cara de fastidio empezó a limpiar la mezcla del suelo, aunque aun tenia la satisfacción de ver como Snape había perdido todo su trabajo, aun no sabia por que Lily decidia pasar su tiempo con esa serpiente en vez de estar con el, no veía que tenia de especial, para Potter, Severus era como un mal chiste. algo sin gracia, algo sin valor, no importaba por donde lo viera, simplemente era una molestia en su vida, o eso pensaba.
Casi terminaba de limpiar, solo le faltaban unas cuantas manchas y ya podría ser libre e ir a planear su siguiente movimiento con Canuto, pero sin quererlo se resbaló con un poco de poción en el suelo y cayó de frente, sus gafas volaron hasta debajo de una mesa así que maldiciendo por lo bajo a Snape por su estúpida poción, como pudo, se arrastró tanteando el terreno, por que siendo sinceros no veía ni una mierda, así continuo hasta ponérselas y sonreír con victoria al poder ver de nuevo, pero algo captó su atención, era un frasquito con algo extraño, parecía un recuerdo pero esta vez era morado, lo tomó y miró hacia los estantes de donde pudo haberse caído pero, al no encontrar su lugar de pertenencia simplemente decidió quedárselo, tal vez luego le serviría de ayuda para una nueva broma o algo así.
Al terminar de limpiar salió del salón hacia su próxima clase, realmente no le estaba prestando mucha atención al camino, solo miraba con curiosidad aquel frasco entre sus manos, se preguntaba que seria, tal vez Remus lo sabría, con ese pensamiento guardo el frasco en su túnica y siguió su camino, pero sin saber como o por que al pasar en frente de la sala de menesteres esta se abrió, dejando ver una sala vacía, únicamente había un pensadero de mármol blanco que por alguna razón parecía pedirle que se acercara, al entrar las puertas se cerraron tras de el, se acerco lentamente al pensadero, su cara se reflejaba en el, no sabia que hacer, toco su bolsillo y recordó aquel frasco extraño, lo sacó y vio que éste brillaba, dudándolo un poco lo vertió en el pensadero y hundió su cabeza para ver que era aquel extraño "recuerdo".
Estaba en un salón sin uso, en el estaban el y otra persona hablando amenamente sobre un tema cualquiera, parecía que se gustaban por la forma en la que se sonreían, por un momento pensó que era Lily con la que estaba charlando, su pecho se infló con orgullo al saber que por fin le había ganado a esa estúpida serpiente, por fin tenía el amor de su querida Lily, o eso pensaba hasta que se dio cuenta de que la persona que lo acompañaba no era pelirroja, es mas, tenia el cabello negro hasta lo hombros, y al fijarse mejor ¡se dio cuenta que ni siquiera era una chica! con curiosidad dio la vuelta para mirar al sujeto frente a él y era ni más ni menos que la persona que mas odiaba, Severus Snape estaba a su lado y su otro yo no parecía querer apartarlo, de lo contrario, lo miraba con cara de puberto enamorado, exactamente como él miraba a Lily, no le cabía en la cabeza cómo es que eso pudo pasar, agarro de sus cabellos y comenzó a tirar de ellos en busca de una respuesta razonable, como si obligara a su única neurona a trabajar para procesar todo lo que estaba pasando, pero entonces lo vio.
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Desastre en clase de pociones
FanfictionJames había arruinado la poción de su enemigo una vez mas, por lo que le toco limpiar el desastre que había dejado en el salón, cuando de la nada encontrara un frasco con algo que le hará cambiar su forma de ver a Severus Snape..